Maraña
Poco más de un mes ha bastado para que en la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir se perciba ya con claridad que es la Junta de Andalucía quien manda, la que tiene ahora las competencias. Cuatro o cinco semanas y, zas, aquellas oficinas se han empapado de la lógica autonómica, de sus señas de identidad, de su estilo y de su norma. Por ejemplo, observen la agenda del pasado miércoles. Es literal: “En Sevilla, la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) presenta a colectivo sociales, ecologistas, sindicatos, comunidades universitarias y partidos políticos el Esquema Provisional de Temas Importantes”. Es fantástico, o sea; cada vez queda menos para que uno de estos días se haga realidad la Dirección General de Pajaritos de Colores.
¡Esquema Provisional de Temas Importantes! Hay que pasmarse con el invento, porque seguro que también habrá un Esquema Provisional de Temas Relativos y otro más de Temas Menores. Y todos ellos, además, pasarán en sucesivas reuniones por ‘mesas de trabajo multidisciplinares’ para elaborar primero el ‘borrador’, luego el ‘esquema provisional’ y, finalmente, el ‘esquema definitivo’. Entonces, se disuelve y se crea una Comisión de Seguimiento del Esquema. ¿Se ve o no la mano de la Junta?
Lo cual, que es inevitable el recuerdo de aquel libro de “La trampa del consenso” que escribió el periodista Thomas Darnstädt sobre el embrollo de la federación alemana, presa con los länder de los mismos vicios paralizantes que la administración autonómica española. En Alemania, lo llaman ‘politikverflechtung’, es decir “maraña política”. Se cuenta en ese libro, que es un irónico alegato contra la interminable burocracia política, que en una ocasión se citaron en Alemania politólogos de todo el mundo para conocer cómo funcionaba el federalismo en distintos países. “La conclusión a la que llegaron es que en ninguna otra parte del mundo existe una locura semejante a la que se da en Alemania. Dieciséis estados pequeños que se embrollan mutuamente para que ninguno pueda hacer nada sin el otro”.
El estado autonómico español tiene, desde luego, grandes diferencias con el estado federal alemán pero es probable que el embrollo final sea similar en ambos. Con la diferencia de que, tras las últimas elecciones, en Alemania los dos principales partidos políticos decidieron aparcar sus diferencias, formar un gobierno de coalición y emprender reformas en el estado federal para agilizar el Estado y dinamizar la economía. Y ni una cosa ni la otra se divisa en el horizonte de la política española; ni gran coalición ni reestructuración del Estado autonómico sino todo lo contrario. Sepamos, en cualquier caso, que la consecuencia de este absurdo es, por un lado, un Estado enormemente caro y, por otro, una administración enrevesada, divida por tres. Para salir de la crisis económica, quizá tendríamos que empezar por ahí. Pero eso, ya ven, no figura en ningún Esquema de Temas Importantes.
¡Esquema Provisional de Temas Importantes! Hay que pasmarse con el invento, porque seguro que también habrá un Esquema Provisional de Temas Relativos y otro más de Temas Menores. Y todos ellos, además, pasarán en sucesivas reuniones por ‘mesas de trabajo multidisciplinares’ para elaborar primero el ‘borrador’, luego el ‘esquema provisional’ y, finalmente, el ‘esquema definitivo’. Entonces, se disuelve y se crea una Comisión de Seguimiento del Esquema. ¿Se ve o no la mano de la Junta?
Lo cual, que es inevitable el recuerdo de aquel libro de “La trampa del consenso” que escribió el periodista Thomas Darnstädt sobre el embrollo de la federación alemana, presa con los länder de los mismos vicios paralizantes que la administración autonómica española. En Alemania, lo llaman ‘politikverflechtung’, es decir “maraña política”. Se cuenta en ese libro, que es un irónico alegato contra la interminable burocracia política, que en una ocasión se citaron en Alemania politólogos de todo el mundo para conocer cómo funcionaba el federalismo en distintos países. “La conclusión a la que llegaron es que en ninguna otra parte del mundo existe una locura semejante a la que se da en Alemania. Dieciséis estados pequeños que se embrollan mutuamente para que ninguno pueda hacer nada sin el otro”.
El estado autonómico español tiene, desde luego, grandes diferencias con el estado federal alemán pero es probable que el embrollo final sea similar en ambos. Con la diferencia de que, tras las últimas elecciones, en Alemania los dos principales partidos políticos decidieron aparcar sus diferencias, formar un gobierno de coalición y emprender reformas en el estado federal para agilizar el Estado y dinamizar la economía. Y ni una cosa ni la otra se divisa en el horizonte de la política española; ni gran coalición ni reestructuración del Estado autonómico sino todo lo contrario. Sepamos, en cualquier caso, que la consecuencia de este absurdo es, por un lado, un Estado enormemente caro y, por otro, una administración enrevesada, divida por tres. Para salir de la crisis económica, quizá tendríamos que empezar por ahí. Pero eso, ya ven, no figura en ningún Esquema de Temas Importantes.
Etiquetas: Burocracia, Junta de Andalucía
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home