El Blog de Javier Caraballo

Javier Caraballo es periodista de EL MUNDO. Es redactor Jefe de Andalucía y autor, de lunes a viernes, de una columna de opinión, el Matacán, sobre la actualidad política y social. También participa en las tertulias nacionales de Onda Cero, "Herrera en la Onda" y "La Brújula".

09 febrero 2006

Recafredo


Los imanes de Almería se reunieron ayer, catorce muertos después de que comenzaran los altercados por las viñetas de Mahoma, para proclamar sus deseos de que «el problema termine cuanto antes y empezar un futuro pacífico lleno de amor, tolerancia para nuestro hijos e hijas y para la paz internacional». Ahí quedó.
Dicen los imanes que no comparten la violencia (no la condenan), que respetan los derechos humanos y hasta la libertad de expresión, pero que las caricaturas de Mahoma en absoluto pueden considerarse un derecho, sino «una provocación clara contra el Islam».

En fin, que los imanes hacen de imanes y su reacción se ajusta a lo que uno puede esperar de ellos. Quiere decirse que nos trae al fresco su opinión sobre la libertad de expresión y sus límites, porque ése no es el problema. De lo que se trata no es de debatir si las viñetas en cuestión eran o no obscenas, y si infringían o no el derecho a la libertad de expresión. No es eso. De lo que se trata aquí es, sencillamente, de dejar claro que el colectivo musulmán, como cualquier otro que vive en una democracia, ya sean inmigrantes o ya sean nativos, tiene que aceptar las reglas del Estado de Derecho.

Cuando se publicaron las viñetas en septiembre pasado, el imán Abú Labán, el portavoz islámico, reunió a once embajadores musulmanes y pidió al Gobierno negociaciones y rectificaciones. Y el Gobierno danés les contestó con un surtido de esencias democráticas: «Nosotros no negociamos con los principios»; «El primer ministro no tiene, ni quiere, poderes para ponerle límites a la prensa»; «Si se consideran ofendidos por las viñetas, acudan a los tribunales».

Como quiera que la respuesta democrática del Gobierno danés no satisfizo a los líderes islámicos, se ve que decidieron dar paso a la segunda fase de la protesta: la agitación popular que vivimos.
Entre tanto, en noviembre, el primer ministro turco, de visita por Dinarmarca, se negó a comparecer junto a su primer ministro. Luego, ya saben, el presidente Zapatero no tuvo otra ocurrencia que firmar una carta conjunta con ese mandamás turco. Con el del desplante.
Oratoria vana y, a estas alturas, insultante. Las viñetas pueden ser ofensivas y el periódico danés puede haber transgredido las líneas de la libertad de expresión. Pero en un país democrático todo el mundo se somete al imperio de la ley. Todos.

Ocurre, sin embargo, que, por claro que parezca, habremos de soportar aún más esta condena de indiferencia y relativismo. Y las tonterías, que ésa es otra. Como la de tener que leer, ayer mismo, a un andalucista: «Nada de lo que está pasando es extraño ni lejano. Los clérigos cordobeses maldijeron en público a Mahoma y se burlaron del Islam. Fueron martirizados y ahora son santos». ¿Y saben cuándo sucedió? En tiempos del obispo Recafredo, en el año 852. Y dice el tío que, por tanto, lo de ahora no es «ni extraño ni lejano». Sin comentarios. ¿Recafredo? Pasa palabra.

3 Comments:

At 09 febrero, 2006 19:23, Anonymous Anónimo said...

El responsable de Exteriores de la Union Europea, Javier Solana, ha sido uno de los dirigentes europeos que mejor ha definido el conflicto, a mi modo de pensar, pues ha manifestado que los europeos tenemos que tener en cuenta que nuestra civilizacion es mas desarrollada que la islamica. ¿Que ha querido decir con esto? Ni mas ni menos que quien, por las distinttas circunstancias historicas, tiene un grado mayor de desarrollo tiene la obligacion de ayudar a la otra civilizacion a superarse. Esa es la alianza de civilizaciones que tanto recelos despierta en la derecha, la aceptacion de la cultura islamica sin intentar imponernos sobre ella. Yo creo que el presidente Zapatero es precisamente lo que ha intentado decir con el gesto valiente de firmar un articulo, en plena crisis, junto a un lider musulman, el presidente de Turquia. No se trata de pensar, Niña que riega la Albahaca, qué haría el otro si matáramos a un musulman. ¿No te parece una barbaridad eso que has dicho? Nosotros, ya digo, tenemos que dar ejemplo, no responder a la fuerza con fuerza. Si en la selva, un hombre se tropezara con un leon y se dedicara a provocarlo, lo normal es que el leon se lo zampara de dos zarpazos. ¿Que hacemos, le echamos la culpa al leon? Pues eso es lo que esta haciendo mucha gente, que al cabreo que ha suscitado en los paises arabes la provocacion quieren contestar con mas provocacion. Ha pasado en Francia y hasta Chirac ha pedido respeto. Y Chirac, les recuerdo que es un hombre de derechas. En reusmen, que somos una civilizacion mas desarrollada, pero no somos superiores.

Atentamente,


Honorato.

 
At 09 febrero, 2006 19:42, Blogger Unknown said...

Cada vez que lo pienso, me parece sospechoso que este tema haya estado esperando varios meses para convertirse en noticia. ¿No será que los gobiernos de algunos países han aprendido le proceso de intoxicación y el "timing" mediáticos de sus colegas occidentales? (En Irán las cosas se estaban poniendo feas, y mucho países de la zona empezaban a demandar que no siguieran con el asunto de la escalada nuclear)

 
At 10 febrero, 2006 13:14, Anonymous Anónimo said...

Sí! Soy el otro anónimo, pero con nuevo nombre.

Sólo quiero decir que no entiendo el hecho de que sea tan difícil que convivamos unos y otros. Creo que todos tenemos nuestro lugar en el mundo y este tipo de cosas me entristece porque no quiero un mundo así(y no me refiero al periódico, no se vaya a enfadar alguno...). De las posturas políticas paso, todas me parecen hipócritas.

buen fin de semana a todos y para el que curre, como yo, también.

Saludos cordiales.

 

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