¿Baraka?
Yo no sé qué tiene Zapatero últimamente. El miércoles convocó en Ibiza una cumbre hispano-italiana, se hizo unas fotos abrazado a Prodi y ayer mismo, nada más regresar a Roma, Prodi presentó la dimisión. Mira que ha sorteado crisis Romano Prodi en su vida política; mira que ha atravesado desiertos desde que, en 1978, lo hizo ministro el viejo zorro de la política italiana Giulio Andreotti, aquel que acabó envuelto en corrupción y salvado por la campana de la prescripción. Mira que se ha enfrentado a imperios políticos y a adversidades en la presidencia de la Unión Europea, desde la entrada del euro hasta la ampliación a los veinticinco.
En todo momento, como huesecitos de aceituna que se van tirando, Prodi ha ido sorteando obstáculos. Hasta que llegó antier a Ibiza. No ha hecho más que venir a España, dejar que Zapatero le eche el brazo por el hombro, «Romano, amigo, nosotros sí que nos entendemos bien, no cómo Aznar y Berlusconi», y a Prodi se le ha ido la presidencia al garete. En Italia, incluso en Italia donde no suele ser noticia la inestabilidad política, estaban ayer haciendo cálculos para comprobar si Romano Prodi ha batido un récord como presidente efímero. Su segundo gobierno sólo le ha durado 281 días.
Yo no sé lo que tiene Zapatero últimamente, pero parece que le han cambiado los vientos de la buena suerte. De la baraka, ¿se acuerdan? En diciembre, vaticinó el final de ETA y lo que, en realidad, estaba por llegar era un brutal atentado. En febrero, se vino a Andalucía a hacer campaña del referéndum, y las urnas han batido el récord de abstención. Allí donde fue, a Dos Hermanas, resulta que fueron más gente a su mitin (30.000 personas) que a los colegios electorales (sólo 27.000 votantes). Y ayer, después de que la ejecutiva federal del PSOE se congratulase por la aprobación del Estatuto andaluz, viene Rodríguez Ibarra y anuncia en Sevilla un recurso de inconstitucionalidad. Cómo no estará el patio socialista que el presidente Chaves, que tenía previsto acompañarle en el acto público, se tuvo que marchar. Llega Ibarra a Sevilla, y el que sale es Chaves. No te digo.
Romano Prodi, que le dicen ‘Il Professore Mortadela’ por su origen boloñés, buscaba un «cambio sereno» en Italia y se ha encontrado con un final acelerado. Entre los detalles más recientes de su biografía, figura un encuentro con Zapatero en el que, por lo que se ha contado, Romano Prodi eludió fotografiarse con el presidente español. Prodi es probable que se oliera algo: a sus años, además, parece que le irritaba la comparación con Zapatero. «El zapaterismo es imposible aquí», decía. Lo negaba porque, aunque defendía un cambio de política en Irak , nunca se le pasó por la cabeza abanderar una escandalera antiamericanista como hizo ZP. Se resistió a la foto hasta que antier se la hizo. Y ya ven. Fulminante. ¿Quién dijo baraka?
1 Comments:
Joder, que pronto se ha quedado viejo su post.
Leo en su periodico
"La coalición de Prodi le respalda para que sea de nuevo primer ministro tras dimitir"
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