Referendum
Porque Ibarretxe, al trasladarle a los vascos la pregunta sobre el “final dialogado” con la banda terrorista, está dando por sentado que ETA sólo afecta al pueblo vasco. Y no, claro, por ahí ya no, después de decenas y decenas de muertos andaluces, después de tantos madrileños, gallegos o extremeños mutilados, masacrados, angustiados para siempre con el ruido de un coche bomba estallándole cada día en el tímpano, después de tantos españoles amargados, lo que faltaba ya es tener que soportar que ese tipo, el lehendakari, se quiera adueñar de lo único que nos queda, el triángulo de orgullo de las víctimas, dignidad, memoria y justicia. ¿En nombre de quién podrían decidir los vascos si hay que ofrecer a ETA otro proceso de paz dialogado, como plantea en su primera pregunta? El silencio de las víctimas, el dolor que se tragan con la saliva, no formará parte jamás de la historia usurpada por el nacionalismo vasco. De la ilegalidad del referéndum, que se encargue el Gobierno; de los delirios independentistas, que se encarguen las urnas; pero de ETA…
“A la primera pregunta, la respuesta es NO”. Voy a escribir al carta y la mandaré al Gobierno vasco. Y de paso, le adjunto la carta que aquel etarra al que quiso indultar el Gobierno escribió a sus colegas cuando asesinaron a Jiménez Becerril y a su mujer, Ascen. “Me encanta ver las caras desencajadas de los familiares en los funerales. Aquí, en la cárcel, sus lloros son nuestras sonrisas y acabaremos a carcajada limpia. Esta última acción de Sevilla ha sido perfecta; con ella, ya he comido para todo el mes". Se la enviaré para que la ponga de prólogo en la pregunta, porque como la ha redactado la carta se queda coja, incompleta porque al lehendakari, ya ven qué despiste, se le ha olvidado condenar a ETA. Esas hienas, con la boca manchada de sangre…
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