España
Juan de Mairena hubiera acabado la semana con una reflexión profunda a sus alumnos sobre el sentido de la patria y la idea de España. Diría: «Reparad, por tanto, que de toda la naturaleza humana son los españoles los que más se enorgullecen de tener la sangre caliente. A veces hierve, como esta semana, a borbotones, y es entonces cuando el español se encuentra más a gusto. Os he dicho en alguna ocasión que, para los tiempos que corren, conviene estar seguros de algo. Los españoles, tan inciertos de sí mismos, tan ayunos de patria, se han agarrado al clavo ardiendo de un partido de fútbol para celebrarse a sí mismos».
Celebración de sí mismos. Claro, ése debe ser el sentido último de lo que ha ocurrido en los últimos días, porque es como si ‘este país’ se hubiera descubierto de pronto a sí mismo. De forma inesperada ‘este país’ se siente identificado con la marea de cientos de miles de personas por las calles de toda España, ondeando la bandera que acababan de comprar porque casi nadie la tenía. Sin haberlo previsto, ‘este país’ se emociona sintiéndose España. Más allá del fútbol, lo que ha ocurrido se llama España.
¿Cómo interpretar a las lágrimas emocionadas de quienes tanto recelaban de la idea de España? ¿Cómo entender que haya tantas personas que han tenido que esperar la llegada de una final de fútbol para entender que la bandera de España no es la bandera franquista? Esas cosas que hemos leído: «El lunes ha sido la primera vez en mi vida que he visto a miles de personas con la bandera de España al hombro sin pensar que era una manifestación de «fachas». Y creo que también ha sido la primera vez que no me he sobresaltado al escuchar «viva España» o «arriba España». Mucho mejor, desde luego, que ésta otra: «La selección es el símbolo de una España plural, pujante y moderna».
Ortega y Gasset confeso en su «España invertebrada» que uno de los acontecimientos que le producían más congoja era oír hablar de España a los españoles. «Apenas hay una cosa que sea justamente valorada: se da a lo insignificante una grotesca importancia y, en cambio, los hechos verdaderamente representativos y esenciales apenas son notados».
Nos han mirado con asombro desde fuera, por esta explosión de júbilo y de identidad española con la ‘furia roja’, expresión apocopada ahora a ‘la roja’. Y en algunos periódicos extranjeros nos miraban embobados. «Fue un equipo y un país... finalmente unidos en uno», decía The New York Times en su portada de deportes. «De la siesta a la fiesta», hincaba el diente sensacionalista el Daily Mirror.
Juan de Mairena hubiera aprovechado esta semana para acabar con una reflexión a sus alumnos sobre el carácter voluble de la patria española. Diría: «Reparad en la historia de España y veréis que la patria aquí es más pasional que sentimental. Y no conviene confundirlos, porque ya sabéis, porque la patria es asunto de hombres, que la pasión es ocasional y fugaz, mientras que el sentimiento se va sedimentando con los años y tiende a hacerse estable».
2 Comments:
Es que lo que se ha montado por un campeonato de futbol manda ...
Hasta el Pte. del Gobierno diciendo que era el PRIMER Pte. de un Gobierno de la Democracia que había ganado un Campeonato. Increible!.
¿Porqué a nadie se le ha ocurrido decir que es la consecuencia del trabajo de un grupo de jóvenes que llevan formándose, trabajando, compitiendo desde hace ya más de ocho años?. Hubiera sido más útil para tantos jóvenes hacerles saber que con esfuerzo, dedicación, trabajo en equipo, se pueden conseguir el éxito.
Pero la realidad de lo que se muestra a la sociedad es otra. Veáse si no la entrevista a Carlos Elías.
Otra "invasión" más de los progres, ahora le toca al deporte, utilizan a los periodistas sometidos y a los medios de comunicación afines.
Como les faltan ideas y su filosofía es un fracaso, pues a manipularnos con el triunfo de la selección española y su gran entrenador que hace muy bién con irse y por la puerta grande, que como dice el Sr. Lopera in the nest es el fruto del trabajo bién hecho de unos jóvenes y nada más, que ese triunfo no es de nadie en concreto, va dirigido a la afición española a este deporte fabuloso y que subvencionamos todos/as.
Es un insulto a la inteligencia que ZP se apunte el tanto, si será soverbio.
Es como el triunfo de la operación "pionera" ¡ojo con esta palabra!, practicada a unas siamesas en el Hospital Virgen del Rocio de Sevilla. Bueno, pues es tan grande la manipulación informativa que la "medalla" se la ponen a los/as mediocres políticos/as, otra barbaridad más.
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