El Blog de Javier Caraballo

Javier Caraballo es periodista de EL MUNDO. Es redactor Jefe de Andalucía y autor, de lunes a viernes, de una columna de opinión, el Matacán, sobre la actualidad política y social. También participa en las tertulias nacionales de Onda Cero, "Herrera en la Onda" y "La Brújula".

18 octubre 2006

Paredón


En el estercolero de la tele, ayer colocaron un tenderete para vender a buen precio los huesos de Lorca envueltos en enaguas de encaje blanco. Entre cocainómanas, chulos y tarados, allí que salió Ian Gibson para contar en aquel programa infame de casquería del corazón que a Federico García Lorca le pegaron, al fusilarlo, «dos tiros en el culo, y lo llamaron maricón». A continuación, una voz en off añadía: «En ‘Aquí hay tomate’ reescribiremos el asesinato de García Lorca». Y prometía desvelar los nombres de los famosos descendientes de los asesinos de García Lorca. Gibson en la telebasura. Debe ser éste el final más despreciable del sinsentido en el que se ha convertido la llamada Memoria Histórica.

Creo que fue otro historiador, Fernando García de Cortázar, quien alertó el año pasado en una de las charlas de EL MUNDO de la peligrosa combinación de resucitar y trasplantar las cuentas pendientes de la Guerra Civil a una generación como la actual, en la que el propio franquismo es un capítulo más de la historia de España. Lo decía Cortázar por la sencilla razón de que la revisión de la Guerra por aquellos que la vivieron o que sufrieron la posguerra tiene como única enseñanza el deseo de que nunca más se vuelva a producir. La única reparación que exigen quienes padecieron la represión franquista es que nunca más ocurra en España una tragedia igual.

La Memoria Histórica sirve a una sociedad cuando se convierte en vacunas de grandes errores históricos, pero es una forma de suicidio cuando sólo revive el rencor. Sin la cautela de quienes vivieron la tragedia, sin esos miedos, sin ese vértigo, la Memoria Histórica degenera en lo que estamos viendo, en grupos de fanáticos exaltados, fascistas y descerebrados que se llaman de izquierda o de derecha, que asaltan conferencias y escupen en la palabra. La memoria histórica en manos de esos coros de niñatos tiene la misma sustancia que un videojuego de matones callejeros.

Pero no son ellos, desde luego, los responsables últimos de esta barbaridad sino quienes la alientan, quienes la inflaman, quienes la justifican. Que el problema no es que ayer, tras los incidentes en la conferencia de Manuel Fraga, el secretario provincial del Sindicato de Estudiantes se reafirmara en los insultos a Fraga, chapoteando a gusto en la charca de sus propios vómitos. El problema no es él sino el dirigente de Izquierda Unida, que le encuentra lógica a los insultos. El problema es de la Facultad, que no expedienta a esos alumnos. El problema es del Rectorado de Granada y de la Consejería de Educación, que no bloquea cualquier interlocución y exige la dimisión de los dirigentes del Sindicato de Estudiantes que organizaron la algarada.

Los programas de telebasura revisan el asesinato de García Lorca y en la Facultad de Ciencias Políticas de Granada los estudiantes boicotean las conferencias con insultos y gritos fascistas. Es la Memoria Histórica la que ahora está en el paredón.

4 Comments:

At 18 octubre, 2006 16:57, Anonymous Anónimo said...

Tiene Vd,toda la razón.El andar descubriendo "tumbas",por parte de PSOE, y demás adláteres,supone una nueva infección en la pústula semicicatrizada de la memoria.Hay que dejar a los muertos,rojos y azules tranquilos.Empezamos con estos polvos, y tendremos otros lodos.Pero no dicen lo que sucedió en Paracuellos, y en la Cárcel Modelo,por poner un ejemplo.A Dios lo suyo y al César también

 
At 18 octubre, 2006 17:00, Blogger GFO said...

Al paredón,previo paso por la cheka,es a donde gustosamente nos enviarian a los que no tragamos con el proceso de rendición y voladura del modelo de Estado,de la unidad nacional y de nuestra historia,los adalides del talante y enamorados de la II República.
Esos mismos,que agreden a Acebes,Piqué y a cualquier dirigente o militante popular;los mismos que atacaron y atacan las sedes;los mismos que dieron orden de detener a los manifestantes cuando la imaginaria agresión a Bono;los que increpan e insultan a Fraga,acusandole de "asesino",mientras jalean al genocida de Paracuellos o entregan rosas blancas a los batasunos y etarras en amor y compaña.
Esos que reivindican no se sabe que Memoria Histórica de hace 70 años,son los mismos que olvidan y escupen sobre los mil muertos de ETA,sobre los heridos y mutilados,sobre los huerfanos,sobre sus padres y madres.
La guerra de las esquelas,es un aviso a navegantes,un aldabonazo a aquellos que exhiben muertos como talones al portador exigiendo un reparador desagravio,a ser posible en la cerviz del contrario.
Este es otro logro de Zapatero;el que los abuelos vuelvan a buscar entre las fotografias color sepia,el rostro de los seres queridos que un dia murieron por Dios y por España.
Que hijosdeputa.

 
At 18 octubre, 2006 18:43, Blogger Lopera_in_the_nest said...

Ya lo escribí una vez, confunden la Memoria Histórica con los recuerdos, y lo que es peor, la realidad con el deseo. Se olvidan del rigor al estudiar y lo que es peor, muestran que estudiar es estúpido, y ellos, los jóvenes lo aprenden, y luego se van de botellón...

 
At 18 octubre, 2006 23:47, Anonymous Anónimo said...

Tienes razon,gutiforever.
Mi abuela tiene 89 años,y a sus tres hermanos los fusilaron militantes del Frente Popular en Guadix.
De un tiempo a esta parte,y gracias a Zapatero,se pasa la pobre viendo fotografias de sus hermanos con mis bisabuelos,en fiestas y Navidades,y no para de llorar.
No hay derecho.

 

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