Reformas
Los colegas de Expansión contaban hace poco que el director del Financial Times, Lionel Barber, reunió a finales del año pasado a sus cuatrocientos empleados para marcarles las líneas informativas que, a su juicio, iban a predominar en 2008. Y las señaló: «Sarkozy, Rusia y el descalabro de las economías española e irlandesa». Lo que da escalofríos no es el acierto pleno de ese tipo, no, lo que sobrecoge es recordar cuál era el discurso oficial en España en esas mismas fechas, endulzado y falseado al alza por la campaña electoral. Y más pavor aún produce contemplar el discurso que se sigue manejando en la actualidad.
«Veo a mucha gente complaciente en España», dijo uno de los jefes del Financial Times cuando vino a España hace unos meses y comprobó que aquí las cosas siguen igual, que afrontar la crisis significa negar los datos y aprobar subvenciones para problemas pasados, como el intento de revitalizar ahora la construcción de viviendas de VPO cuando el problema ya es otro; ahora la crisis financiera está dejando vacías viviendas que ya están construidas y adjudicadas. Claro que si las subvenciones a estas alturas para construir VPO suena sólo a reparto de dinero, a tapabocas, la propuesta del Partido Popular de que el Gobierno avale a los inquilinos de esas viviendas es directamente una boutade propia del calor de agosto. Sólo faltaba eso, que la Junta se pusiera a firmar hipotecas y que el ‘Cobrador del Frac’ tuviera que montar una oficina junto al Parlamento andaluz, para tener más a mano a los avalistas de morosos. Y es la derecha liberal quien hace la propuesta, o sea.
En fin, que la cuestión no está en esas bagatelas sino en otra de las afirmaciones que realiza el propio líder del PP andaluz, Javier Arenas: Hacen falta reformas profundas. En realidad, hace dos décadas que se necesitan reformas profundas en el modelo productivo español, pero el espejismo de la construcción –todo ha sido anormal en ese sector, los precios, el capital volcado en el ladrillo, la especulación, los pelotazos, los mangazos...– hizo pensar que la economía española se había modernizado de golpe. Ahora, cuando se ha hundido la construcción, al nuevo milenio se le pone la cara de los ochenta: Desempleo desbocado, escasa internacionalización de las empresas, un sistema de enseñanza en crisis severa, e inversiones en I+D muy por debajo de la media europea. Y en todos esos factores, Andalucía está a la cola de la cola.
En fin, que la cuestión no está en esas bagatelas sino en otra de las afirmaciones que realiza el propio líder del PP andaluz, Javier Arenas: Hacen falta reformas profundas. En realidad, hace dos décadas que se necesitan reformas profundas en el modelo productivo español, pero el espejismo de la construcción –todo ha sido anormal en ese sector, los precios, el capital volcado en el ladrillo, la especulación, los pelotazos, los mangazos...– hizo pensar que la economía española se había modernizado de golpe. Ahora, cuando se ha hundido la construcción, al nuevo milenio se le pone la cara de los ochenta: Desempleo desbocado, escasa internacionalización de las empresas, un sistema de enseñanza en crisis severa, e inversiones en I+D muy por debajo de la media europea. Y en todos esos factores, Andalucía está a la cola de la cola.
Los del Financial Times nos miran y se pasman. «El boom de la construcción de los últimos diez años se ha acabado. Y el fin ha llegado con un crash más que con un aterrizaje suave. La intensidad del ajuste corta la respiración», dicen. ¿Y? Pues que en estos casos es mejor escuchar a un pesimista antes que a un cantamañanas.
1 Comments:
Cierto y triste, España se ha endeudado hasta las trancas no para potenciar la inversion industrial o la creacion real de riqueza, que es para lo que esta el credito. España se ha endeudado para vivir de la improductividad. Ahora que no se puede vivr de prestado se conocen las miserias.
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