El Blog de Javier Caraballo

Javier Caraballo es periodista de EL MUNDO. Es redactor Jefe de Andalucía y autor, de lunes a viernes, de una columna de opinión, el Matacán, sobre la actualidad política y social. También participa en las tertulias nacionales de Onda Cero, "Herrera en la Onda" y "La Brújula".

26 marzo 2008

Sin límites


No hay respuesta para la pregunta que más nos inquieta sobre la violencia de estos días inciertos. ¿Tenemos una sociedad más cruel, más violenta que en décadas anteriores? Ayer, por ejemplo. El pederasta confeso de la niña asesinada en Huelva; un niño de nueve años sometido a vejaciones sexuales en Almería por sus compañeros de clase; y el cadáver de una mujer desnuda en un olivar de Jaén.

Se afirma, sin embargo, que ese estado de alarma social no se corresponde, realmente, con un porcentaje de violencia mayor que el de otras épocas, ni recientes ni, desde luego, remotas, pero que sí existen causas sociológicas que lo justifican. Por ejemplo, la desconfianza creciente hacia las instituciones que ‘tutelan’ a la sociedad, desde la Iglesia a los gobiernos. Por ejemplo, la progresiva individualización y el aislamiento al que nos conducen las nuevas tecnologías, el mundo virtual, el estrés laboral, los cambios en la familia. Por ejemplo, la globalización y la inmediatez de la comunicación. Esto es lo que afirman los expertos.

Podemos detenernos en la última explicación, la certeza de que conocemos las noticias en tiempo real, sin fronteras de ningún tipo, y relacionarla con la tragedia de Huelva. Lo ocurrido con la pobre Mari Luz, un psicópata pervertido al acecho de un puesto de chucherías, es tan antigua que parece sacada de las historias del tío del saco que contaban las abuelas. Mari Luz fue a comprar chuches. ‘Te gustan esos caramelos, tengo muchos en mi casa’. Y nunca más volvió. El impacto real de esa tragedia no radica en el suceso en sí (no ocurre nada cuando aparece un bebé muerto en un contenedor de basura, y ya van seis en Andalucía en este año), sino que la alarma se debe a que toda la sociedad ha participado de la desgracia, día a día durante los 54 días que transcurrieron desde su desaparición hasta el hallazgo de su cadáver. El suceso no sólo se multiplica sino que, además, nos afecta directamente: "Me podría haber pasado a mí".

En un reportaje, una profesora de Psicobiología de la Universidad de Valencia afirmaba que «la violencia humana equivale a lo que se conoce como agresión entre los animales». «La diferencia radica en que los animales la utilizan para solucionar conflictos territoriales o de reproducción, pero se encuentra sometida a numerosos límites que los humanos han perdido completamente».

¿Existe en nuestros días más violencia que en épocas anteriores? No sé qué dirá la estadística, pero los perfiles de este suceso son aterradores. Violencia sin límites y noticias propagadas con velocidad. Si se piensa bien, lo preocupante no es la pregunta anterior, sino llegar a la conclusión de que estamos atrapados en una espiral desconocida: La difusión de la violencia provoca un sentimiento de generalización; y, de forma inconsciente, lo que es general tiende a parecer normal, habitual; de ahí que se pierdan los límites de la realidad y de la humanidad. ¿Era ésta la sociedad virtual?

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6 Comments:

At 27 marzo, 2008 12:45, Blogger una infiltrada said...

Shirin Ebadi, premio nobel de la paz, declaró que hay que perder el respeto a esta cultura. Naturalmente que vivimos en un mundo virtual. Desde Platón a Bill Gates sólo hay una pausa. Les invito a conocer mi blog www.andaluciaconestilo.blogspot.com
Saludos

 
At 27 marzo, 2008 14:20, Anonymous Anónimo said...

INFILTRADA, He visitado tu Blog y me ha parecido interesante.Bienvenida a los debates de este Blog de Caraballo, xq no te había visto antes por aqui. Un consejo, me gusta que la gente que se lanza a la blogesfera con un Blog debería aportar algunos datos personales mas, lo digo proque el nik de ainfiltrada esta bien para comentarios pero nos gusta conocer mas de la identidad del autor. Sobre el tema en cuestión, la cuestion creo que es como sobrevivir a este mundo que veis como virtual, porque de alguna foprma habra que parar esta ola de violencia, digo yo....

 
At 27 marzo, 2008 18:28, Anonymous Anónimo said...

En medio de tantas noticias sobre actos violentos me ha impresionado el sentido común y la serenidad del padre de la chiquilla de Huelva. Sus llamadas a la calma y a dejar actuar a la justicia se alejan de la imagen habitual que tenemos de los gitanos.

Creo que este hombre no tiene estudios, pero creo que preferiría alguien así en las listas de un partido político que a los políticos 'profesionales' habituales sin más experiencia que la que les ha dado la pertenencia al partido.

 
At 27 marzo, 2008 21:01, Blogger Pasión said...

Es un problema que hay que ir estudiando a medida que se producen novedades, es un fenómeno relativamente nuevo en nuestra sociedad. No hay que olvidar que el desarrollo y extensión de las nuevas tecnologías, con la aparición de múltiples aplicaciones para el ocio, así como el acceso generalizado de los jóvenes y menores de edad a estas aplicaciones, posibilita la aparición de patrones de uso no adecuados, muchos de ellos derivan en conductas delictivas.

De acuerdo con sevillana, conmueve ver el rostro y oir las palabras de este buen hombre, sin duda tiene "luz" y sentido común. Desde el primer día de la desaparición de su hija supo quién fué el verdugo y cómplices; durante la investigación por lo visto ha comprobado una serie graves de errores de nuestro sistema. A este Señor y a su esposa les deseo todo lo mejor, que lo oigamos, que lo animemos para que denuncie a tantos ineptos/as, seguro que tendrá mucho apoyo de la sociedad y de familias que han vivido esa tragedia que soportan a esos asesinos viéndolos libres por la calle.

 
At 28 marzo, 2008 12:35, Blogger una infiltrada said...

Para SEVILLANA,no me sorprende que el padre de la niña asesinada se comporte de manera tan correcta. La mayoría de las personas tienen sentido común. Habrá que pensar el por qué de los estereotipos, quien los difunde y por qué interesa difundirlos.
Cuando digo que esta sociedad es virtual, me refiero a la "idea" que nos transmiten de las cosas, y a la contradicción que existe con la realidad.
No me guía otra cosa en mi blog que restituir, a sabiendas de mis límites, la dignidad personal que se pretende arrebatar.
Para Pedro, gracias por tu opinión sobre mi blog. Me cuesta dar datos sobre mí, pero intentaré ofrecer algunos más. El nombre de Infiltradas es el de mi empresa de comunicación, pero es mucho más, es la manera en la que me he sentido en el mundo. Las personas infiltradas nos distinguimos por llevar siempre el dedo corazón en actitud de mirar al cielo. Eso sí, escondido en el bolsillo del abrigo. Es una cuestion de estilo.

 
At 28 marzo, 2008 12:44, Blogger una infiltrada said...

Para Pedro, sevillana y pasión, he dejado mi comentario en la entrada anterior.
Saludos

 

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