El Blog de Javier Caraballo

Javier Caraballo es periodista de EL MUNDO. Es redactor Jefe de Andalucía y autor, de lunes a viernes, de una columna de opinión, el Matacán, sobre la actualidad política y social. También participa en las tertulias nacionales de Onda Cero, "Herrera en la Onda" y "La Brújula".

26 febrero 2007

Broncas



Incluso después de reconocer que una vez se fumó un porro de marihuana, el líder de los tories británicos, David Cameron, avanza decidido en las encuestas del Reino Unido. Carrera meteórica. En un par de años, ha ascendido al liderazgo de los conservadores, ha cambiado la tendencia negativa de voto de los tories durante un decenio y puede terminar sucediendo a Blair. Anda por los cuarenta años y sólo lleva de diputado desde 2001. Gracias a su discurso moderado, le han bastado cinco años para ascender de la base a la cima del partido que tuvo de líderes a Churchill y a Thatcher.

Para la política doméstica, la evolución de Cameron, un liberal que combate a los neoconservadores, es interesante porque permite establecer algunos paralelismos con la derecha española. Es ese ‘viaje al centro’ que ridiculizó en su día Alfonso Guerra (“de dónde vendrían, que nunca llegan”) y que, paradójicamente, ha vuelto a plantearse en esta legislatura con más fuerza que nunca. Y el mismo Aznar que refundó y centró a la derecha española, es el que aparece ahora tirando de las riendas del PP hacia la derecha.

Como en tantas ocasiones, no se trata tanto de grandes diferencias políticas, aunque existen, sino de formas de hacer política. Quienes defienden una política implacable, más ruda y agresiva, recelan de quienes propugnan posiciones más centristas, más abiertas y amables. Lo curioso es que, aunque el líder del PP, Mariano Rajoy, se inclina por esta política más centrada, parece que lo que exigen los electores más fieles de este partido des una mayor agresividad contra el PSOE. Ni un minuto de descanso, confrontación total. El Estatuto andaluz ha sido el último ejemplo.

Ahora que nos embarcamos en un largo periodo electoral, la radicalización crecerá como una tentación junto a los discursos. Y sólo si los dirigentes de ese partido tienen claro que la bronca es la vía equivocada, el PP dejará de empatar en todas las encuestas españolas, lo que querrá decir que en Andalucía volverá a acariciar el sueño del empate.

Hace unos días, Nicolás Redondo Terreros decía en la radio que en la sociedad española existe un sentimiento muy distinto cuando se enfrenta a la política. Y mientras el PSOE es un partido querido, el PP es visto como un partido necesario. Tiene razón; esa visión está adherida al tejido sociológico español y no parece que se vaya a borrar en muchos años. Quien más claro lo ha tenido siempre ha sido el PSOE, encantado con la política de la confrontación y de bronca permanente del PP.

La bronca es la tentación, el alivio, el trapo rojo que siempre le tiende el PSOE. La bronca los dejará descansados y henchidos, pero no es inteligente. Porque sin pretenderlo, con la bronca, el PP está apelando al subconsciente colectivo, no a la actualidad política.

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12 Comments:

At 26 febrero, 2007 12:08, Blogger Unknown said...

De nuevo, en desacuerdo contigo, Javier.

Cameron no sólo ha introdcucido "moderación". Son muchos los cambios que Cameron ha introducido. Por hablar de los más evidentes, ha comenzado a usar internet como un medio realmente relevante con sus código y usos propios: no hacer falta que ver su web webcameron o su blog . Incluso invita a otros a escribir en su blog de invitados o a cualquiera que se registre en su blog de usuarios/seguidores. Ha creado una comunidad a su alrededor y de sus ideas. Quien quiera saber qué piensa sobre algo no tiene que buscar en los oráculos de los medios o los boletines oficiales.

Camero invierte parte de su tiempo en grabar videos (lo de que escriba su blog no puedo asegurarlo) Incluso se va a Suecia a "aprender cómo el primer ministro ganó las últimas elecciones desde la oposición".

Lo que más me gusta de él es que ha obvidado esa falsa dicotomía duro-blando y ha saltado a posicionarse sobre temas (issues lo llama ellos) concretos en ámbitos en los que esos temas son relevantes, no sólo en clientelas cautivas y convencidas.

Esa línea izquierda-derecha en la que se aplastan las opiniones, las ideas, los matices, ha atrapado a nuestros políticos (y a la mayoría de los medios). En eso estoy de acuerdo contigo: en esa batalla, en esa línea, tienen desventaja el pp. Allá ellos.

 
At 26 febrero, 2007 13:54, Blogger GFO said...

Este debate es una milonga, que cada cierto tiempo vuelve a escena.En el 96 antes de las elecciones,resurgieron los gurús con la pócima Panorámix de la "moderación centrista".
Ganó Aznar.Pero quien desalojó a Gonzalez/Mister X fue el Crimen de Estado y la corrupción.
Si Zapatero cae,será por que el pueblo español no trague ante la rendición frente a ETA y el desmantelamiento del modelo de Estado,no por que triunfe el modelo Gallardón/Arenas/Piqué de cogersela con papel de fumar y sacar el manual politicamente correcto de los eufemismos centristas y bizcochables.

Coda:
No se puede comparar Inglaterra y su concepción de la politica con la nuestra.Allí jamás habría asaltos a las sedes de un partido tras una matanza como la de Atocha.
Apostilla:
Como dice Samuel Huntington "el mundo no esta para optar por el colo gris de la indefinición moral e ideológica.Hay que posicionarse."

 
At 26 febrero, 2007 15:28, Anonymous Anónimo said...

De acuerdo con casi todo lo que dice Javier y bastante discrepancia con mi tantas veces admirado/a gutiforever. Si algo encabrona a nuestra sociedad civil es el guerracivilismo que muchos pretenden mantener en candelero: la dicotomía excluyente blanco/negro, rojo/azul, derecha/izquierda… La televisión, el cine de antaño, no eran en blanco y negro como resumidamente, pura pereza mental, se definía, sino con una cuasi infinita gama de grises que permitía la sabia, exquisita administración de luces y sombras.

¿Habrá algo más estúpido que un referendum al sí o al no? O porra dentro o porra fuera. Pues no. Afortunadamente nos quedó la opción de no votar, votar en blanco o votar nulo. No es solamente el pesoe el que se beneficia del cara a cara. También el pepé presume al frente de sus incondicionales y se baña en plomo para blindar su suelo electoral. Pero hay –habemos- mucha gente que desearía una política más reflexiva y menos beligerante. No política de pareados sino de párrafos claros –y clarificadores-, expresivos y racionales.

Me han insultado en el Nervión y en el Heliópolis –disculpen que no nombre al fulano del tupé- siempre por lo mismo: porque yo no gritaba, no insultaba, no botaba, no hacía ninguna ola ni me colgaba bufandas en el calor sevillano. Y en política, igual.

 
At 26 febrero, 2007 15:53, Anonymous Anónimo said...

Me da que en la Gran Bretaña el hooliganismo se reserva para el fútbol y el porcentaje de preconvencidos es menor que a este lado del Peñón.

 
At 26 febrero, 2007 17:03, Anonymous Anónimo said...

Me chirría eso de "a pesar" de haber reconocido que se fúmó un porro. Pues resulta que a lo mejor se han hecho menos hipócritas y empiezan a ver normal y a aplaudir que se reconozca que con 18 años no pasa nada por fumarse un porro. Lo patético es Cayetana, a su edad y en la tele. A lo mejor por eso de que no todo el mundo comulga con el guerracivilismo será por lo que yo veo futuro a Ciudadanos.

 
At 26 febrero, 2007 17:08, Anonymous Anónimo said...

Por cierto, Luis, gracias por ponernos los enlaces y comprobar así que Cameron está hablando del último informe de Unicef que habla de los problemas de infelicidad de los niños del primer mundo, un informe que aquí ha sepultado la memoria histérica, la estatupidez, y esas cosas tan importantes. Por lo menos en la costa nos queda poder escuchar la BBC en la radio del coche o llevar a los niños a colegios ingleses de verdad a ver si se les pega un barniz democratico de siglos.

 
At 26 febrero, 2007 17:31, Anonymous Anónimo said...

Esto es lo que dice Pablo Sebastián hoy en su columna de ABC, casi coincidente con la de Javier Caraballo( yo empezaría a preocuparme seriamente,Javier).:

"....de lo contrario,Rajoy habría cambiado a sus más desgastados dirigentes sin esperar al congreso del otoño, sobre todo porque Acebes y Zaplana saben que están en el punto de mira de la dirección del PP e intentarán, como lo hicieron hasta ahora, favorecer las posiciones más conservadoras y el discurso de la crispación, que es donde ellos tienen puestas todas sus esperanzas de continuar, en lugar de ofrecer al PP una mejor oportunidad dando un paso atrás."

 
At 27 febrero, 2007 13:44, Blogger Lopera_in_the_nest said...

¿Porqué tiene uno que preocuparse de coincidir con alguién si el argumento es correcto?. Recuérdese lo de Agamenón y su porquero.
El debate de las ideas y de la forma de trasladarlas a la sociedad es de suficiente interés como para ser tratado muy en serio. ¿Existe una sociedad civil lo suficientemente sólida como para saber distinguir "la voces de los ecos"?. ¿Existe una "clase política" lo suficientemente cualificada, como para mostrar a la sociedad los auténticos debates de los problemas "reales" de ésta?.

 
At 28 febrero, 2007 16:40, Anonymous Anónimo said...

Que va a ser Cameron un liberal, Javier. En realidad, es el típico conservador paternalisto-dirigista-socializante, todo gasto público, todo estatismo, todo intervencionismo, todo socialismo (socialismo de derechas, con otras excusas, pero en el fondo con la misma mentalidad de querer dirigir centralizadamente la sociedad desde el Estado para intentar imponernos a los demás aquellos valores que ellos consideran importantes o que les benefician electoralmente, no importa si es meterse a sustituir a los padres en la educación de los hijos o los mantras de los muy carcas movimientos ecosandía o antiglobalización) y que, además, al modo hispánico gallardonita, no duda en vestirse de lagarterana progre con tal de conseguir votos.

Porque, vamos a ver, si gobierna, ¿piensa Cameron hacer lo que, en coherencia con el principio liberal de no injerencia de los gobiernos en la esfera privada de los individuos, defendemos los liberales que hay que hacer con las drogas, que es liberalizarlas completamente, dejando claro a la vez que no se nos va a hacer correr a los demás con las irresponsabilidades ajenas a través de, por ejemplo, la sanidad pública? ¿O esto no es más que una mera pose cosmético-centrista y gallardonita? Pues entonces que se calle y no haga más el tonto. Que no nos tome más el pelo. Que no ande gallardoneando en estas cosas accesorias para luego en lo esencial salir con estas milongas populistas que a buen seguro, gracias al inmenso trabajo de Thatcher, ya no se creen allí ni los laboristas. Yo, desde luego, frente a este tontiprogre, me quedo con Blair.

En el fondo, es eso que decía Arthur Seldon de que los socialistas son demasiado conservadores y los conservadores, demasiado socialistas. Tan carca tan carca es Gallardón –como Cameron- que tiene que andar allanándose a todas las banderas de la izquierda por ver si así le perdonan la vida. Cuando lo asombroso es que no sea a los socialistas a los que, dado su fracaso, tengan que estárseles pidiendo cuentas.

Tal como yo lo veo, el problema de la derecha española no va de ser broncos o dejar de serlo sino más bien de darse cuenta de una vez de que esto de la política no se trata tanto de ser tecnocratillas hacendosos maricomplejinescos descafeinados en lo ideológico (como lo son los sorayos, los anapastores, los elorriagas, los piqués, los arenas y todos estos democristianos y asimilados, por mucho que se disfracen de liberales) como de atreverse de una buena vez a plantar la batalla intelectual al socialismo. Eso, naturalmente, si es que alguna vez quieren jugar, no al cortoplacismo de ganar las próximas elecciones, sino a sembrar: a ir cimentando una mayoría sociológica que les permita ampliar su base para el futuro. Es lo que hizo el partido republicano en Estados Unidos a partir de la era Reagan. Y los resultados están ahí: de las últimas diez elecciones presidenciales, la derecha ha ganado siete. Y cuando –como la última vez- han perdido la mayoría en las Cámaras ha sido precisamente por alejarse de ese ideario liberal-conservador con cosas como el aumento del gasto público y la presión fiscal.

Pero mientras, como ahora, se sigan empeñando en ser tan dirigistas, tan socialistas como como los otros; en defender –como le oí decir ayer a Teófila Martínez en COPE- que lo de Delphi se debe a que la Junta no ha hecho políticas industriales (¿cuándo se van a enterar estos tíos de que lo que necesita la economía no es tener a políticos jugando a arúspices de los mercados sino precisamente que los políticos saquen las manos y dejen de enredar?). Mientras digan que la educación lo que requiere es más gasto público en vez de competencia y libertad. Mientras, en suma, se empecinen en seguir fomentando ideas estatistas y anti-individualistas –que son las del contrario-, lo que harán es irse metiendo cada vez más en la boca del lobo. Ganarán sólo cuando el otro lo haga muy muy rematadamente mal, pero nada más.

Algo de eso trató de decirles José Carlos Rodríguez el otro día aquí y yo más airadamente en los comentarios de allá . Pero la derecha sin remedio parece ser que no se entera. O no se quiere enterar.

 
At 28 febrero, 2007 17:12, Anonymous Anónimo said...

Respecto a lo que dice Luis Rull Muñoz, le desaconsejo el viaje a Cameron. Estoy segura de que las ideas y el activismo de Norberg han contribuido mucho más al triunfo de los liberal-conservadores en Suecia que sus propios líderes. Le recomiendo que empiece por ojear su blog . Y a los peperos españoles también.

 
At 28 febrero, 2007 17:25, Anonymous Anónimo said...

Uy, me acabo de dar cuenta de que, inexplicablemente, el enlace al artículo de José Carlos Rodríguez de antes salió mal. El bueno es este . Perdón.

 
At 01 marzo, 2007 13:38, Blogger Unknown said...

Mónica: me temo que mi análisis no es tanto sobre la propuesta ideológica de Cameron sino sobre la forma de presentar ese contenido, que me parece más respetuoso con los ciudadanos, puesto que realmente informa sobre determinadas posturas, sobre todo si lo comparamos con España.

 

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