El Blog de Javier Caraballo

Javier Caraballo es periodista de EL MUNDO. Es redactor Jefe de Andalucía y autor, de lunes a viernes, de una columna de opinión, el Matacán, sobre la actualidad política y social. También participa en las tertulias nacionales de Onda Cero, "Herrera en la Onda" y "La Brújula".

08 abril 2009

El ilusionista


El ilusionista no es un simple mago. Un ilusionista es capaz de cautivar a un auditorio completo, embobarlo mientras se apagan las luces y en el escenario aparecen y desaparecen objetos, animales y personas. Un ilusionista tiene dotes de vidente, poderes sobrenaturales. Zapatero, a su manera, ha sido siempre más ilusionista que líder político. ¿Qué otra cosa es la baraka sino un poder sobrenatural para salvar los momentos de apuros, un aura invisible de placidez, un perfume de ensueño, el canto invisible de las sirenas de la mitología griega?

De hecho, Zapatero se ha hecho incontestable en el PSOE por sus dotes de ilusionista. A diferencia de otros líderes, Zapatero se hace con el control absoluto del PSOE gracias a que logra demostrar a todos dentro del partido, a los adeptos, a los indiferentes y a los enemigos, que la suerte está de su parte. Que, hasta lo más inexplicable, todo le sale bien. Primero, en el congreso federal del PSOE. Luego, en las elecciones de marzo de 2004. Y, entre unas y otras, con detalles intermedios como otras elecciones más o sus relaciones con los nacionalistas catalanes, vascos y gallegos, que lo seguían como los niños del flautista de Hamelín.

El problema de todo ilusionista llega cuando, un día, ya no sale el truco. Entonces las sirenas que quedan afónicas y se levanta un aire que se lleva por delante el aura, el perfume y hasta las arrugas del traje. Ese es el problema de Zapatero, que le falle el truco, la baraka. Sería tan drástico el cambio que una idea, un proyecto o una omisión pasa en un instante de ser una brillante iniciativa a una inexplicable estupidez; una valiente propuesta a una insensata majadería. El ilusionista cuando no genera ilusión se convierte en un tipo patético, un gilipuertas lamentable.

¿Le está fallando a Zapatero la baraka? Esa es la cuestión, la clave de todo. Ayer, por ejemplo, cuando anunció su nuevo Gobierno... Su ‘golpe de efecto’ fue demoledor: «Estamos atravesando una grave crisis económica, la coyuntura internacional exige un cambio de ritmo.... Y por ello he decidido asumir personalmente la secretaría de Estado del Deporte». Impresionante, o sea. No dice que va a asumir la economía, que va a vigilar la Hacienda pública o las finanzas autonómicas. No las reformas laborales, no, su apuesta es el Deporte. ¿Cómo se verá este cambio de Gobierno si a Zapatero le falla la baraka?

Habrá que esperar. Pero como todo esto pertenece a lo sobrenatural, ayer, cuando el presidente acabó de anunciar el Gobierno tropecé con una coincidencia notable: En la radio dieron la noticia de la muerte de Mari Trini y, de fondo, sonaba una canción de los tiempos en los que presidente se asomó a los ojos grandes de Sonsoles y le propuso un ‘proyecto compartido’. «Por qué a mí, se me ha caído/ una estrella en el jardín./ Ahora no sé qué hacer contigo/ voy a agarrarte, voy a adorarte/ y lanzarte a tu cielo». Una estrella caída... En fin.

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1 Comments:

At 11 abril, 2009 10:03, Blogger Panduro said...

Asume la secretaría de Estado del Deporte. Llama a filas a los teloneros con el nombramiento de la nueva ministra de cultura. Pone a alguien de su nivel (poco más o menos) en economía. Cambia un cuentachistes por una majorette en sanidad. Coloca a Chaves de pareja de baile de la vicepresidenta. Y finalmente, consigue el más difícil todavía en fomento.

Desde luego, hay que reconocerle coherencia al tipo.

 

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