Factor Humano
Vive en Barcelona desde hace unos años y sólo se ha decidido a volver a Irán ahora, cuando la Justicia de su país le ha dado la razón. Se llama Ameneh Bahrami. Sólo tenía 25 años cuando un tipo le arrojó ácido a la cara por negarse a contraer matrimonio. Ahora, cinco años después, la Justicia iraní le ha dado la razón y la chica, deformada y ciega, ha pedido que se aplique la ‘ley del talión’, algo que contempla la legislación iraní. Por eso va a viajar hasta Irán, para estar presente en el momento en el que un médico deje caer varias gotas de ácido en uno de los ojos de su agresor. Le echarán ácido sólo en un ojo, no en los dos, porque la legislación iraní también dice que la mujer vale la mitad que el hombre. Dos ojos por uno, que es la ‘ley del Talión’ si se aplica a una mujer iraní.
En el Vaticano, existe desde ayer un extraño revuelo de sotanas y birretes. Hasta el sábado se celebra un congreso convocado por la Santa Sede para abordar una polémica histórica: Charles Darwin y la fe católica. Ahora que se cumplen dos siglos del nacimiento de Darwin, la Iglesia católica ha decidido preguntarse en voz alta si, en realidad, son incompatibles. «Evolución biológica: hechos y teorías. Una valoración crítica 150 años después de ‘El origen de las especies’», se llama el congreso. Lo ha explicado muy bien Gianfranco Ravasi, presidente del Consejo Pontificio para la Cultura: «Queremos que científicos y teólogos se miren frente a frente, ya que, a nuestro parecer, las teorías evolucionistas de Darwin no chocan con las creencias católicas sobre el origen de la vida. De por sí Darwin no ha sido un problema. El problema ha surgido cuando Darwin se ha convertido automáticamente en darwinismo, es decir, una interpretación filosófica de la historia y de la realidad con una base científica».
Desde el martes, la Universidad de Sevilla celebra un congreso pomposo. Lo dicen los prospectos de presentación: «Es el mayor encuentro con la intelectualidad que se propicia desde el seno de la Universidad de Sevilla hacia la sociedad». ¿Y qué acontecimiento sublime merece tal mención? La cita se llama ‘Factor Humano’ y nace «como reacción contra la continua degradación de valores y la falta de referentes a los que la sociedad se ha visto abocada al verse invadida por una maquinaria mercantilista (...) que nos convierte en productos de la especulación».
La ley del talión y el congreso sobre Darwin en el Vaticano. Los dos acontecimientos han coincidido esta semana y parece como si, en medio, se hubiera colocado la Universidad de Sevilla con su seminario: «Nuestra situación de supuesto privilegio en un mundo desequilibrado no nos legitima a juzgar y decidir por los demás, ni nuestro sistema social es la panacea de la humanidad. Pensar lo contrario es posicionarse en las filas del totalitarismo, del pensamiento único y dirigido a un solo fin; una teleología de la dominación y del no cuestionamiento de lo establecido. Pero sabemos que esto es un error», dicen.
¿De verdad piensan que ése es el error? La realidad es más antigua que la razón; la realidad, los hechos objetivos, tienen que ser reconocidos antes para que el ser humano pueda analizarlos, definirlos y catalogarlos de acuerdo a sus principios, a sus valores. Cuando se pierde el sustento de la verdad, el resultado nunca será la razón sino el delirio. La civilización, las libertades, los derechos humanos, la igualdad... El progreso es el privilegio sobre el que se debe construir cualquier análisis. Negar ese privilegio, no verlo es una forma de ceguera. Acaso la más preocupante.
Etiquetas: Alianza de Civilizaciones, Religión, Sociedad
2 Comments:
Hace 150 años se abrió una nueva concepción de la Naturaleza. Hasta el "modelo" de Darwin sólo había dos opciones, creer en el "diseño inteligente" o negarlo. Como verás ambas requerían un acto de fe, una acción intelectual en la que se requería asumir algo sin poder demostrarlo. Así se resolvía el problema de la transcendencia. La aportación de Darwin consistió en que a partir del método científico, esto es, observar la Naturaleza, reflexionar sobre lo observado y proponer un modelo que la explicara. No era mucho más. Todo cambió desde entonces. La soledad del ser humano se vio acompañada por la Razón.
Por eso es preocupante lo que estos "progres" quieren reconstruir, el olvido de la Razón y el Progreso de los seres humanos. Fíjate que afirman eso de "sabemos que esto es un error", de la misma forma que se sigue sistemáticamente reaccionando en ciertos ambientes contra el "modelo" de Darwin. Coincido contigo en que estamos ante una nueva iglesia, o secta, a los que les ocurre lo mismo que a esos soldados japoneses que estaban escondidos en los boques del sudeste asiático sin aceptar que había acabado la Segunda Guerra Mundial, después de 20 años de su finalización. O incluso a los que se aferran al denominado "cambio climático" desde la más absoluta ignorancia.
El permanente cuestionamiento de lo establecido es lo que nos ha conducido hasta nuestro sistema social. Y ese es precisamente nuestro privilegio: poder cuestionarlo. El mismo -que dicen supuesto- privilegio que hace posible la celebración de su pomposo congreso.
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