El Blog de Javier Caraballo

Javier Caraballo es periodista de EL MUNDO. Es redactor Jefe de Andalucía y autor, de lunes a viernes, de una columna de opinión, el Matacán, sobre la actualidad política y social. También participa en las tertulias nacionales de Onda Cero, "Herrera en la Onda" y "La Brújula".

05 abril 2007

Dioses


Por un instante, el enorme portón de la Iglesia se ha abierto y la bocanada de frío que ha entrado en el templo los ha dejado a todos en silencio. El murmullo de antes, de los hermanos formando los tramos de cirios, se ha congelado con este viento de lluvia. Han entrado unos músicos sacudiéndose el agua de las hombreras entorchadas. Fuera, un grupo de jóvenes ha querido iniciar un aplauso, pero nadie los ha seguido. Todos esperan noticias, que el último parte meteorológico despeje la tormenta, que la junta de gobierno de la Hermandad se decida a salir, que el Consejo de las Cofradías les otorgue un poco más de tiempo para tomar la decisión. Al fin, el hermano mayor sube los tres escalones de mármol que llevan hasta el altar y toma el micrófono. Dos golpecitos al micro, toc, toc, para llamar la atención de los nazarenos, de los costaleros. «Hermanos, después de agotar todas las posibilidades, no vamos a realizar estación de penitencia este año».
De los tramos más cercanos a uno de los pasos ha salido un grito casi de dolor, como un alarido que ha estremecido a otros. Varios nazarenos rompen la fila y se abrazan a otros, todos llorando.
«Este es el segundo momento más triste de toda mi vida, pero si el Cristo y la Virgen no quieren salir, ellos sabrán por qué. O algo habremos hecho...» Al despedirse, todos estallan en un aplauso, que se contagia incluso fuera, donde decenas de personas llevan toda la tarde esperando inútilmente bajo la tormenta. Muy pronto, todo aquello será un desierto de aceras mojadas en el que nadie mirará al cielo.

«Si no quieren salir, ellos sabrán por qué», ha dicho el hermano mayor y nadie se ha sorprendido por la frase, por el tono, por el trato, como de reproche, al Cristo y a la Virgen. Fue el Martes Santo, en Sevilla. La peculiar relación de los andaluces con la divinidad se ha ido destilando a lo largo de cinco siglos y será por eso que no nos sorprende ya que se establezca esa relación de familiaridad, este trato colega de la Semana Santa, entre los hermanos de una Cofradía y sus Titulares. El respeto y la devoción jamás suponen limitación en esa confianza con el Cristo y con la Virgen, ese desparpajo que parece heredado de los dioses griegos y romanos.
Es posible que haya quien, en todo esto, no vea más que frivolidad y superficialidad, ganas de fiesta que nada tiene que ver con el cristianismo, pero incluso en ese caso, incluso si se asume que la celebración de la Semana Santa en Andalucía tiene más de diversión que de devoción, tendríamos que sentirnos orgullosos de pertenecer a una religión que permite a sus fieles tutearle a su Dios.

Pensemos que esta religión abierta, que es el resultado de la civilización, es la mejor respuesta al fundamentalismo, a las persecuciones, a la intransigencia y a las guerras santas. Que el fundamentalismo islámico no se combate con fundamentalismo católico, con trincheras. Ésta es la Semana Santa andaluza. De la bronca por una lluvia no se salva ni dios.

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5 Comments:

At 06 abril, 2007 09:37, Anonymous Anónimo said...

'La peculiar relación de los andaluces con la divinidad se ha ido destilando a lo largo de cinco siglos...'

Cinco, ¿y eso?

 
At 07 abril, 2007 01:02, Anonymous Anónimo said...

todos no pensamos igualmente y eso es una buena cosa que supongo .

 
At 07 abril, 2007 10:05, Anonymous Anónimo said...

La historia de las religiones es la historia de la humanidad y la necesidad de creer en algo sobrenatural que trascienda de lo cotidiano, es una constante del ser humano.

Cada sociedad va moldeando sus creencias religiosas y los fanatismos del fundamentalismo, tal vez no tengan su raiz en creencias religiosas, sino en la propia esencia de la sociedad.

Dicho de otra manera, es una sociedad determinada la que es fanatica; no que una determinada creencia la haga fanatica.

 
At 07 abril, 2007 12:09, Anonymous Anónimo said...

Panduro, se dice cinco siglos -y nos dos o tres mil años- supongo que en referencia al origen de las hermandades y cofradias, que es de lo que va la cosa. Cinco siglos de cofradias, la peculiar relacion de los andaluces con la divinidad.

 
At 11 abril, 2007 20:49, Anonymous Anónimo said...

Estimado don Javier,

Gracias a los "capillitas folclóricos" como usted se va perdiendo, cada vez más, el trasfondo cristiano y de sacrificio de la semana santa, que es lo esencial.

 

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