'Nopasanada'
Usted puede estar preocupado, molesto, cabreado o alarmado. Puede estar como quiera, pero si oye al Gobierno advertirá de inmediato que está equivocado porque, en realidad, «no pasa nada». Tres palabras de moda. Se repiten tanto que forman ya un nuevo término del argot político. ‘Nopasanada’. Todo junto, así mejor. Hay entrevistas y comparecencias de dirigentes en los que incluyen la fórmula mágica no menos de diez o doce veces. Si se habla del Estatut de Cataluña o del País Vasco, entonces la proporción puede crecer exponencialmente, claro.
El caso es que, como valen para todo, hace tiempo que decidí coleccionar los ‘nopasanada’. Comencé a reunirlos cuando lo del flamenco en la Unesco, el día en que la fiesta del Patum de Cataluña le ganó al flamenco el título de Obra Maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad. El bofetón se debió a los pésimos informes que había presentado la Junta, pero la consejera de Cultura resolvió el ridículo con rapidez. «No pasa nada –dijo– porque la Unesco no ha rechazado nuestra petición por la debilidad del informe, sino por la fortaleza del flamenco».
¿Y el nuevo sistema de financiación o la reforma del Estatuto andaluz? Dicen en el Observatorio Económico que la reforma, si cambia algo, «será para peor». Pero, oigan a los sindicatos y la patronal. No pasa nada. O atiendan mejor al consejero Griñán, que ha trazado una hoja de ruta del crecimiento andaluz que nos lleva a la convergencia con la media europea a mitad de siglo.
De todas formas, la pionera del ‘nopasanada’ es la consejera de Educación. Capítulo aparte, o sea.
Ni el fracaso escolar ni los episodios de violencia escolar (26.000 en el último informe) la distraen de su adaptación curricular al reino de los pajaritos de colores. Cándida Martínez. Punto.
¿Y con el cierre de Tabacalera, qué ha pasado? ¿Y con la privatización de Astilleros? ¿Y con la OPA de Gas natural a Endesa, con la que desaparece la leve influencia que tenía Andalucía en la eléctrica tras la absorción de Sevillana? Pues eso, nada. ¿Y con la inmigración ilegal, que según CCOO vuelve a contarse por miles tan sólo un año después del proceso de regularización?
El mejor ‘nopasanada’ de los lunes, sin embargo, es el del vandalismo callejero de los fines de semana. ¿Quema de contenedores? Ojo a lo que le dio por decir a un baranda del Ayuntamiento de Sevilla para remachar su teoría de que no pasa nada: «Quien quema un contenedor no sabe que lo paga después».
Es bueno atender al razonamiento: como los contenedores nuevos se pagan con los impuestos de todos, ello quiere decir que lo va a pagar el gamberro que lo quema. Impresionante. Porque el problema es justamente el contrario. De lo único que está seguro el salvaje que quema contenedores todos los fines de semana es que no va a tener que pagarlos. Sabe, en fin, que no pasa nada.
1 Comments:
En pleno franquismo, Jaime Salom estrenó una pieza de teatro que tituló: "Nunca pasa nada", luego fue llevada al cine con Fernando Fernan Gomez de protagonista.
Es curioso que despues de tantos años, el poder politico: el PSOE, la Junta, utilice el mismo argumento y el mismo lenguaje que el franquismo: "no pasa nada".
Tambien en aquella época, se decia, cuando "pasaba algo" que era cosa de jovenes agitadores, ahora se dice que son los del PP, o los de EL MUNDO.
Curiosas tantas coincidencias.
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