López
Hace un par de años, a mitad de la legislatura pasada, la consejera de Justicia, María José López, convocó a todos los altos cargos de su Consejería a unas jornadas de fin de semana en Antequera. Iban como en esos cursos de empresa para directivos, desde todos los puntos de Andalucía. La Consejería, en los dos primeros años de la abogada granadina como titular, había atravesado tiempos muy convulsos y todos pensaban que el objeto de la reunión no era otro que el deseo de la consejera de cerrar la crisis, reforzar la confianza en sus altos cargos y enmendar el rumbo de la legislatura. Pero no. Aguardaban sorpresas mayores.
En la jornada inaugural, la consejera tomó el micrófono para señalar cuál era el problema principal que, a su juicio, aquejaba a la Consejería: La autoestima. Y les comunicó a continuación que, por ello, había decidido contratar a un psicólogo, para que, a lo largo del fin de semana, impartiera a todos sus altos cargos lecciones precisas sobre el liderazgo en la política, una terapia efectiva sobre el trabajo en equipo, unas recomendaciones valiosas sobre la misión de todos ellos de este mundo. Me contaron que algunos de aquellos altos cargos, como colegiales, se pidieron salir al servicio a cotillear, a criticar o, simplemente, a echarse un cigarro de desesperación y lanzar con ímpetu una bocanada de humo hasta el techo. ¡Un psicólogo! ¡Terapia para altos cargos!
Las jornadas, obviamente, no sirvieron para nada, como tantas otras que se limitan al despilfarro indecente de dinero público. Pero a todo el mundo en la Consejería les quedó muy claro que María José López no es una política al uso. No responde esta consejera a los cánones habituales de políticos de aparato (hay quien mantiene, en su defensa, que sus grandes problemas en esta legislatura se deben a que nunca ha sido aceptada por el selectivo lobby de mujeres del PSOE andaluz) y eso marca todos sus pasos. De puertas para afuera, lo que siempre se ha intuido en la consejera de Justicia es que sabe combinar la cordialidad en el trato con una implacable ambición para conseguir sus propósitos. Dos caras.
En estos cuatro años de gestión, no ha conseguido solucionar ni uno sólo de los grandes problemas de la Justicia en Andalucía y, para colmo, al final del mandato le ha estallado en las narices el escándalo judicial del pederasta de Huelva. Sin embargo, en las quinielas del Gobierno de Zapatero, con el que le une una buena relación desde la última legislatura de Aznar, la consejera vuelve a aparecer como posible ministra. De Administraciones Públicas, dicen.
La clave está en la rapidez con la que esta abogada granadina, a pesar de su bisoñez en la gestión política, ha aprendido que los problemas se los lleva el viento, que todo consiste en aguantar. Entre tanto, ventilador y desparpajo. En este caso, la estrategia ya está rodando. Juicio sumarísimo al juez del caso y todo lo demás se aplaza para no tomar decisiones «en caliente». Hay que esperar ‘a que se enfríe todo’, que en verdad quiere decir, ‘a que se olvide todo’. Psicología política.
Etiquetas: Junta de Andalucía, Justicia, Política
2 Comments:
La Justicia en España es una INJUSTICIA, que no me cuenten películas que me hierve la sangre. La cantidad de auténticas barbaridades que hay que escuchar para excusarse en la responsabilidad de cada uno, desde Jueces, Consejo del Poder Judicial, Gobierno Central, Junta de Andalucía, etc. Todos se lavan las manos y miran para otro lado. Es indignante que se gasten nuestro dinero en "cursillos",¿qué pasa, es que no están bien de la cabeza?, vaya tomadura de pelo para el contribuyente. Tristemente la opinión pública se sensibiliza durante algún tiempo, eso lo saben muy bien los responsables políticos, pero no debemos consentirlo, señores la política está hasta en los dibujitos animados, la Oposición tiene la obligación de sacar todos los trapos sucios de estos vividores y por la seguridad de nuestros hijos, caiga quién caiga. Dentro de poco recibiremos el BORRADOR de la Declaración de la Renta, ¡cuidado! ese BORRADOR no es vinculante, puede tener ERRORES, pero siempre a favor de HACIENDA.
El 50% de los docentes andaluces han rechazado el plan de calidad y mejora de los centros presentado por la consejería de educación.
Las razones para ello son diversas. Se puede destacar la focalización del fracaso escolar exclusivamente en el profesorado y por tanto, la exclusiva responsabilidad del mismo en su desaparición.
Me gustaria que comentara este tema.
Gracias y un saludo
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