Cuatro años después
Es muy difícil, después de treinta años de asesinatos, poder armar un discurso que refleje con acierto el sentimiento de angustia, de rabia, de pena y de asco que se atraganta, como un nudo, en el estomago. Inmensa pena por la víctima, por su mujer, por sus tres hijos e inmenso asco por los asesinos, por quienes les apoyan y por quienes les justifican. Todas las declaraciones de dirigentes políticos que se han podido oír desde que se tuvo noticia del asesinato de Isaías Carrasco han estado lastradas por esa misma impotencia, esta incapacidad de palabras gastadas para describir el escalofrío que vuelve a recorrer España.
Ocurre, además, que el atentado a dos días de las elecciones nos hace revivir otra vez la locura de hace cuatro años, el atentado terrorista de Atocha y la convulsión política que vino después. Aquel atentado del 11 de marzo logró sacar lo peor de la clase política española y lo peor de la sociedad española. Se instaló entonces un virus, una enfermedad, de la que no nos hemos curado desde entonces. Lo planteo de forma general, para mirar atrás como sociedad con un ánimo constructivo, ánimo de enmienda, no de revanchas. Mirar atrás y observar con distancia lo que nos está pasando, aunque sé bien que no todo el mundo actuó de la misma forma, ni todo el mundo azuzó las avalanchas de odio que siguieron al atentado de hace cuatro años.
Si ahora, cuatro años después, vuelve a ocurrir lo mismo y un atentado terrorista provoca la suspensión de la campaña electoral con el ánimo seguro de interferir en las elecciones del próximo domingo, el único consuelo sería que esta vez, tras la experiencia de lo vivido, la reacción de la sociedad sea la contraria de entonces. Y que la clase política, también al contrario de lo que pasó hace cuatro años, pueda asentar algunos principios básicos, esenciales, no sólo para la lucha antiterrorista, sino para la cordura de la sociedad. Que una sociedad sana no puede seguir calculando, tras cada atentado, cuál es el beneficio electoral que provoca. Y eso, justamente, es lo que nos está pasando.
Para comenzar a dejar atrás esa podredumbre, tendremos que exigir, en primer lugar, que la coincidencia política vaya más allá de los primeros minutos, de las declaraciones uniformes de repulsa y de solidaridad tras el atentado. En el dolor, todos estamos de acuerdo. Pero es luego, cuando pasen dos días, cuando se necesita esa unión. Hoy todo el mundo tiene claro que lo ocurrido es una salvajada, que ETA y su entorno es una manada de salvajes, pero dentro de dos días ya se comenzarán a hacer distingos. ¿De qué sirve, por ejemplo, que el lehendakari diga nada hoy, si mañana va a volver a respaldar que el brazo político de ETA esté en las instituciones y se presente a las elecciones? Eso que ha dicho hoy Ibarretxe de que ETA ha perdido el norte definitivamente. En fin, el norte de ETA ha sido siempre el asesinato, la extorsión y la opresión. Quien tiene el norte perdido es el nacionalismo vasco, que dentro de unos años verá normal que el ayuntamiento batasuno de Mondragón instale unos contenedores de basura en el lugar en el que hoy han asesinado a Isaías Carrasco.
Que no, que la unanimidad en el dolor ya no es suficiente. Hoy, cuatro años después, tendríamos que sacar, por lo menos, dos conclusiones rotundas, redondas. En primer lugar, que todos los terrorismos son iguales, no hay terroristas buenos y terroristas malos; no hay fanáticos y activistas políticos. Todo eso se dijo hace cuatro años, y ya es hora de que se entierre esa barbaridad. Y en segundo lugar, que frente al terrorismo, una sola política: la cárcel y cumplimiento íntegro de las penas. Ni treguas ni diálogos. Ni una tregua más. Y repulsa social, aislamiento, de quienes amparan, justifican o jalean a los terroristas. Si al menos volviéramos a la unanimidad de esos dos principios, en España comenzaría a despejarse esta niebla espesa, esta miseria que nos corroe sin darnos cuenta.
Etiquetas: Elecciones, País Vasco, Terrorismo
10 Comments:
La banda ya ha tenido su oportunidad, la única luz que nos queda, la única esperanza que brilla es la rectificación de Zapatero. La ETA solo respira el humo negro de las bombas y del odio. No quieren paz, no tienen moralidad, ni humanidad. Se acaban las excusas y las equivocaciones, la única vía, aplicar la Ley.
Totalmente de acuerdo Javier.
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Malos tiempos cuando hay que explicar lo obvio.
Bertolt Brecht
Cojonuda tu intervención en Onda Cero con la entrevista al coordinador de Esker Batúa de Guipúzcoa.
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Malos tiempos cuando hay que explicar lo obvio.
Bertolt Brecht
No comprendo el empecinamiento socialista en no declarar oficialmente, en no plasmarlo en un documento, que se no negociará con ETA. Ni siquiera después de esto.
Que lo intentarán en cuanto se les ponga a tiro es la única explicación que le veo.
...y que es la unica solución también. NO reconocerlo es demagogia pura y dura.
¿Cuando unos desaprensivos ocupan el Estado ya no hay solución?, tendríamos que analizar los privilegios de Cataluña y el País Vasco donde se han roto los principios democráticos y constitucional, de igualdad entre todos los españoles.
Conclusión: Zapatero no considera a ningún habitante de las autonomías como español abandonándonos a nuestra suerte, según gobierne una gente decente o unos facistas, como han sido sus socios de "gobierno" nacional. ¿Puede explicarnos este señor para qué le hemos pagado?. No creerá que será para conchavearse con todo el que le ponga una pistola por delante, o lo amenace con ponérsela, haciendo piña para expoliar y repartir la Nación.
Si, demagogia.
(Entrevista a Zapatero en El País, 7 de marzo)
"Pregunta. ¿Volverá a negociar con ETA?
Respuesta. No hay ninguna posibilidad. A ETA sólo le queda el fin del fuego.
P. Es decir, no.
R. No."
(más abajo):
"…Lo que afirmo es que lo único que espero es el fin de ETA. Nada más. El fin de la violencia. Radical, total, indubitado, incondicionado. ¿Por qué? Porque he tenido la experiencia, y al final la ecuación es fácil de resolver. Si lo dejan, no hace falta dialogar."
Está muy bien que el presidente comprometa su palabra, pero yo me quedaría más tranquilo si lo firma en un papelito. Ya saben, lo del guiño cuando los "accidentes mortales", los "incidentes fortuitos" con resultado de muerte, lo de "primero la paz y luego la política" o al revés. La confirmación de ausencia de violencia entre robos de centenares de pistolas, violencia callejera y extorsiones…
Como única solución reconozco que no es que haya dado demasiados resultados con éste, ni con Aznar, ni González.
Demagogia, sí. La euforia que se adueñó de todos los españoles cuando se anunció el alto el fuego.
(La entrevista completa, en el citado diario, el día citado)
Amigo Carballo, te estás aislando en la autocomplacencia. Desde hace muchos meses tus artículos son previsibles, elaborados como un manual de agravios y seguidos por una cohortilla de aduladores de piñón fijo entre los cuales los hay tan acémilas que se niegan a escuchar lo obvio, incluido en erudito que cita a Brecht, el que más. Yo hoy he votado, me he sentido bien y me he echado unas risas con mis amigos de otros partidos, seguros votantes de esos otros partidos, y hemos quedado para tomarnos unas cervezas con las 'quinielas' que hemos hecho. En las generales la mía es esta: PSOE (161 con posibilidades de alcanzar hasta 167) PP (151 con posibilidades de 154) IU y ERC de Cataluña en baja, CiU y PNV estables, Rosa Diez saca escaño en Madrid... Con unas reflexiones: ganará en PSOE con una participación superioral 71% y dependiendo de la abstención de Cataluña, por castigo, y País Vasco, por temor, y de los resultados en Madrid (el PP sube) y en Andalucía (capacidad de aguante del PSOE). Y lo dicho, Javier, sosiégate y deja las batallitas de abuelete de regreso de todo, que no tienes edad.
Yo también he votado, el voto es secreto y la única defensa que tenemos la sociedad civil, es el único día que verdaderamente tenemos el poder y por el que creo que somos respetados. Anónimo dijo: y en Andalucía (capacidad de aguante del Psoe)... sí y las mentiras y falsas promesas que tenemos que tragar y aguantar con la poderosa ayuda de sus medios de comunicación y encima criticas al Sr. Caraballo, anda hombre o mujer.
Anónimo, quedas un poco ridículo hablando de autocomplacencia ajena, ¿no te parece?
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