Los Pagaza
Parafraseando al poeta que supo que «no hay amor, sino pruebas de amor», Fernando Savater sostiene que «no hay libertad, sino pruebas de libertad». Una de las últimas veces que estuvo en Sevilla, Maite Pagazaurtundua se vino a comer junto al Guadalquivir y luego, de regreso a su hotel, rechazó todos los ofrecimientos que se le hicieron para acompañarla en coche. «No sabéis la felicidad que se siente cuando una puede caminar por la calle y, si quiere, pararse a mirar un escaparate. Quiero ir caminando y pararme en todos los que me gusten».
Fue en la antigua Grecia donde el hombre puso a prueba a la libertad por primera vez. Y fue precisamente la libertad de movimientos la primera exigencia de libertad. Poder ir y venir a donde uno le apetezca. Entrar y salir, llegar o marcharse, esa es la libertad primera, la libertad que reivindicaban los esclavos de la antigua Grecia. Luego, a lo largo de toda la civilización, llegaron otras muchas más pruebas para la libertad (libertad de religión, de pensamiento, de información, de mercado…), pero es curioso que sea la prueba más elemental, la libertad de movimiento, la que añore y reivindique tantos siglos después la gente como Maite Pagaza.
Savater y Maite Pagazaurtundua han salido fotografiados juntos estos días en los periódicos porque eran objetivos del ‘comando Donosti’. También el hermano de Maite, Joseba Pagaza, estuvo en la lista de ETA durante mucho tiempo. Hasta que lo mataron en un bar de Andoain. Maite les había pedido escolta a los del Gobierno vasco y, sencillamente, no le prestaron atención porque entre las deformaciones del País Vasco se encuentra ésta de considerar ya como parte del paisaje que una parte de la población tenga que vivir con escoltas, amenazados, extorsionados.
Savater y Maite Pagazaurtundua han salido fotografiados juntos estos días en los periódicos porque eran objetivos del ‘comando Donosti’. También el hermano de Maite, Joseba Pagaza, estuvo en la lista de ETA durante mucho tiempo. Hasta que lo mataron en un bar de Andoain. Maite les había pedido escolta a los del Gobierno vasco y, sencillamente, no le prestaron atención porque entre las deformaciones del País Vasco se encuentra ésta de considerar ya como parte del paisaje que una parte de la población tenga que vivir con escoltas, amenazados, extorsionados.
Si Maite Pagaza, o su madre, llenan auditorios, como ayer en Sevilla en las Charlas de EL MUNDO; si el personal se detiene a escucharlos cuando toman el micrófono en un acto o cuando los entrevistan en la radio es porque las dos hablan con el corazón. Quizá por eso, aquella vez, junto al Guadalquivir, intenté que me aclarase por qué una parte de la sociedad vasca ha decidido nacer odiando, vivir odiando, morir odiando. Que es muy difícil que los andaluces, que tantos muertos han puesto en la locura vasca, puedan entender esa vida de odio sin que se imponga al final el hastío. ¿Cómo entender el odio de un pueblo rico?
¿Por qué? Maite no supo contestar y, desde fuera de Euskadi, seguimos sin entender. Al oírla, lo único que es fácil de comprender es que, ante vascos como Maite Pagaza, nuestra obligación es arroparlos, apoyarlos, alentarlos. Al menos para que, durante unas horas, puedan recuperar la libertad primera de mirar los escaparates.
Etiquetas: País Vasco, Proceso de Paz, Terrorismo
4 Comments:
Anoche escuchando a Maite me acordé de un par de libros que había escrito un tipo muy inteligente, Isaiah Berlin. En el primero, "Las raices del romanticismo" explica su tesis sobre el origen de las dos grandes tragedias del siglo XX, el nazismo y el estalinismo. Ambas tragedias se habían llevado por delante unos pocos millones de seres humanos. Isaiah Berlin buscaba el origen, el lugar y el momento en que el ser humano perdía su capacidad para entender el valor de la vida humana.
En el segundo: "La traición de la libertad: seis enemigos de la libertad humana", analiza el pensameinto de seis pensadores a los que responsabliza de muchos de los "errores" que conducen a "tragedias" en las que todos estamos implicados.
Y ya digo lo recordé admirando a esta brava mujer, escuchádole sus lúcidos razonamientos, envidiándola como ser humano que es incapaz de sentir la "razonable venganza" por la muerte de un ser al que tanto quiso.
Mi conclusión no es que nazcan odiando, como apunta Javier Caraballo, es que nacen rodeados de "enemigos de la libertad".
Lopera in the nest
(No entiendo porqué no admite esta tarde blogspot a sus usuarios)
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Sólo deteniéndose a pensar…¡qué digo, sentir!, o imaginar sentir el terror de salir a la calle sin que te acorralen o algo peor se puede tener conciencia de la ejemplar valentía de estas personas.
Lo inconcebible es que todo lo que sufren es por pensar de manera diferente o por existir, sin haberle hecho nada a nadie.
La rabia es que, para defender a una sola de estas personas, se necesiten cientos de miles y que nos limitemos a hacerlo de cuando en cuando. Su calvario es diario. Sólo pensarlo, me produce escalofríos.
Hola prima maite...saludos desde México, mi nombre es victor pagazaurtundúa y estos días he leído todo sobre ti..felicidades eres culta y excelsa.
te apoyamos en tu lucha libertaria y espero poder algún día conoceros en persona, por favor contestame
vpm63@att.net.mx
victor
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