PERFIL.
En 1973, Mario Bilbao era un joven activista del Partido Comunista. Asambleas clandestinas, pintadas nocturnas, miedo de cárcel y lecturas prohibidas. Lucha por la democracia. Llega la legalización del PCE y, al contrario que otros muchos, en vez de aceptar un puesto de liberado en el partido, decide volver a la universidad. “Se lo debo a mi mujer, que me lo aconsejó. La política como elemento de reflexión y de estudio, no como modo de vida”. Quince años después, vuelve de nuevo. Pero ya no lo hace en el Partido Comunista, sino en el Centro Democrático y Social (CDS) de Adolfo Suárez. “Yo no había leído a los clásicos del liberalismo inglés, ni había estudiado política económica. Mi cultura política primera estaba muy limitada por la lucha antifranquista, la doctrina oficial de la izquierda. Mao, Lennin…” Ahora, tras un nuevo periodo alejado de la política, Mario Bilbao vuelve pero dos pasos más allá. Ahora su apuesta es el Partido Popular. En la sociedad española, si alguien pasa de un partido de derecha a uno de izquierda, se considera un cambio positivo. Pero, al revés, se observa como una involución. “Una traición, sí. Ocurre que la izquierda tiene muchas características de una iglesia, de un movimiento sectario. Uno se guía por creencias, tiene que creer en una sociedad futura determinada. Cuando alguien abandona esas creencias y se aleja del dogma, se le considera un renegado”.
SOBRE LAS DOS ESPAÑAS.“Cuando yo militaba en el PCE, nos volcamos en explicar en las asambleas de los pueblos, a todos los viejos militantes, que la reconciliación de España no era un eslogan, que los comunistas teníamos que superar el enfrentamiento de la guerra civil y la represión de la dictadura. Y aceptar, además, la monarquía y la bandera roja y gualda. Había gente que las había pasado canutas en la dictadura, pero lo aceptaron. Fue muy duro, muy fuerte, pero se logró. Remover de nuevo todo eso, empezar a abrir tumbas en un país que ya estaba estabilizado, me saca de mis casillas. Me pone muy nervioso. Me rebela. Y algo más grave aún: Fomentar los enfrentamientos de la guerra civil en gente joven, que no ha vivido el drama, inyectarles el virus del guerracivilismo, es muy peligroso. Pero es lo que están haciendo, calentando a los jóvenes con las dos españas. Es una temeridad”.
SOBRE EL SOCIALISMO ACTUAL."El socialismo, tras la caída de la Unión Soviética y la evolución de China hacia el capitalismo, se ha quedado sin teoría. Un premio Nobel de Economía, James Buchanan, sostiene en un ensayo, titulado “Miedo a ser Libres”, que la base en la que se sustentan ahora los movimientos socialistas la forman unas capas de la población que tienen miedo a enfrentarse libremente en una sociedad competitiva, en la que hay que ser bueno estudiando, trabajando o innovando. De ese miedo, del deseo de tener un futuro asegurado, surgen los clientes naturales del socialismo. Esa reflexión la podemos aplicar a Andalucía. Esta es la quinta legislatura consecutiva de Chaves como presidente y el PSOE lleva gobernando veinticinco años… Pero Andalucía lleva desde tiempo inmemorial en el 75 por ciento de la renta media de los españoles. Es evidente que, aunque sea por elección, estamos ante una especie de régimen de partido único. En Andalucía, existe miedo a la libertad, que es en el que se sustenta el triunfo del PSOE. Le pongo un caso andaluz concreto, el PER. No se cuestionan los subsidios, pero cuando se extrema el sistema lo que provoca es que muchos jornaleros andaluces ya no estén interesados en buscar oro trabajo porque lo tienen asegurado. En consecuencia, hay que recurrir a los inmigrantes para recoger las cosechas andaluzas, porque no existe movilidad laboral alguna. En esos casos, el incentivo del subsidio no es dar seguridad, sino que se convierte en un incentivo para no trabajar".
SOBRE LA EDUCACION."La Logse es la dictadura de la comodidad. La filosofía es que el alumno es el rey de la creación y hay que conducirlo por todo el sistema entre algodones. Hay que motivarlo, hay que mimarlo y hay que aprobarlo. El problema es que cuando los alumnos de la Logse llegan a la universidad, muchos de ellos se dan cuenta de que los han estafado. La estadística de la universidad actual señala claramente que la mitad de la gente que comienza una carrera, no la termina. Y eso que el nivel, al menos en la materia que imparto, es más bajo, menos exigente que hace veinte años. Yo doy la asignatura de cálculo en Ingeniero de Telecomunicaciones. A estas alturas de curso, casi la mitad de los 340 alumnos que se matricularon, ya han tirado la toalla. En el último parcial, se presentaron doscientos y sólo han aprobado cuarenta. Desolador, sí, desolador, porque hay muchísimos jóvenes que no tienen preparación, ni motivación ni interés. ¿Qué sociedad se está creando? Pues una sociedad dependiente de otra con mayor preparación y cualificación. Tendremos que importar a profesionales. Pero, bueno, una vez más, seamos optimistas. Pensemos que las cosas pueden cambiar".