El Blog de Javier Caraballo

Javier Caraballo es periodista de EL MUNDO. Es redactor Jefe de Andalucía y autor, de lunes a viernes, de una columna de opinión, el Matacán, sobre la actualidad política y social. También participa en las tertulias nacionales de Onda Cero, "Herrera en la Onda" y "La Brújula".

27 agosto 2006

Tetas

Como disponemos para cada problema sin resolver de un observatorio que fue creado en su día por un instituto regional, siguiendo la propuesta de un consejo asesor, en Andalucía funciona el Observatorio Andaluz de la Publicidad Sexista. Yo me acabo de enterar, lo admito ruborizado, pero como nadie ha ideado aún la guía Campsa para transitar por el magma administrativo, espero que disculpen el atrevimiento.

De la existencia de este Observatorio, creado en 2003, hemos tenido conocimiento estos días porque ha hecho público el resumen de su actividad en los seis primeros meses del año. En total, el Observatorio ha presentado 166 quejas contra campañas publicitarias que, a su juicio, atentaban contra la mujer (no se da cuenta de denuncias referidas al hombre) por los más diversos motivos. “Referirse al cuerpo femenino como un objeto; consolidar pautas tradicionalmente fijadas para cada uno de los géneros; alejar a la mujer de los espacios profesionales con más prestigio social; fijar estándares de belleza femenina como sinónimo de éxito o situar el cuerpo de la mujer como un espacio de imperfecciones”.

Salvando la condena de tener que soportar ese lenguaje peculiar, esa tendencia ridícula a convertirlo todo en “espacios”, la noticia revela una vez más la imposibilidad de reconducir el feminismo institucional hacia una actividad productiva, beneficiosa y acorde con los problemas reales de la sociedad, mujeres incluidas. Porque esta obsesión por verlo todo bajo el prisma de la discriminación los lleva, acaso sin percatarse, a un puritanismo asfixiante. Vamos a ver, ¿qué hay de malo en referirse al cuerpo femenino como un objeto? Como un objeto de pasión y de deseo, sí, igual que el hombre. ¿O es que no existen anuncios de colonias con tipos cachas? Y qué hay de malo.

La igualdad no consiste en mirar a hombres y mujeres como seres andróginos, asexuados, y nadie debería llamarse a escándalo, por tanto, porque un perfume o una motocicleta incluya el reclamo de un cuerpo. Reservemos la capacidad de escandalizarnos y la protesta para las situaciones de explotación, desigualdad o de injusticia que de verdad nos afectan. Que observe el observatorio, y se vea así mismo dictando estas lecciones progres sobre los pecados de la carne.

En fin, que todo este puritanismo me ha devuelto a un pasaje fantástico de las memorias de Francisco Ayala, que habla bien de este camuflaje eterno de la atracción sexual. Recuerda Ayala las tertulias de la Revista de Occidente a la que asistían escritores, intelectuales y políticos. “Una tarde, al salir de la tertulia, anduvimos bajando hasta la Cibeles, donde solíamos separarnos. En la acera del Banco de España, (Benjamín Jarnés) se quedó parado mirando al suelo, y tan absorto que llegó a preocuparme. ‘Qué te pasa Benjamín’. Me toma del brazo y me lleva consigo sin hablar una palabra (…) Por fin, soltó la espita, hablándome de esa mujer con las ponderaciones más exaltadas: ‘Qué refinada sensibilidad, qué espíritu exquisito, qué pureza incomparable, qué angelicales delicadezas. Hizo una pausa, quizá se había quedado corto de adjetivos, y musitó: ‘Tiene unas tetas…’

9 Comments:

At 28 agosto, 2006 09:53, Anonymous Anónimo said...

Me parece, señor Caraballo, que se ha pasado algún pueblo al comentar con cierta ligereza el tema, en su loable intento de ridiculizar el referido observatorio, al que supongo reservorio de enchufadas pesoeras que no se lo creen ni ellas, algo que comparto.

Pero es cierto que en le mundo de la publicidad se barrunta mucho de ese amasijo de explotación, de injusticia y desigualdad que cernsura.

También comparto que hay una especie de puritanismo cuasi soviético en criticar la muestra de carne prieta. Pero bajando a la realidad de lo que vemos cada día, hay demasiada valoración de lo puramente animal de mozos y mozas, exaltando como virtudes la zafiedad, el exhibicionismo puro y duro que resulta al menos vergonzoso.

 
At 28 agosto, 2006 10:19, Anonymous Anónimo said...

¿Y por qué se ha pasado varios pueblos? Ya está bien de que unas pocas vivan del cuento del feminismo y que quien se atreva a criticarlo lo corran a palos porque se trata de un tema tabu sobre el que nadie puede opininar siquiera. La atraccion fisica es innata en el ser humano y utilizar esa atraccion fisica para vender productos es normal y se hace tanto en el hombre como en la mujer. Lo que pasa es que es tanta la comedura de coco que nos hacen que ya no se puede un hombre ni referir con humor a algunas situaciones, como estamos viendo por el comentario anterior, poque directamente es tachado de machista. Pues como dice el articulo al final, si en alguna ocasion lo que nos gusta de una mujer son LAS TETAS PORQUE NO VAMOS A DECIRLO?????? Animo a las feministas a que hagan lo mismo ya que ellas ademas tienen la ventaja de que nadie las criticará.

 
At 28 agosto, 2006 19:50, Anonymous Anónimo said...

Totalmente de acuerdo con los dos aspectos destacados del comentario de hoy de Javier Caraballo.

El primero, obvio a pesar de la neoparla envolvente, es la inutilidad de todos estos engendros. Tan obvio que dudo que tengan otro propósito que no sea el propagandístico, y de paso hacer sitio en el chiringuito. O al revés, que lo mismo me da.

El segundo, el puritanismo asfixiante de la nueva no-moral de lo políticamente correcto. Antes que te des cuenta te han marcado a fuego la letra escarlata en el lomo. La F de facha, claro.

 
At 28 agosto, 2006 20:34, Anonymous Anónimo said...

Yo creo que no habeis entendido bien a "ayperfidia", puesto que una cosa es criticar la hogazanería y la ineptitud burocratica de la Junta y otra muy distinta es no reconocer que la publicidad es machista. Igual es que no lo veis porque acaso vosotros tambien soys unos machistas y os gusta esa publicidad. Eso por no añadir otros comentarios sobre la calentura de mas de uno.....

Laura

 
At 28 agosto, 2006 22:08, Anonymous Anónimo said...

La publicidad es, ante todo, comercial. Otra cosa es lo que refleje: machismo, zafiedad, exhibicionismo, o lo que sea.

La inutilidad a la que hacía referencia, además de la intrínseca a la burocracia, es la de romper el espejo, o matar al mensajero. Desahoga y tranquiliza el pensamiento débil; pero lo que es solucionar, soluciona poco.

Puritanismo es, por ejemplo, que por decir esto te diagnostiquen un machismo calenturiento.

 
At 28 agosto, 2006 22:08, Anonymous Anónimo said...

La publicidad es, ante todo, comercial. Otra cosa es lo que refleje: machismo, zafiedad, exhibicionismo, o lo que sea.

La inutilidad a la que hacía referencia, además de la intrínseca a la burocracia, es la de romper el espejo, o matar al mensajero. Desahoga y tranquiliza el pensamiento débil; pero lo que es solucionar, soluciona poco.

Puritanismo es, por ejemplo, que por decir esto te diagnostiquen un machismo calenturiento.

 
At 28 agosto, 2006 22:10, Anonymous Anónimo said...

Pesadez es, un poné, poner el post dos veces.

Sorry.

 
At 29 agosto, 2006 02:06, Blogger Albiac said...

Admirado Javier, parece que la corrección política empieza a desarrollar una metástasis y pronto lo inundará todo.

¿Conocen ustedes donde encontrar la vacuna? Aún más, ¿la repartirá el SAS?

Un cordial saludo

P.D.: Me encantan las tetas

 
At 29 agosto, 2006 09:47, Anonymous Anónimo said...

Hay tanto usuario anónimo que a esta servidora uno lo pone de hojita de perejil y otro le abre los brazos de su comprensión.

Pues quizás sea éso, comprensión lectora lo que le falta a alguno. Reafirmo: el chiringuito mirador observatorio-sexuá de las pesoeras huele a tan falso como esas junteras de prosapia, y me refiero por ejemplo a una que dice que es médica y manda en los médicos, que cuando va a salir en la foto o en el reportaje se pone modosita, venga melenita para un lado y para otro, venga palabrita fina y luego cuando se apaga la antorcha le pide a sus subordinados, machos, of course, que no le toquen los cojones. Verídico.

Lo que no me negarán es que la publi se ha desmadrado de potente manera. Igual sacan a un cazurrón machista con el culo al aire -a mí, los años me han bajado la libido- que le pega un toallazo a un maromo que intenta levantarle a la pibita, que ponen a un coche a surfear y hacer cosas raritas, cuando a un coche lo primero que hay que pedirle hoy es que no amte a unos pocos.

En fin.

 

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