El silogismo
La salida de Chaves de la presidencia de la Junta de Andalucía ha llevado al socialismo andaluz a un silogismo interesante: ‘Se ha ido Manuel Chaves, luego Javier Arenas tiene un problema’. En realidad, el silogismo completo contempla una segunda premisa, esencial, que es en realidad la que conduce a la conclusión final, ‘Chaves se marcha, lo hace porque lleva veinte años en la Junta de Andalucía, luego Javier Arenas tiene un problema’.
Tal y como funcionan las cosas en los partidos políticos, ya verán cómo a partir de ahora el silogismo anterior se convierte en argumento exclusivo de los principales dirigentes del PSOE de Andalucía, cada vez que se pregunte por la marcha de Chaves, por la estrategia de Zapatero, por el candidato que le suceda en 2012 o por los nuevos planes en la Junta de Andalucía, cualquier cosa, la respuesta será siempre la misma: “Mire usted, quien tiene que dar explicaciones ahora es Javier Arenas; en el PSOE ya se ha dado la renovación…” Lo repetirán en cada entrevista, en cada rueda de prensa, y lo replicarán los voceros del régimen allá donde vayan, allá donde escriban. De la misma forma que hasta antes de ayer se afirmaba que el deseo íntimo de Arenas era marcharse a Madrid. Pues eso, la técnica siempre es la misma y se trata de ocultar las explicaciones que se exigen trasladando la responsabilidad al adversario. Como en Andalucía, el PSOE tiene un potente aparato de propaganda, la consigna se repetirá multiplicada.
-- Vale, pero, aunque el silogismo sea una estrategia del PSOE y aunque sea falso que el PSOE se ha renovado, ¿no es una locura que la conclusión de Arenas sea enrocar el partido y seguir como si nada hubiera pasado?
Ciertamente, es así. Ya le preguntábamos hace unos días en este periódico al propio líder del PP que, como en las próximas elecciones andaluzas el candidato del PSOE ya no será Chaves, sino que será una persona distinta, nueva, quien corre el peligro de parecer gastado, amortizado, antiguo, será Javier Arenas. Incluso los índices de conocimiento que tanto se valoran en las encuestas, puede perjudicar en este caso al PP: Aunque el candidato sea Griñán, aunque lleve treinta años entre la Junta de Andalucía y el Gobierno, como la gente no lo conoce, parecerá nuevo, recién llegado, mientras que Arenas, que sí es muy conocido, se le puede identificar con el pasado.
Sostiene Arenas, y tiene razón, que es un contrasentido considerar amortizado un proyecto político que no se ha aplicado jamás en Andalucía. Sí, es verdad, de la misma forma que todos tienen claro que el triunfo en política, sobre todo en la sociedad actual, se guía por técnicas de mercado, en las que la apariencia, la imagen que se transmite, las sensaciones de confianza y frescura que se infunden en la sociedad, son tan importantes como el mensaje. Habrá pues, campaña interesada del PSOE sobre un silogismo falso, pero no iba a ser la primera vez que la política andaluza se construye sobre ese campo minado. Lo cual que, ya que las cosas son como son, el PP tendría que aprovechar que, según dicen las encuestas, está en su mejor momento en Andalucía para completar la renovación del centro derecha andaluz que nunca llega a culminar y abrirse más a la sociedad. También al PP le hacen falta caras nuevas e ideas nuevas, otro impulso. No hacerlo, o sea, será cargar de razones la burda estrategia del silogismo falso.
Tal y como funcionan las cosas en los partidos políticos, ya verán cómo a partir de ahora el silogismo anterior se convierte en argumento exclusivo de los principales dirigentes del PSOE de Andalucía, cada vez que se pregunte por la marcha de Chaves, por la estrategia de Zapatero, por el candidato que le suceda en 2012 o por los nuevos planes en la Junta de Andalucía, cualquier cosa, la respuesta será siempre la misma: “Mire usted, quien tiene que dar explicaciones ahora es Javier Arenas; en el PSOE ya se ha dado la renovación…” Lo repetirán en cada entrevista, en cada rueda de prensa, y lo replicarán los voceros del régimen allá donde vayan, allá donde escriban. De la misma forma que hasta antes de ayer se afirmaba que el deseo íntimo de Arenas era marcharse a Madrid. Pues eso, la técnica siempre es la misma y se trata de ocultar las explicaciones que se exigen trasladando la responsabilidad al adversario. Como en Andalucía, el PSOE tiene un potente aparato de propaganda, la consigna se repetirá multiplicada.
-- Vale, pero, aunque el silogismo sea una estrategia del PSOE y aunque sea falso que el PSOE se ha renovado, ¿no es una locura que la conclusión de Arenas sea enrocar el partido y seguir como si nada hubiera pasado?
Ciertamente, es así. Ya le preguntábamos hace unos días en este periódico al propio líder del PP que, como en las próximas elecciones andaluzas el candidato del PSOE ya no será Chaves, sino que será una persona distinta, nueva, quien corre el peligro de parecer gastado, amortizado, antiguo, será Javier Arenas. Incluso los índices de conocimiento que tanto se valoran en las encuestas, puede perjudicar en este caso al PP: Aunque el candidato sea Griñán, aunque lleve treinta años entre la Junta de Andalucía y el Gobierno, como la gente no lo conoce, parecerá nuevo, recién llegado, mientras que Arenas, que sí es muy conocido, se le puede identificar con el pasado.
Sostiene Arenas, y tiene razón, que es un contrasentido considerar amortizado un proyecto político que no se ha aplicado jamás en Andalucía. Sí, es verdad, de la misma forma que todos tienen claro que el triunfo en política, sobre todo en la sociedad actual, se guía por técnicas de mercado, en las que la apariencia, la imagen que se transmite, las sensaciones de confianza y frescura que se infunden en la sociedad, son tan importantes como el mensaje. Habrá pues, campaña interesada del PSOE sobre un silogismo falso, pero no iba a ser la primera vez que la política andaluza se construye sobre ese campo minado. Lo cual que, ya que las cosas son como son, el PP tendría que aprovechar que, según dicen las encuestas, está en su mejor momento en Andalucía para completar la renovación del centro derecha andaluz que nunca llega a culminar y abrirse más a la sociedad. También al PP le hacen falta caras nuevas e ideas nuevas, otro impulso. No hacerlo, o sea, será cargar de razones la burda estrategia del silogismo falso.
Etiquetas: Junta de Andalucía, Partido Popular, Política
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