Agosto
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Un viento de fuego recorre lentamente las aceras como el guardián de la calle. Soledad y silencio de agosto. Callan las tardes en los pueblos blancos del interior de Andalucía y se esconden las gentes, huyendo del aire abrasador. Pueblos de cal en los que nada se oye a esa hora salvo la retahíla lejana de un televisor. En un soportal, una ventana de madera entreabierta deja ver el pequeño salón de una vivienda. Los visillos blancos se mueven en oleadas, cuando les llega el aire del ventilador. Sobre el poyete, un hombre ha puesto a secar al sol un puñado de pipas de melón sobre un papel de estraza. Para después tostarlas y salarlas. Y comerlas con los vecinos en el portal, sentados al fresco del anochecer.
Soledad y silencio de una tarde de agosto. Dentro, casi en la oscuridad, dos ancianos, un hombre y una mujer, dormitan su siesta con el cotilleo podrido de un programa de televisión. Intimidades de famosos mezcladas con escándalos políticos. Sabíamos ya que esa mezcla de la prensa del corazón con la corrupción marbellí sería un cóctel explosivo, vomitivo. Irresistible. Periodismo del corazón –«que ni es periodismo ni tiene corazón»– escudriñando en los bajos instintos de la política, del fetiche. Desde hace ya varias semanas destripan el cadáver de Marbella. Cada tarde, cuando se abrasan las calles y sestea la vida. La podredumbre se ha convertido en rutina a esas horas.
Hasta la cárcel de Alhaurín de la Torre se han ido en busca de los presos, para que cuenten sus andanzas. ¿Les han dado condones a la entrada? ¿Reciben visitas? ¿Qué dicen en el patio? ¿Va a venir Isabel a un vis a vis? Y los presos, ya ves tú, que se buscan en la tele cada tarde, «aunque la mitad de lo que dicen es mentira». «Están apenaos. Este hombre tiene una depresión», cuentan de Julián, Roca y los otros, rodeados de micrófonos y expectación.
Saqueo marbellí. Una administración corrupta y un circo de prensa rosa; un ex alcalde camarero y una floclórica. Saqueo marbellí, primero político y ahora del corazón. Y Marbella, maltratada, se refleja en el espejo zafio de la chabacanería a la que la han conducido. Y tenía que ser en Andalucía, otra vez, sí, en Andalucía. Para seguir alimentando tópicos de frivolidad y picaresca. Sabíamos que cuando el morbo se mezclara con la corrupción política, ya nada lo podría detener. Y cada tarde, ésa es la imagen multiplicada.
Soledad y silencio de agosto. La podredumbre se ha convertido en rutina. Tras su ventana, aquel hombre ha descubierto indignado que unas hormigas negras habían desplegado su ejército sobre el papel de pipas de melón que había puesto a secar al sol. Y de repente, le ha parecido una metáfora de este doble saqueo de Marbella que cada tarde sigue por televisión.
2 Comments:
en el artículo publicado en El Mundo al referirse el eventual encuentro carcelario de la Pantoja y su novio puso BIS A BIS.
Ahora en el blog lo corrige y pone VIS A VIS.
Para que vea: hasta un profesional como Vd. confunde las Bes y las Uves como otro que conozco.
Haga la fe de errata en el periódico. Gracias
Cuando alguien señala la luna, sólo el tonto se queda mirando el dedo indicador.
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