El Blog de Javier Caraballo

Javier Caraballo es periodista de EL MUNDO. Es redactor Jefe de Andalucía y autor, de lunes a viernes, de una columna de opinión, el Matacán, sobre la actualidad política y social. También participa en las tertulias nacionales de Onda Cero, "Herrera en la Onda" y "La Brújula".

13 agosto 2007

Toros


La política en España es atávica y primaria. Por eso se reivindica siempre en agosto en estado puro, nos muestra su esencia y su olor, de sangre seca, de odios desparramados, de miedos asumidos. La política en España es pedestre, ordinaria, de terruño, de ahí el arraigo histórico de los nacionalismos, una hiedra que trepa fértil en el campanario de la aldea, que florece en campos de amapolas provincianas.

El terruño, la muerte y el odio. De esa triple esencia se nutre el nacionalismo y, por esa identidad genética, se han convulsionado este fin de semana las tripas de radicales vascos y catalanes, para gritar en torno a un ataúd. Danzas de muerte en el calor de agosto. Se podría añadir que también en Andalucía los nacionalistas se han reunido en torno a la memoria de un fallecido, Blas Infante, pero la comparación sólo serviría para señalar las diferencias abismales entre unos y otros, que nada tienen que ver.

El odio es la diferencia, el rasgo que convierte en iluminado a un tipo como Xirinacs, que se echa a morir en el bosque, a los 75 años, enfermo y débil, con el ánimo de convertir su muerte en sacrificio. Un tarado que se quiere convertir en un mártir que «ha vivido esclavo 75 años en unos países catalanes ocupados por España, Francia e Italia desde hace siglos». El odio es la diferencia que convierte en indeseable a un etarra como Pelopintxo, que hace de su cáncer una muerte «consecuencia de la política de persecución asesina de los Estados».

La política en España es atávica y primaria y siempre se reivindica en agosto. Danzas en torno a un ataúd, guerras de banderas y pedradas en un monte solitario contra un toro de Osborne. Nos falta perspectiva histórica para entender y valorar el significado de estos actos. La imagen de esos independentistas que han derribado el cartel del último toro de Osborne que quedaba en Cataluña. La estampa de las maderas negras y los hierros tirados en el suelo, al pie de un camino de tierra, en el lomo de un montecito de yerbas secas. Y sólo una pintada, «Puta España».

España, piel de toro, odio a un toro propaganda de un coñac. Ese es nuestro hecho diferencial como españoles. Aparece desnudo en agosto y atraviesan las páginas de la actualidad como hechos habituales, sin que nos percatemos de la trascendencia, sin detenernos en el mensaje, en el símbolo de esa danza de ataúdes, del toro de madera partido en el suelo. Sin fijarnos en los trozos de ese toro de siglos, como en el poema de Miguel Hernández. «Partido en dos pedazos, ese toro de siglos/ ese toro que dentro de nosotros habita:/ partido en dos mitades, con una mataría/ y con la otra mitad moriría luchando».

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2 Comments:

At 13 agosto, 2007 22:04, Blogger canalsu said...

No te canses, Javier. No hay remedio. Yo no conocía a este señor hasta ayer, pero fíjate en qué olvido murió este hombre y cómo murió el toro e Osborne: "Después de tres horas de buen y duro trabajo, a las seis de la mañana, el toro de Osborne de El Bruc ha caído vergonzosamente como un gigante con pies de barro"

"El toro de Osborne de El Bruc ha caído y, después, ha sido pisado, ultrajado y humillado por los patriotas que lo han vencido mientras por el horizonte salía un sol de justicia"

 
At 14 agosto, 2007 20:42, Anonymous Anónimo said...

Los nacionalistas son hermanitas de la caridad al lado de algunos españolistas de la intelligentsia y mucho mando en todas las plazas. De la misma manera que unos se ensañan con un anacronismo, un pretexto de madera- sin otro fin que mantener la foto en la prensa, la subvención, el sillón en la diputación, el sueldazo, el coche, los viajes y las dietas...la sesuda intelligentsia cobra, pasea y orea sus odios y vilezas entre sonrisas cordiales,palmaditas en el hombro, jerga de sangre y aplausos. Toros y caballos de pica. No es agosto ni un señor que eligió su último paseo.Somos nosotros y las letras de ayer.No matan y atizan violencia sólo los nacionalistas.
El toro de Osborne es un cromo de verano al lado de tragedias, los otros terrorismos virtuales que a nadie interesan ni reportan, asaltos y atropellos de derechos fundamentales ante los que bajáis la cabeza y cerráis los oídos. Son de carne y hueso, desprotejidos, indefensos, inocentes.Y sus verdugos no son de ETa ni Ezquerra, no blanden garas, ataúdes ni hachas con serpientes. No se irán ligeros de equipaje arrastrando a morir a un bosque. Son señores de ley y orden. También matan, Javier.

 

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