Aniversario
Entre tanto discurso de champán, entre tantas invitaciones de diseño, yo les ofrezco un recorte de prensa con un patinazo memorable. Para la celebración de estos veinticinco años del Parlamento de Andalucía, un gazapo, que las erratas de la prensa acaban definiendo los tiempos, retratan las inquietudes y los miedos mejor que las letras doradas de las grandes palabras. Los duendes de la imprenta llegan a donde nadie se atreve, y lo mismo que la realidad siempre supera a la ficción, los gazapos desbordan siempre a la imaginación. Un gazapo involuntario para refrescar este fru-frú de copas y canapés, de nostalgias y corbatas de seda, de solemnidades y de imposturas.
Quien mejor explotó en España la importancia histórica de los gazapos fue el gran Luis Carandell, convencido de que aquellas perlas ayudaban a comprender mucho mejor la España franquista. Celtiberia Show. Un poner, esta crónica política: «El Gobierno civil, en definitiva, con la decisión adoptada, ha estimado cumplir con su deber de velar por la seguridad pública. Suave, media estocada y dos descabellos. Silencio». El cruce fatal de dos planchas en la rotativa, de dos textos, produjo esta maravilla.
El gazapo de regalo al Parlamento también fue producto de un encuentro fatal, una conjunción inesperada. Se estrenaba un curso político, quizá el de la quinta legislatura. En la hora de cierre de la redacción, sólo faltaba la foto de portada de la sección de Andalucía. El cruce fatal se produjo porque, en una confusión, la sección correspondiente equivocó la fotografía. En vez de una foto del salón de plenos actual, colocó otra del «antiguo salón de plenos del Parlamento de Andalucía», la Iglesia de san Hermenegildo, dedicada a exposiciones temporales. Y aquel día, la exposición inaugurada era de orinales históricos. Colocadas en hileras, una tras otra, decenas de escupideras ocupaban el hemiciclo de la antigua iglesia. Y sobre la foto, el texto: «Hoy comienza el nuevo curso político; en la imagen, un ujier del Parlamento ultima los preparativos de los escaños de sus señorías». Y se veía a un señor pasando el plumero a las escupideras de la exposición.
Lo peor de todo es que nadie en el Parlamento se creía que no se trataba más que de un gazapo, y, a pesar de las disculpas y las explicaciones, a punto estuvo aquella errata de provocar una nota de protesta de la Mesa del Parlamento y otra más –esto es lo increíble– de los trabajadores de la Cámara.
Lo peor de todo es que nadie en el Parlamento se creía que no se trataba más que de un gazapo, y, a pesar de las disculpas y las explicaciones, a punto estuvo aquella errata de provocar una nota de protesta de la Mesa del Parlamento y otra más –esto es lo increíble– de los trabajadores de la Cámara.
Pero fue un error, sólo un error, inexplicable y mágico como aquellos de Carandell. Y para el Parlamento andaluz, que ha quemado todas las etapas en sólo 25 años, la épica, la brillantez, el vértigo de la oposición y el rodillo; para este Parlamento vacío y marmóreo; para ese mamotreto aburrido, para ese cumpleaños, un gazapo de regalo.
Etiquetas: Andalucía, Junta de Andalucía, Política
3 Comments:
Estimado Javier: sencillamente magnífico. Por original, por bien escrito, por sentimental, por sincero...¡Vaya mamada!.
Queridísimo, tú sabes que más que un gazapo o duende de redacción fue producto de una monumental empanada, una estupefaciente confusión que reflejaba el agotamiento mental de quien la sufrió y de los que a su alrededor estábais. Y lo mejor fue que: a) algunos no se dieron cuenta, incluido quien tú sabes, y b) los que se dieron cuenta no creyeron,efectivamente, que fuese un gazapo. Por un lado, esta casta dirigente está acostumbrada a retorcerse el coco ante las más simples evidencias, y por otro era demasiado atroz para que hubiese ocurrido sin bajas. Y las hubo a la larga, aunque voluntarias, porque aquel estado obtuso no podía prolongarse mucho más. Divertido recordarlo, Caraba, por los viejos tiempos, pero nuestra aportación a esos 25 años contiene, creo, páginas de mayor y objetivo orgullo. Abrazos. El Marqués de donde tú sabes
¿Y qué ha sido del orgullo de los trabajadores de la cámara, por ejemplo de los taquígrafos? ¿Ya no protestan? Motivos tendrian, creo yo.
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