Guanderfú
“Qué guanderfú, ni guanderfú, esto está de lujo…” Se lo dice la camarera a unos turistas ingleses que almuerzan en una terraza. Ellos están comiendo algo, una ensalada con aceite de Osuna, tomates de Almería y vinagre de Jerez, pongamos por caso, y cuando la camarera se les acerca, ellos se deleitan chupándose los dedos, it's wonderful. “¿Guanderfú?, Qué guanderfú, ni guanderfú, esto está de lujo”. Así transcurre, más o menos, uno de los anuncios televisión con los que la Consejería de Agricultura ha comenzado a difundir de nuevo la campaña “Andalucía está de lujo”. Y claro que está muy bien que en esta época se difunda la calidad de los productos andaluces, que en pocas cosas es tan competitiva Andalucía como en la calidad de los productos que tienen denominación de origen. Y naturalmente que la expresión “esto está de lujo” se utiliza en la calle, no es ninguna invención. No, no, todo eso está bien, lo único que ocurre es que, una vez más, se vuelve a caer en lo mismo, el andaluz asociado al camarero que no tiene ni pajolera idea de inglés y luce con desahogo su ignorancia. No pasa nada, es sólo que entre estos anuncios publicitarios de 2008 y las películas de la posguerra de la grandiosa Antoñita Colomé, pongamos por caso, no hay ninguna diferencia en el tratamiento del andaluz.
Esa es la cuestión, que en treinta años de autonomía se tendría que haber avanzado algo en la normalización del habla andaluza; que los andaluces sepan que existe un habla culta que nada tiene que ver con la gracia ignorante del políngano y el guanderfú. Que los andaluces sepan que todo eso, esa galería de tópicos andaluces con los que se identifica su forma de hablar, es un sambenito que arrastramos desde la mirada sesgada de los viajeros románticos del siglo XVIII, y que, a partir de ahí, se han perpetuado siglo tras siglo. Que los andaluces sepan que el tópico ha sido la forma más eficaz para combatir el habla andaluza que, como otras hablas de España, está en tensión con la norma madrileña desde el final de la Reconquista. “A lo largo del XVI (…) el traslado de la corte de Valladolid a Madrid y el consiguiente flujo de habitantes provenientes del norte dio prestigio a determinadas diferencias fonológicas, elevándolas a la categoría de norma. Madrid, convertida en capital del reino, ejercerá su presión para imponer su norma lingüística”, se afirma en un estudio de la Universidad de Sevilla sobre las características de “las hablas andaluzas” hace cuatrocientos años.
“Qué guanderfú, ni guanderfú, esto está de lujo…” La tristeza, en fin, no la produce la campaña ni el camarero; la tristeza es contemplar que habría de llegar a Andalucía un gobierno autonómico por primera vez en su historia, que se multiplicarían las universidades y que nacería una televisión andaluza, y que, después de todo eso, lo de siempre: el habla andaluza, para la gracia y el chiste; el castellano, para lo culto y para lo serio.
Etiquetas: Andalucía, Junta de Andalucía
1 Comments:
Desde luego, de lujo. Vean si no estos datos:
1. El 18 por ciento de la población española vive en Andalucía.
2. Más del 23 por ciento de los parados en España son andaluces.
3. El 11 por ciento de la inversión en I+d+i (Investigación, Desarrollo e Innovación) que se hace en España, se hace en Andalucía.
Conclusiones:
Pues escriban lo que quieran, y sobre todo sigan votando lo que quieran.
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