El Blog de Javier Caraballo

Javier Caraballo es periodista de EL MUNDO. Es redactor Jefe de Andalucía y autor, de lunes a viernes, de una columna de opinión, el Matacán, sobre la actualidad política y social. También participa en las tertulias nacionales de Onda Cero, "Herrera en la Onda" y "La Brújula".

11 abril 2006

Cotidiano


Los sindicatos españoles acaban de superarse a sí mismos. La cuestión es tan pintoresca como que hace un par de semanas una delegación de jóvenes de UGT se marchó a la manifestación de París, con sus banderitas, sus pegatinas en el pecho y una pancarta grande: «UGT, en París, con los jóvenes y por el empleo digno».

Nunca antes se había vivido en España tal grado de esquizofrenia sindical, porque mientras los jóvenes ugetistas se manifestaban en Francia, en España su sindicato seguía firmando acuerdos laborales con el Gobierno de Rodríguez Zapatero, al que bien podrían achacarle que la precariedad en el empleo juvenil español esté veinticinco puntos por encima de la media europea. De Chaves y los sindicatos andaluces ni hablamos, porque en Andalucía, a su vez, se empeoran las cifras de desempleo juvenil con respecto a la media española.

Además, no hay demasiadas excusas frente a los datos: En Europa, el cuarenta por ciento de los contratos a jóvenes son temporales; en España, ese porcentaje se eleva al sesenta y cinco por ciento. En Francia, la precariedad juvenil es del 48 por ciento. Andalucía peor que España, España peor que Francia y las tres juntas, peor que Europa. Pero los jóvenes españoles de la UGT se manifestan sólo en París. En fin, que no sería de extrañar que ayer, después de que Jacques Chirac anunciara la retirada de los planes para abaratar el despido juvenil, hasta brindaran con cava por este triunfo sobre la derecha. Vive La France.

De todas formas, pensándolo bien, más que esquizofrenia ideológica podríamos estar ante un sincero ejercicio de coherencia, sobre todo si compartimos con Julio Anguita que los sindicatos, en realidad, forman parte del sistema y han olvidado su objetivo primero de transformar la realidad económica que los rodea. Al formar parte del sistema, ya sólo queda como elemento de lucha la pugna política. Y en eso estamos.

Si la preocupación fuera la precariedad laboral de los jóvenes, UGT habría organizado ya, al calor de las protestas de Francia y de los logros conseguidos, una macromanifestación en Madrid, con la participación de los sindicalistas europeos. Pero aquí, ya ven, ni manifas ni protestas. Silencio Zapatero. En un reportaje de El País, una joven ugetista, Diana Rubio, retrata bien la situación: «Es que en España ya salimos a protestar en su tiempo, cuando correspondía. La última vez, en el 2002, contra el ‘decretazo’ de Aznar. Ahora no hay nada nuevo por lo que protestar: la precariedad se ha vuelto algo cotidiano». Impresionante.

Pues nada. En varias provincias andaluzas ya han comenzado a circular sms convocando a un macrobotellón (otro) en Granada para el próximo 1 de mayo. Como también los botellones se han vuelto cotidianos y ya «no corresponde» protestar contra el Gobierno, los sindicatos tienen una gran oportunidad para convocar un Primero de Mayo reivindicativo de la juventud española. «Por la precariedad y el botellón, únete».

3 Comments:

At 11 abril, 2006 14:32, Blogger Clausius said...

Si es que contra la derecha protestamos mejor...

 
At 11 abril, 2006 18:15, Anonymous Anónimo said...

POR CURIOSIDAD, NIÑA DE LA ALBAHACA, ¿DONDE TRABAJAS? ¿PUEDES DARNOS AL MENOS UNA PISTA, AUNQUE POR LO QUE HAS DICHO SUPÒNGO QUE ESTAS TRABAJANDO PARA LA JUNTA DE ANDALUCIA?

 
At 11 abril, 2006 19:55, Anonymous Anónimo said...

Amigo Caraballo: el sistema lo es todo, pero está podrido. La mierda nos roza la nariz y escasamente podemos respirar. Hoy estoy animado y creo que es posible cambiarlo todo. Sí, darle la vuelta. Es más, creo que el "arquitrabe está en peligro grave". A pesar de que "hay quien levanta andamios para que no se caiga" y los sonotones escasean, estoy seguro de que se derrumbará.

 

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