Gorilas
En una democracia, la prepotencia es una enfermedad del poder que provoca esclerosis en la sociedad. Eso es verdad, pero sólo es una verdad a medias. La verdad completa es que lo peor de la prepotencia es que afecte a la oposición porque entonces se convierte en una enfermedad letal. En el poder, la prepotencia y la soberbia hacen de los gobernantes seres peligrosos, proclives al abuso y a la corrupción. Pero suele suceder que cuando el gobernante se cree intocable, inmune, la democracia irrumpe. De pronto, se levanta y vence de nuevo. De ahí, de esa última esperanza, es de donde se colige que es peor que el virus de la prepotencia afecte a la oposición que al poder. Si la oposición se deja llevar por la prepotencia, sus análisis de la realidad acaban distorsionados, inverosímiles. Y si ocurre, es imposible cambiar nada. La alternancia se atrofia.
Podemos fijarnos en lo ocurrido en Venezuela. Ahora que todo el mundo celebra la derrota del ‘gorila rojo’ Hugo Chávez, no está de más que nos preguntemos cuántas veces hemos repetido antes que era imposible la derrota, que no existía democracia en Venezuela. ¿Cómo es posible entonces que haya ganado la oposición?
Habrá quien considere que la sola formulación de la pregunta es un signo de debilidad, de inopia, de simpleza. Habrá quien piense que, en realidad, si ha ganado el no en Venezuela por un estrecho margen es porque lo ha permitido el propio Hugo Chávez, para legitimar futuras victorias amañadas. Todo eso es posible, claro, pero si pensamos que todo lo que ocurre, lo bueno y lo malo, lo previsible y lo inesperado, está diseñado previamente, nos instalamos en la eterna teoría de la conspiración de quienes se creen en propiedad de la razón. Mejor será creer, como dice la oposición venezolana, que quien ha ganado ha sido la democracia. Y lo aconsejable es que, a continuación, piensen qué parte de responsabilidad tiene la oposición en los triunfos anteriores de Chávez.
Por estos pagos, la lección de Venezuela no debe pasar inadvertida. También aquí, en Andalucía, tenemos un partido hegemónico y un líder que, de una forma visible, se despeña poco a poco por el abismo de la prepotencia y la soberbia. El manto de inmunidad del que se cree investido Chaves está provocando un curioso efecto en la sociedad, que muchos vean ahora quién es en realidad. Esa imagen tan rentable del ‘bueno de Manolo’ se está desvaneciendo ante mucha gente que comienza a verlo como un tipo sectario y vengativo, tan hipócrita como para jurar un día que sólo tiene tres mil euros en el banco y, al día siguiente, aumentar la cuenta corriente en veinte mil euros.
Por estos pagos, la lección de Venezuela no debe pasar inadvertida. También aquí, en Andalucía, tenemos un partido hegemónico y un líder que, de una forma visible, se despeña poco a poco por el abismo de la prepotencia y la soberbia. El manto de inmunidad del que se cree investido Chaves está provocando un curioso efecto en la sociedad, que muchos vean ahora quién es en realidad. Esa imagen tan rentable del ‘bueno de Manolo’ se está desvaneciendo ante mucha gente que comienza a verlo como un tipo sectario y vengativo, tan hipócrita como para jurar un día que sólo tiene tres mil euros en el banco y, al día siguiente, aumentar la cuenta corriente en veinte mil euros.
Aquí como en Venezuela, el error está en pensar que si Chaves gana las elecciones es sólo porque en Andalucía existe un régimen, una democracia clientelar. Que no hay cambio es posible. Ha ganado la democracia en Venezuela. Celebremos la victoria. Y pensemos siempre que con un gorila ya está bien; no nos convirtamos todos en gorilas prepotentes
Etiquetas: Andalucía, Democracia, Elecciones, Sudamérica
12 Comments:
Como casi siempre Ignacio Camacho acierta en sus análisis, hoy acaba con una frase que vale para toda una temporada de reflexión: Lo verdaderamente fortuito es el encuentro de un político tan pequeño con una responsabilidad tan grande.
Yo no lo veo fortuito, en todo caso inaudito. Hoy proliferan políticos populistas y demagogos que han perdido el pudor, da igual que la realidad les contradiga, ellos van a lo suyo. En España tenemos numerosos ejemplos, lo inaudito es precisamente que después de 30 años de democracia la sociedad se conforme con lo que tenemos.
Leía el otro dia un artículo en "La Stampa",que concluía con una reflexión brillante:"extraños tiempos vivimos,donde ningún gobernante da la talla para el pais que gobierna".
Y la verdad,es que viendo la panoplia de jerifaltes autonómicos,para desembocar en el Iluminado monclovita,está claro que el nivel,no ya intelectual,si no como político al uso,está bajo minímos.
Igualitarismo a la baja,que decía Sorensen.
Lo que decía…acaba de salir el informe PISA y ante el descalabro dice Zapatero que pese a estos datos, "nuestro sistema educativo no ofrece un mal rendimiento", y explica que "el problema es que hemos tenido muchas generaciones en España con un bajo rendimiento educativo fruto del país que teníamos".
Ya veremos si en lugar de culpar a la historia por el nivel de los niños de ahora, los de 9 y 15 años, se ponen a acordar entre todos una ley de educación que solucione este "mejorable nivel de éxito escolar".
¿Gorila? Hmm... vaya tufo racista que tiene la expresión... ¿será porque Hugo Chávez es indígena y no un ario rubio de ojos azules? ¿Se emplearía la expresión gorila si Cahvez fuese sueco? Dime lo que escribes y te diré quien eres...
Marcos, no estoy muy seguro, pero creo que lo del gorila rojo es el apodo internacional de Hugo Chavez. No se de que te extrañas, ademas, porque si miras la foto tiene toda la pinta. A fin de cuenta, descendemos del mono y unos se parecen mas que otros.... Quedarse en la anecdota del mote es una excusa para no entrar en el fondo-fondo de la polemica y no mojarse sobre ese tipo al que felipe gonzalez llamo dictador.
Curioso dictador que convoca elecciones democráticas, referendums revocatorios (que ganó, por cierto), somete a consulta democrática la reforma constitucional y admite que ha perdido, mantiene la propiedad privada, los partidos de oposición (no he visto ilegalización de partidos)... No sé donde está la dictadura. ¿Me lo explica?
Bueno, mejor habría que preguntareselo a Felipe González, que es como usted sabe una referencia de la izquierda en todo el mundo. ¿Le parece a usted a que ee mejor como referencia Hugo Chavez que los socialistas españoles?
Las urnas desmienten a la propaganda
Iñigo Sáenz de Ugarte. Público
Para ser una dictadura, Venezuela es bastante heterodoxa. La oposición ha hecho campaña en la calle por el ‘no’. Ha sido silenciada en la televisión pública, pero ha encontrado el apoyo de la mayoría de la prensa. Sus mítines no han sido interrumpidos por la Policía. El resultado –ajustadísimo y por tanto fácilmente manipulable– le ha dado la victoria por una diferencia inferior a los 190.000 votos sobre nueve millones de votos emitidos. El presidente ha tardado sólo unos minutos en reconocer la derrota, ha felicitado a los vencedores y ha apelado a la reconciliación. Lo que no ha hecho es rendirse. Democracia no es sinónimo de rendición.
Se acaba así la gran patraña sostenida por la mayor parte de la prensa española, la que decía que Venezuela se encamina de forma inexorable a una dictadura similar a la de Cuba. Quizá cegados por la defensa del honor del rey, los periodistas han preferido creer a sus prejuicios antes que a la realidad.
Venezuela es más libre que el sábado porque uno de los requisitos de la democracia es poder decir no a los gobernantes. Que es justamente lo que los dictadores no suelen permitir. Desgraciadamente, las corrientes autoritarias están muy presentes en Venezuela, tanto entre chavistas como antichavistas. Al igual que en Brasil, México, Argentina y Colombia. Y ninguno de esos países es una dictadura. Todos tienen muy buenas relaciones con EEUU. Supongo que ahí está la diferencia.
¿Felipe González referente d ela izquierda? Vd. está loco...
Pero no olvidemos lo que dijo también: "Por ahora". Éste no se rinde seguirá erre que erre hasta que lo consiga através del miedo, que eso si lo saben hacer muy bién los neo-dictadorzuelos, solo necesitan tiempo.
A Marcos: creo que le expresión "gorila" es la que se dedica habitualmente a los militares golpistas en Sudamérica.
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