El Blog de Javier Caraballo

Javier Caraballo es periodista de EL MUNDO. Es redactor Jefe de Andalucía y autor, de lunes a viernes, de una columna de opinión, el Matacán, sobre la actualidad política y social. También participa en las tertulias nacionales de Onda Cero, "Herrera en la Onda" y "La Brújula".

27 mayo 2007

Chaves anuncia. ¿Imprudencia o estrategia?

¿Fue un desliz o un anuncio meditado? ¿Una imprudencia o una estrategia bien pensada? El inesperado anuncio del presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, de que está meditando adelantar las elecciones autonómicas a otoño próximo ha cogido por sorpresa a casi toda la clase política, incluida la andaluza, que no acierta a explicarse ahora qué se esconde detrás del quiebro presidencial, si una jugada bien calculada o una inexplicable frivolidad. Para intentar llegar a algunas conclusiones fiables, es imprescindible conocer con detalle cómo, dónde y por qué se produjo el anuncio del presidente Chaves.

Suele ser una norma en las campañas electorales, que el presidente Chaves dedique una de las comidas o cenas a sentarse a charlar con los periodistas que siguen su caravana, en tono informal y generalmente en off de record. En esta ocasión, Chaves parece que quiso seguir esa costumbre, aunque no se trate de elecciones andaluzas y aunque, en realidad, ni siquiera se haya organizado una caravana de seguimiento de los mítines del presidente andaluz. El almuerzo no tenía otro objetivo que repasar las incidencias de la campaña. Ninguna revelación más, ningún secreto. Chaves acudió sólo, ni el portavoz del gobierno, ni ningún miembro de la ejecutiva socialista, como otras veces. Sólo se hizo acompañar de periodista del gabinete de prensa del PSOE. Todo transcurría entre la normalidad, la rutina y lo previsible hasta que un redactor de la Cadena Ser le preguntó al presidente por el adelanto de las elecciones. Entonces, la obviedad se transformó en revelación y el presidente confesó que está meditando adelantar las elecciones a otoño próximo.

Fue, ciertamente, una revelación notable porque, hasta hace tan sólo unos días, el presidente se ha mostrado tajante y ha desmentido siempre que piense adelantar las elecciones. De hecho, no tiene sentido adelantar unas elecciones cuando se dispone de una cómoda mayoría absoluta en el Parlamento. La cuestión es que, por ese motivo, porque el anuncio presidencia suponía una importante noticia, los asistentes al almuerzo recibieron durante el viernes al menos tres llamadas desde la sede del PSOE para recordarles expresamente que se trataba de un encuentro confidencial, no publicable.

Ocurre, sin embargo, todo lo contrario y a media tarde del viernes se filtra la noticia, se hace pública y la ejecutiva socialista se ve obligada a hacer una nota de desmentido parcial: Afirma que el presidente “no ha anunciado” un adelanto de las elecciones, sino que se trata exclusivamente de “una reflexión”. ¿Un desliz, una frivolidad o una jugada bien calculada? Sin descartar que el presidente de la Junta no haya calculado bien el alcance de sus palabras, no parece que Manuel Chaves pertenezca a esa clase de políticos que se envuelven en polémicas por declaraciones imprudentes. Pensemos en otra hipótesis. Pensemos, por ejemplo, que el presidente Zapatero ya ha decidido adelantar las elecciones generales después de que el vicepresidente Solbes haya comunicado su decisión de abandonar el gobierno y de que es muy difícil que el ejecutivo socialista pueda aprobar los presupuestos generales de 2008. Pensemos que el presidente ha decidido aprovechar la coyuntura que se le ofrece y adelantar las elecciones a octubre del próximo otoño, para hacerlas coincidir con el 25 aniversario de la mítica fecha del 28 de octubre de 1982, la primera gran victoria socialista de Felipe González. Pensemos que el presidente Zapatero ya se lo ha comunicado a Manuel Chaves y que le ha recordado la importancia de que haga coincidir las elecciones andaluzas en esa misma fecha, para tener movilizado el electorado andaluz, que, junto al catalán, fue decisivo en la victoria de Zp en marzo de 2004. Pensemos que el fiel y disciplinado Manuel Chaves, como en tantas ocasiones, ha antepuesto el interés del partido al de la comunidad que preside y al suyo propio y ha accedido al adelanto de las elecciones andaluzas, a pesar de que la tensión de la política nacional le perjudica.


Pensemos, finalmente, que, una vez Chaves ha accedido a los deseos de Zp, lo único que ha solicitado es poder adelantarse y, aparentemente, marcar el camino. De ahí que Chaves sea quien anuncie un adelanto de las elecciones andaluzas, para que sea posteriormente Zapatero el que haga coincidir las generales y nadie pueda culpar a Chaves de supeditar el interés de la autonomía andaluza al de la lucha por La Moncloa. ¿Y por qué a dos días de las elecciones? Si el PSOE alberga serias dudas sobre el resultado de que las elecciones de hoy domingo, lo lógico es separar, desvincular totalmente de cualquier posible fracaso electoral el anuncio de un adelanto de las elecciones andaluzas o generales.

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