El Blog de Javier Caraballo

Javier Caraballo es periodista de EL MUNDO. Es redactor Jefe de Andalucía y autor, de lunes a viernes, de una columna de opinión, el Matacán, sobre la actualidad política y social. También participa en las tertulias nacionales de Onda Cero, "Herrera en la Onda" y "La Brújula".

23 agosto 2007

Pederastas


Me contó que la rutina más ansiada de sus días de vacaciones era el paseo final después de cenar, con el murmullo solitario de las olas al fondo y aquel paisaje de la arena ondulada y desierta que conservaba las huellas de una invasión reciente. Me contó que caminaba por el paseo marítimo de la mano de su mujer, pensando en la transformación repentina de aquel paisaje de playa como un símbolo diario del paso del tiempo; la fugacidad con la que pasamos del ajetreo al vacío. Me contó que aquel día su hija de trece años se había adelantado unos metros, el tiempo que ellos dos se detuvieron en la heladería.

Caminaban de la mano, una mirada al mar, otra mirada a su hija, que ya parecía mayor, con esa faldita vaquera, la camisa blanca de tirantas y los hombros al aire, redondos, brillantes y bronceados. Me contó que estaba tan relajado en aquel paseo que no advirtió que un tipo les adelantó, con paso rápido, hasta que se colocó a pocos metros de su hija y, entonces, cambió de ritmo y comenzó a caminar despacio, con sigilo. Me contó que, sin saber exactamente por qué, pensó de repente que algo no iba bien. Miró a su mujer, luego otra vez al hombre y a su hija delante de él. No lo pensó, también él aceleró el paso y, cuando estaba cerca, la llamó: «¡Raquel, Raquel!». Antes incluso de que su hija volviera la cara, aquel tipo se giró. Los dos se quedaron inmóviles. No era la primera vez que se veían. «Te conozco, pero quién coño eres», se preguntó.

Fue un instante, sólo un instante. Cuando su hija volvió la cara ya sólo pudo ver a su padre, pálido, mirando a aquel tipo que huía por uno de los callejones que confluyen en el paseo marítimo. Sí, ya no tenía dudas. Conocía bien a aquel tipo porque tan sólo unos años antes lo había mandado a la cárcel por un delito de abusos a menores, en su anterior destino en un juzgado de Castilla. Me contó aquel magistrado que también el violador de menores le había reconocido, que por eso salió huyendo. Estaba decidido a revisar el caso nada más volver al despacho de la Audiencia, pero tampoco le iba a extrañar que él mismo o algún ex compañero le hubieran atenuado la prisión, en función de los beneficios penitenciarios existentes.

Que se hubieran encontrado tantos años después en la playa no era más que eso, una casualidad. El mismo azar que había salvado a su hija del violador, porque nada habría sucedido igual si se hubieran retrasado en la heladería, si se hubieran sentado en el pretil del paseo marítimo a contar las olas del mar. Lo único que no era casual es que aquel violador estuviera en la calle. Tampoco la certeza de que, como aquella noche con su hija, lo volvería a intentar. Pero como siempre dice, eso es algo que no depende de jueces sino de la sociedad, de la legislación de un país. Y toda la historia me la contó cuando una tarde de otoño yo le pregunté: «Señoría, ¿es posible la reinserción de un psicópata o de un pederasta?»

Etiquetas: , ,

7 Comments:

At 23 agosto, 2007 19:00, Anonymous Anónimo said...

EN LA GENERALITAT YA SE MUEVEN. ATENCION A ESTA NOTICIA.

Una comisión independiente impulsada por el departamento de Justicia de la Generalidad y el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) estudiará la aplicación de la castración química a determinados casos de sentenciados por delitos sexuales graves con riesgo de reincidencia. El PP catalán y CiU se han mostrado de acuerdo con la medida propugnada por el presidente francés, Nicolás Sarkozy. Zapatero no ha ocultado su desacuerdo. En una lacónica respuesta en la rueda de prensa del martes dijo: "No está en la agenda".

 
At 23 agosto, 2007 21:24, Blogger canalsu said...

Debe ser muy grande la angustia de un padre ante la amenaza e insoportable el dolor ante el hecho consumado, ante los días, meses, años posteriores. ¡Que decir de los hijos!.

Cualquier cosa no, pero algo tendremos que hacer para defender a nuestros hijos, al menos de los reincidentes. Yo no sé, no soy experto, pero si no consiguen educarlo, curarlo, que no salga del hospital.

 
At 23 agosto, 2007 21:26, Anonymous Anónimo said...

Es curioso que siempre acabo enlazando los temas de un día con otro. Debe ser que a fin de cuentas no hacemos otra cosa que darle vueltas a los cuatro o cinco temas fundamentales desde distintas manifestaciones de éstos.

Me explico: creo que el tema de hoy tiene que ver con la educación. Mejor dicho, con la cuestión de que si realmente todo es 'educable'. Nuestro sistema de justicia, el europeo en general, parte del supuesto de que toda conducta criminal es fundamentalmente consecuencia de una mala educación del individuo y que es posible reeducarlo. Es por ello que se considera que la finalidad última y principal de la pena es la reinserción.

Este planteamiento falla, con gran alarma social, cuando nos encontramos con delincuentes cuya conducta criminal no se debe exclusivamente a defectos en su educación, sino también a trastornos biológicos de la conducta. No se puede reinsertar, en el sentido de reeducar, a estas personas sin tratar antes dichos trastornos. Peor aún, no se puede determinar a priori el plazo de curación médica de estas conductas, ni siquiera la efectividad de los tratamientos médicos.

No se trata de encerrarlos de por vida y desentendernos de ellos, sino como apunta Caraballo, de modificar la legislación de forma que permita internar a esta personas en centros médicos especiales, con rigurosa vigilancia, hasta que se establezca irrefutablemente que han dejado de ser peligrosos. A partir de este punto la reinserción ya sería posible y se deberían poner todos los medios para conseguirla.

Es un planteamiento duro, pero más justo con la sociedad que el estado actual. Y también es más justo con el delincuente que simplemente endurecer las penas. Todo pasa por reconocer la existencia de este tipo de delitos.

 
At 23 agosto, 2007 21:26, Anonymous Anónimo said...

Impactante post sobre un asunto no menos impactante sobre el que algo se cuece en los fogones políticos. Saludos.

 
At 23 agosto, 2007 22:27, Blogger Salvador said...

Creo que todos sin excepción debemos rendirmos ante la realidad en este aspecto. Todos excepto Sarkozy claro. Lo de la "castración quimica" (que mal suena eso) es una medida que yo ni por un instante contemplo, no porque no este en la agenda sino porque como dice panduro, el objetivo en la inmensa mayoria de paises de Europa es la reinserción del individuo en la sociedad y esa medida no reinserta y en caso de que lo hiciese la reinsercion no seria "total". (permitanme la broma) La cuestion debe centrarse en diferenciar lo que es delito de lo que es la patología. Un pederasta lo es cometa o no delito, como tambien lo es un asesino en el momento de matar y no permanentemente. Me explico.
se puede imponer una condena por un delito como violacion o abuso de menores de mayor o menor cuantia y con ello el reo cumple ante la sociedad por el delito cometido pero, eso no garantiza su reinserción, esta se debe dar cuando patologicamente este sano (si es que lo esta alguna vez). Lo que hay que potenciar, a mi juicio, son los ttribunales medicos (llemeoslo asi) que determinan si es fiable o no reinsertar al individuo y dotemoslos de medios suficientes. Noi las carceles se pueden mantener abarrotadas de criminales, ni podemos ponerlos en libertad por razones "economicas".

 
At 24 agosto, 2007 12:00, Anonymous Anónimo said...

Salvador, creo que lo que hace Sarkozy es rendirse a la evidencia de la realidad (que debe ser cosa meritoria en un político en vista de lo infrecuente). Propone la 'solución' de la castración química precisamente porque distingue entre delito y patología. Otra cosa es que estemos de acuerdo con la solución que propone, que yo tampoco lo estoy. Pero al menos da el primer paso al reconocer que en estos casos fallan las soluciones vigentes.

En España no está siquiera en agenta estudiar el tema. Quizás si lo plantea Mdme. Royal... quién sabe. Mientras tanto me temo que seguiremos empecinados en la rehabilitación/reeducación, y al final se acabará tomando la medida populista de endurecer las penas para estos delitos.

 
At 25 agosto, 2007 06:24, Blogger Salvador said...

Si seguimos asi acabaremos volviendo a la pena de muerte....Tssssssss.

 

Publicar un comentario

<< Home