DIARIO DE LA TREGUA. Momento Verificación.
Es la palabra más usada. La palabra que define el momento. Verificación. Todos quieren verificar. El Gobierno y ETA, el PSOE y el Partido Popular, Batasuna y el PNV. Verificar para verificarse. Momento verificación, diríamos. Los unos hablan de verificar si la tregua es efectiva, verificar si es verdad lo que cuenta el Gobierno, verificar si ETA sigue enviando cartas de extorsión. Verificar. Los otros quieren verificar que habrá referéndum de autodeterminación, si Euskadi podrá anexionarse a Navarra y seguir su delirio en Francia...
Verificar una palabra al uso que, a tan poco tiempo de la declaración del alto el fuego, no es más que un sinónimo de las prisas inoportunas y de los intereses oscuros que se esconden. Por eso, se han determinado que éste sea el momento verificación, aceptémoslo pero con un leve matiz de entrada. Este es el momento verificación de los ciudadanos, de los vascos, de los españoles. Tenemos que verificar que no nos quieren tomar por idiotas. Esa verificación, al principio del proceso, es la más urgente.
Las otras prisas, las que tiene el Partido Popular (o por lo menos un sector del PP) por verificar día a día que la tregua es un fracaso son unas prisas inoportunas e inconvenientes. Uno, verán ustedes, puede desconfiar de la tregua de ETA, pero lo que es una equivocación es sacar conclusiones a diario, por los actos de diario y las declaraciones de diario, sobre la certeza y engaño de esta tregua. El PP, desde el inicio del proceso, no se ha dado cuenta de que, quizá, su estrategia más conveniente, más inteligente, es la de ceder toda la responsabilidad de la negociación al Gobierno, apoyarlo con su silencio, y esperar prudentemente a que pueda establecer conclusiones definitivas. Ahora, ciertamente, nadie puede criticar al Gobierno por pagar un precio político a ETA porque esa cuestión, aunque se presuma, no se ha dado. En fin, que a lo mejor sería más conveniente que el PP pusiera sobre la mesa las tres o cuatro exigencias irrenunciables para un acuerdo de desarme con ETA. Y esperar, sin machacar todos los días con todo y sobre todo. Ese tono apocalíptico, que es tan así.
Ocurre, sin embargo, que la misma prisa que tiene el PP (o por lo menos un sector de ese partido) por certificar el fracaso de la tregua, es la prisa que tiene el Gobierno y el PSOE por verificar, minuto a minuto, que la tregua ya ha sido un triunfo. Y estas prisas, vamos a ver, sí que pueden ser peligrosas. Porque en el deseo de que nada interfiera el llamado “proceso de paz” lo que no se puede pedir a la ciudadanía es que se ponga a silbar por las aceras, mirando al infinito. Como ha reseñado con acierto Felipe González, lo que no se nos puede pedir a los que estamos fuera del “proceso de paz”, expectantes, es que comencemos a mirar con ojos de ternura a los etarras. “Como los hijos pródigos que vuelven a casa”, ha dicho Felipe. Hasta ahí, claro, no se nos puede pedir.
¿Tiene el Gobierno derecho y legitimidad para negociar con ETA? Si. ¿Debemos ofrecerle un margen sensato de negociación, que incluya acercamiento de presos y redención de penas? Si Pero ¿querrá decir eso que todos somos ya iguales, que vale todo, que hacemos borrón y cuenta nueva y aquí no ha pasado nada? Pues, mire usted, eso no. Por eso se decía al principio que, si este debe ser el 'Momento verificación', es esencial que el Gobierno, la oposición y los terroristas sepan que la verificación primera es que no se nos tome por idiotas. Como ha pretendido hacer José Blanco, el incalificable secretario general del PSOE, con sus impresionantes declaraciones sobre el encuentro de Otegi e Ibarretxe. Pero esto no lo comento. Sólo habría que aconsejarle con cariño aquello que le leí a un viñetista granadino. "Blanco, tronco, no seas cruel contigo mismo".
Más interesante es verificar que no nos toman por idiotas cuando el presidente del Gobierno y su vocero Moraleda afirman que lo importante no es que la banda terrorista ETA entregue las armas, sino que lo esencial es que exprese la voluntad de no usarlas. Y añaden: “no vale de nada que las entreguen, si a día siguiente pueden comprar otras nuevas”. Centrándonos sólo en la parte más seria de la reflexión, habría que afirmar que si voluble es la entrega de las armas, porque se pueden comprar otras, cómo no será de voluble la voluntad de una banda terrorista que ha declarado una decena de treguas y que, una a una, ha ido traicionando todas las esperanzas. Así que, si los dos actos son volubles, que se le exija a ETA la entrega de las armas. ¿Sabe por qué? Pues porque esa entrega de armas, ya que no podemos exigir razonablemente que esos bandidos se disculpen uno a uno y pidan perdón, debe convertirse en el triunfo moral de la sociedad española sobre ETA.
Quizá no podemos defender la humillación pública de ETA, es verdad, pero no podemos renunciar a la victoria. El final de esa larga estela de asesinatos no es el empate. “Ni tuya ni mía”. No. Y debemos insistir en ello porque lo que se persigue es justamente ese final difuminado. Por eso ETA sigue mandando cartas con la expresión “JO TA KE Independentzia Iourtu arte” (“sin desmayo hasta conseguir la victoria”).
Ya sé que la entrega de las amas es un acto simbólico, que no hace falta que nos explique ningún soplagaitas que en el mercado negro se pueden comprar metralletas. Lo sé y aún así afirmo que se trata de un detalle esencial. Porque en ese simbolismo de entregar las armas va la dignidad de pensar que, si un día no existe ETA, es porque el Estado de Derecho acabó derrotándola. Y de que podremos mirar con orgullo a las tumbas y decir: “Gracias. Hemos ganado”.
5 Comments:
Hay una cosa que puede verificar fácilmente en el País Vasco y es el hecho de que no exista tregua "psicólogica" para todos aquellos que viven extorsionados, siéndoles imposible realizar una vida normal porque les miran mal, insultan a sus hijos en el colegio o porque realizar algo tan sencillo como comprar el pan puede resultar una auténtica odisea...
¿Cuándo habrá tregua para ellos?
Indalito, desde mi humilde opinión tienes toda la razón.
Yo creo que el problema de fondo es que se nos quiere vender un producto incompleto: se habla de paz, de la Paz, así en mayusculas, pero nadie se acuerda de la Libertad. ¿Y para que sirve una cosa sin la otra?
Insisto en algo que ya he remarcado en este blog en otras ocasiones. ¿Cuántas veces tiene que decir el presidente del Gobierno que no se le pagará un precio político a ETA? El otro día, sin ir más lejos, en la inacabable entrevista que le hizo el director de EL MUNDO, Pedro José, el de la piscina, lo dijo varis veces con toda contundencia. ¿Qué tiene que hacer Zapatero para que se le crea? A mi juicio,dedbe seguir repitiéndolo a pesar de que ya sabemos que los que amanecen cabredos escuchando la Cope pensarán siempre igual. No se como pueden aguantar a ese tio, que esta todo el santo dia, nunca mejor dicho en la emisora de la iglesia, vomitando sapos y truenos como en los tebeos. Un consejo, serénense, que no pasa nada.
Atentamente,
Honorato.
Pérmitame usted decirle señor Horonato que sería de necios ignorar las pequeñas cesiones a ETA en los meses previos a la tregua y ahora durante ella, en este sentido podríamos recordar al señor Fungairiño, la Asamblea de Batasuna, la presencia del PCTV en las elecciones, las continuas chulerías de Otegui incluido su comentario cuando fue detenido ("pero el fiscal general del estado sabe esto") y ahora el movimiento del PSE hacia la anhexión de Navarra en el País Vasco...
Saludos.
Honorato, no veo a nadie nervioso, al menos no más nervioso que ud.
El problema de credibilidad de nuestro insigne presidente y de su gobierno se lo han creado ellos solitos, ya que en multiples ocasiones han afirmado que no se estaba negociando con ETA, y ahora resulta que sí, que según un medio tan afín como El Pais, han sido 4 años de contactos, con vaya ud. a saber que pactos.
Y aparte de eso, la famosa "paz" sin libertad y sin una verdadera democracia en el Pais Vasco no van a servir de mucho, salvo para que Ibarreche, Otegui y compañia sigan hablando con cinismo de democracia y "conflictos".
Como dice Indalito, ya se están haciendo concesiones. Y encima el Sr. Rodriguez parece que se calla si le preguntan por Navarra. Que no, que mi opinión es que no se puede comprar esa "paz" a cualquier precio.
Ah, y por cierto, yo no soy oyente de la COPE. ¿Lo es ud. de la SER?
Saludos.
Publicar un comentario
<< Home