El Blog de Javier Caraballo

Javier Caraballo es periodista de EL MUNDO. Es redactor Jefe de Andalucía y autor, de lunes a viernes, de una columna de opinión, el Matacán, sobre la actualidad política y social. También participa en las tertulias nacionales de Onda Cero, "Herrera en la Onda" y "La Brújula".

05 julio 2007

Libertad Lamarque


Zapatero nos cayó encima como aquel día que Libertad Lamarque apuró el último trago de mate y se tiró por la ventana del cuarto piso de su hotel. Sólo el silencio la acompañó en su caída. La habitación se quedó vacía como su corazón y los visillos de la ventana ondeaban con la brisa que entraba de la calle, un viento envuelto en el grito seco de aquella mujer al estrellarse. Libertad Lamarque, un mito de la Argentina, cantante de tangos y actriz. Cuando se tiró por la ventana, rebotó en el toldo del hotel y cayó sobre un hombre que caminaba por la acera. Se los llevaron al hospital y, cuando se les soldaron los huesos rotos, Libertad Lamarque se casó con él.

Zapatero surgió en la vida de España como aquel caballero de la acera. Estaba allí, en el momento preciso. Ni un paso adelante, ni un paso atrás. Allí. Y sin que nadie lo previera, se convirtió en líder del PSOE y en presidente de España. Si creemos en el destino, en una fuerza que guía nuestros pasos, también la vida de los pueblos debe estar determinada por ese empuje supremo.

Ocurre, además, que cuando el destino señala a alguien, lo cubre de un aura de interés y confianza. Es el elegido. No necesita más. Zapatero ha estado cubierto del aura de la buena suerte desde que saltó a la vida pública. La ‘baraka’ que le adjudicaba Felipe González, perro viejo que ha tenido que beberse la soberbia de que Zapatero no lo haya llamado jamás para consultarle. Y, ahora, él, que sí fue líder y ganaba elecciones sin baraka, marca distancias sin citar. “La vida me ha enseñado que no puede ir uno de bobo o de naíf; por eso yo me defino como optimista escarmentado, que es el que sabe que la realidad no es la que a uno le gusta que sea, sino la realidad”.

Cuentan en el PSOE que, tras el final de la tregua y el terrible atentado del Líbano, se fueron a ver a Zapatero a La Moncloa. Iban preocupados, abatidos por los acontecimientos. Y se quedaron perplejos al ver a Zapatero exultante, convencido de que ganará las próximas elecciones por mayoría absoluta. Días más tarde, en el debate del Congreso, levitó sobre el atril. “Somos el país del empleo”, “somos un país a seguir en bienestar social”, “y en la ONU, somos un país valedor de la paz y de la legalidad”. Y ganó el debate.

En fin, que muchas veces todo esto es como mirarse al espejo y no saber quién está delante. Ironías del destino. Fíjense que, unos años antes de tirarse por el balcón, Libertad Lamarque rodó una película que nunca se estrenó en la que interpretaba un tango mítico, ‘Caminito’. “Caminito cubierto de cardos,/ la mano del tiempo tu huella borró... / Yo a tu lado quisiera caer/ y que el tiempo nos mate a los dos”.

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3 Comments:

At 06 julio, 2007 12:27, Blogger Lopera in the nest said...

Javier, leo este comentario y después busco el que escribiste el 26 de Abril del 2006, y me siento como Sísifo, otra vez en la tarea de subir la maldita roca. Como dice un amigo Paz y Ciencia, o sea, paciencia!.

 
At 06 julio, 2007 13:15, Blogger Lopera in the nest said...

Me confundí de fecha: 27 de Abril de 2006

 
At 06 julio, 2007 15:37, Anonymous Anónimo said...

Unos pasos y poco más. Ni siquiera un camino empedrado. Un par de cosas y el estar segura de no haber actuado de mala fe.
buenas tardes y buen destino, Javier Caraballo

 

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