Tobogán
La convulsa normalidad democrática española impone ahora que, al año y medio de haber comenzado la legislatura, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se haya lanzado a una campaña electoral inédita. No hay urnas en el horizonte, porque dice el presidente que piensa agotar la legislatura, pero vivimos un frenesí de mítines que, como trompetistas inquietos, anuncian lo contrario. “Vamos a tener una campaña electoral muy divertida”, dijo ayer Zapatero. Ahí queda eso. ¿Campaña? ¿De qué elecciones? Quizá sería mejor hablar de campaña virtual, porque nada hay de electoral.
Debimos imaginarlo cuando, la semana pasada, el presidente decidió sacar al mercado, como regalo navideño, un disco recopilatorio de sus grandes éxitos, “ZP, Greates Hits. Del Prestige a Irak”, pero después de este fin de semana, con Chaves en lo alto de la tarima, como un ministro más del presidente ZP, ya no cabe la menor duda. ¿Cómo no iba a ser Chaves el primero en sumarse a los mítines? El primer presidente autonómico en lanzarse, él también, a una campaña virtual al año y medio de las elecciones. Chaves, que pastorea la legislatura andaluza con mayoría absoluta en el Parlamento y nada que decir. En fin. Pero, por qué este alboroto navideño. Dicen que el acuerdo sobre el acuerdo del Estatuto de Cataluña se escenificará antes de finales de diciembre, y tanta agitación previa, tanto ruido preliminar, tanto trapo tendido para la envestida, no presagia nada bueno.
Veamos, ayer mismo, el presidente de la Generalitat, Pascual Maragall, volvió a decir que la condición sine qua non para las reformas de los Estatutos (y de la Constitución, quizá) es que debe quedar claro que no todas las autonomías son iguales. “Lo que es sine qua non –dice Maragall- es restablecer la dualidad constitucional. Es lo básico, porque si no estaríamos metidos en esta especie de tobogán invisible en el que vamos descendiendo”.
El tobogán, curioso concepto. Pero, qué es a juicio de Maragall el tobogán español, esa pendiente de la historia por la que descendemos todos revueltos, unos y otros, invisible, sin que nadie distinga a unos de otros. Cuando el socialismo se hace nacionalista produce estos monstruos, ya sé. Pero, ¿a qué dualidad constitucional debemos regresar? También lo aclara Maragall: “En España hay tres nacionalidades históricas (Cataluña, Galicia y Euskadi), pero habrá que llamarlas ahora naciones para distinguirlas de las demás, ya que ahora están mezcladas con siete y, dentro de poco con ocho, si Andalucía también se autodeclara”.
A Pascual Maragall, que tiene clavada la espinita de referéndum andaluz del 28-F, siempre hay que agradecerle la claridad. Mucho mejor esta claridad que el ruido de mítines. Zapatero y Chaves nos distraen con su campaña virtual, pero Maragall nos sitúa otra vez en el camino. El tobogán es un bonito concepto del devenir histórico. Metafórico. Poético. Vertiginoso. Normalmente conduce a un impacto severo con el firme, con el culo haciendo de almohadilla en la arena. Veremos.
14 Comments:
¨En ese mar de la Corte
donde todo el mundo campa,
toda engañifa se entrucha
y toda moneda pasa;
donde sin ser conocidos
tantos jayanes del hampa
tiran gajes, censos cobran
de las izas y las marcas;
donde haciendo punto de honra
esto de la vida ancha,
andan como cazadores
viviendo de lo que mata.¨
Es una jácara del siglo XVI.
¿ A cambiado mucho España?
Maragall y ZP están en la tradición golpista de la autodeclaración. No es raro cuando se acepta gobernar con esas compañías. La Esquerra de Compayns ya autodeclaró el Estat Catalá en el 34. Ahora es peor. Ahora es un presidente del gobierno, un sujeto que ha jurado defender la Constitución quien les está haciendo el trabajo sucio de dinamitarla.
A este PSOE le importa un comino la soberanía nacional, la nación, la libertad de los ciudadanos y su igualdad ante la ley. Pero esto no es del todo raro en los socialistas de izquierdas -también a veces en los socialistas de derechas, los democristianos-, pues tienden a creer, como los nacionalistas, que una vez que se las han apañado con las artes que sea para sacar más votos que el de enfrente, el poder ya se puede ejercer sin límites porque creen que el poder es suyo y no de los ciudadanos.
Y Chaves es de los peores. De los más totalitarios y de los más indignos. No hay más que ver su fascinación por el monstruo de Birán, Fidel Castro. Si a Chaves le importaran algo los andaluces, lo que tenía que estar haciendo no es entretenernos con un Estatuto que a nadie interesa ni nadie ha pedido y que no tiene otro objeto que servirle de coartada a Maragall, sino luchar con todas sus fuerzas por detener la deriva balcánica generalizada que se está abriendo en España. ¿Ven ustedes que Ibarra esté pidiendo ninguna reforma estatutaria?
Porque, que nadie se crea que este vendaval centrífugo se va a parar en Cataluña. Una vez que entremos en la espiral cantonalista, otros van a ir detrás. Y, más temprano que tarde –y lo veo lógico- irán las regiones más prósperas y dinámicas de España, la que más aportan a la caja común. Valencia y Baleares, ya. Madrid está aguantando más porque, no en vano, tiene una gran líder liberal al frente que sabe cuáles son sus principios, y tiene arrestos sobrados para defenderlos y ser coherente con ellos, pero puede que un día los madrileños le demanden otra cosa. Y, cuando todo eso pase, estaremos no ya ante una nación rota, sino ante un Estado que habrá dejado de ser viable.
¿Para qué quiere Chaves la financiación?¿Para que cuando ya no haya caja común nos quedemos con nuestra miseria? ¿Para qué quiere más competencias?¿Para abrir más chiringuitos, apesebrar más vagos a costa de los andaluces, y encadenar aún más nuestras energías con más regulaciones liberticidas y más intervencionismo?
Lo he escrito en otra parte y aquí lo repito: Javier Arenas no se debe dejar enredar por Chaves en la trampa del eterno debate sobre la deuda histórica y la financiación, y tiene que ir al meollo del cogollo: a decir que, si se cargan la nación, la caja común, la Junta se queda sin un duro. Hombre, y ya de paso, explicar que es una vergüenza que, gracias al socialismo, los andaluces tengamos que seguir dependiendo de los demás, en lugar de valernos por nosotros mismos.
De todas formas, a mí me parece que aquí lo que hay de fondo es el evidente fracaso del Estado de las Autonomías tal como fue definido en la Constitución. Yo comprendo que a los que contribuyeron a crearlo les costará más trabajo reconocerlo, pero yo no pertenezco a esa generación y veo clarísimo que aquí se han creado diecisiete oligarquías y diecisiete monstros burocráticos, con sus consiguientes despilfarros, y sus consiguientes clientelas. Y todo eso no ha servido ni para dar más libertad y más prosperidad a los ciudadanos (hay por ahí trabajos sobre el coste del Estado de las Autonomías que ponen los pelos de punta) ni para contentar a los nacionalistas sino al revés: para darles alas.
Ahora, como nos descuidemos, los monstruitos procederán a devorar a la madre, y la nación soberana que todavía hoy es España desaparecerá para transformarse en una serie de reinos de taifas enfrentados, y los españoles serán cada vez menos libres y menos iguales ante la ley.
La solución, a mi juicio, está clara: primero, parar esta locura nacional-socialista y este atentado a la soberanía nacional que es el Estatut; y, después, sentarnos entre todos a arreglar esto reformando la Constitución en el sentido de acabar con el sistema de estatutos, cerrar y blindar fuertemente en el texto constitucional las competencias del estado central –incluyendo entre ellas, por supuesto, y la primera, la educación, origen de la mayoría de estos males- y el resto cederlas directamente a todas las autonomías por igual, sin cupos ni privilegios forales. Incluso hay muchas competencias que quienes tendrían que gestionarlas son los ayuntamientos.
Eso y, por supuesto, devolver a los nacionalistas a sus justos términos de representación, reformando la Ley Electoral en el sentido que apunté aquí el otro día (http://www.blogger.com/comment.g?blogID=18674531&postID=113465334677084190)
De esa forma saldríamos ganando todos los ciudadanos españoles pero, muy especialmente, ganaríamos los andaluces.
Un partido liberal estaría promoviendo y apoyando todas esas reformas. La pregunta es ¿lo es el PP realmente?¿O sólo en los discursos?
Pues tal vez lo que ha pasado, es que el Estado Mayor del general ZP, ha visto las encuestas y se ha percatado que el patio esta muy cabreado, con la más que posible independencia politica, economica, financiera y ojo energetica de Cataluña y todo gratis total y a costa y estimulado por el propio gobierno de la Nacion, y han decidido hacer bolos por las provincias. Lo de nuestro Lider Maximo, bueno es un triste papel, porque parece mentira, que mientras ZP, quiere la independencia economica, comercial y energetica de sus amigos hispano americanos, por el contrario, esta haciendo todo lo posible para que Andalucia dependa energeticamente de Cataluña, y eso lo pagaremos caro, muy caro. Si, para eso se le vota masivamente y con mayoria absoluta, para depender de la burguesia catalana.
Javier, tu blog se consolida. Felicidades
¿Saben estos políticos irresponsables lo que les cuesta a las empresas encontrarse una regulación distinta en cada autonomía?¿Saben la cantidad de pequeñas empresas que dejarán de nacer porque de entrada no tienen dinero ni para contratar un ejército de leguleyos que les vaya soplando al oído los caprichos legislativos de los burócratas de cada sitio ni, luego, para poder cumplir todos esos caprichos? ¿Saben la cantidad de planes de expansión que frustran, la cantidad de creatividad a la que ponen freno y los costes que tienen para la gente sus golpes de pecho autonómicos? No, ellos sólo saben que se podrán hacer fotos demagógicas reclamando más y más competencias, y luego, cuando se las den, cultivar nuevas clientelas alrededor de ellas.
Lo que hace falta es desregular los mercados: no crear diecisiete reyezuelos que los tiranicen.
Monica, eres la Federico Jimenez Losantos de Andalucia. ¡ Ole tus ovarios !
No creo que decir que alguien es la Jimenez Losantos de Andalucí sea ningún elogio, aunque como dijo el torero hay gente pa tó. Personalmente me parece, sin embargo, que con los insultos no se vqa a ninguna parte. Eso es lo mas facil, que empecemos a decir que este tio es un gilipollas o que tal otro es un capullo. Eso es lo que hace el Losantos y, por lo menos en mi caso, lo que consigue es que no atienda sus argumentos. Monica por cierto, no veo que caiga en eso. Yo me apunto a una nueva campaña "Insultar, no gracias"
Ni Jimenez Losantos ni Mónica, insultan a nadie. Expresan con valentia lo que piensan. Y hay gente que les molesta la libertad de expresion, sobre todo cuando se dice lo contrario que quiera que se digan los que mandan, y hacen no importa que para destruir cualquier foro de debate.
PARA LA NIÑA:
Oportunísima esa jácara del XVI. Ciertamente, la historia de España pouede analizarse muychas veces como un cículo vicioso, siempre dando vuelta a los mismos conceptos, a las mismas maldiciones, a los mismos prejuicios. Una noria en la que las frustraciones y las esperanzas se alternan.
PARA MONICA:
De acuerdo contigo en que esta espiral de reformas debería concluir con una modificación de la Ley Electoral. Lo malo, Mónica, no es reformar los estatutos autonomicos, que eso es lo menos si se mantuvieran dentro de la Constitución y no fuesen delirios soberanistas camuflados de reformas, lo peor es que se anuncian ya como un paso más. Es decir, que cuando salgamos de esta oleada de reformas, en un par de años se estará comenzando a exigir ya la siguiente. ¿Alguien calcula el futuro de un país pendiente, de forma eterna, de su modelo territorial? Sencillamente imposible. Por eso se hace imprescindible la reforma de la Ley Electoral, para acabar con la anormalidad democrática de España, consistente en que el papel de los partidos bisagras lo desempeñan los nacionalistas.
Muchas gracias, Antonio, pero que más quisiera yo que poder compararme con Federico. Federico es un maestro. No siempre estoy de acuerdo con él, porque los liberales siempre discrepamos y solemos tener criterios distintos según los temas. Pero a él le debo haber descubierto las ideas liberales, y eso nunca lo voy a olvidar. Respecto a sus formas, yo creo que se exagera mucho. ¿Que Federico llama ladrón al que roba? Claro. A ver si otros van a poner ganar elecciones llamando asesinos a los miembros del gobierno, y nosotros vamos a tener que callarnos. Federico hace un discurso liberal claro, directo, dirigido a las personas del común, con un lenguaje que todo el mundo entiende. Y no tiene complejos a la hora de llamar a las cosas por su nombre. Esa es una de sus grandes virtudes, a mi juicio. Pero, bueno, Carlos Herrera también está sembrado, si es el que le gusta al amigo anónimo. Yo muchas veces me lo bajo de Internet después de haber oído a Federico. Es lo bueno que tiene la libertad, que puedes elegir. Incluso elegir a los dos. Por lo menos, mientras nos dejen.
Javier, yo creo que al final mientras los políticos sigan teniendo la ocasión de seguir pidiendo más y más poder, siempre van a seguir haciéndolo. Y eso no es bueno. Hay que cerrar de una vez el modelo territorial. Y con el sistema de Estatutos no hay forma. Te digo lo mismo que con lo de las listas abiertas y las circunscripciones a la británica: no se puede confiar en que el que manda vaya a ser bueno, sino que hay que asegurarse por medios políticos de que el malo no tenga ocasión de serlo. Camps no es nacionalista y se ha sacado de la manga un estatuto casi tan liberticida con los castellanoparlantes de Valencia como el de Cataluña. Y con poder judicial propio, que rompe por completo la Constitución. Y en Valencia, en Baleares y en Galicia –que no han estado gobernadas precisamente por nacionalistas- hace años que se viene pisoteando la libertad de los ciudadanos para hablar la lengua que les de la gana.
Aquí hemos creado diecisiete clases de ciudadanos distintos. Y todo este embrollo no nos ha hecho ni más libres ni más iguales ante la ley, sino al revés.
Además, yo creo que hay que plantearse a quién es realmente a quien beneficia esto de las autonomías: si es a la gente corriente o sólo a los políticos, a sus redes clientelares, a las oligarquías locales. Y luego, esas inmensas burocracias que no sirven para nada más que para tirar el dinero de la gente, y para que no piensen en otra cosa que en ser funcionarios.
Fíjate Alemania: ahora andan viendo cómo les quitan poder a los landers y se lo devuelven al estado central. Y eso que al lado de nuestras autonomías los landers son raquíticos.
Hay liberales que creen en eso del nacionalismo liberal, porque piensan que los estaditos –en este caso, las autonomías- van a competir por la población bajando impuestos, eliminando trabas y dejando más libertad a la sociedad civil. Pero yo compruebo en la práctica que en España eso no es así. Aquí, con honrosas excepciones, en lo único que compiten es en gasto público, en número de funcionarios y en intervencionismo.
Pero, en fin, lo primero ahora es parar toda esta ofensiva de los liberticidas. Y la cosa ya ha empezado. Sigilosamente. El pasado viernes nos colaron una reforma del Poder Judicial que consagra una justicia catalana segregada que emana de una supuesta soberanía separada y distinta de la española. Ningún juez ni magistrado de otras partes de España podrá ya ir a trabajar a Cataluña. A partir de ahora, las oposiciones las convocan y las resuelven ellos, con lo cual, dentro de poco sólo habrá jueces nacionalistas. Como mínimo, tan nacionalistas como Piqué. ¿Se imaginan ustedes lo que puede suponer para Boadella saber que va a quedar en manos de jueces nacionalistas, sin posibilidad de recurrir a una instancia superior?
Y hoy lo del CAC. Los burócratas van a poder decidir a partir de ahora en Cataluña qué es la verdad. No los jueces sino el propio gobierno. La poca libertad de expresión y de información que quedaba allí está a punto de desaparecer y, con ella, desaparecerán del todo la sociedad abierta y la democracia. La Cataluña de hoy cada vez se parece más a la Alemania de los años 30.
Todo esto es muy grave y tengo la sensación de que la gente no se da cuenta de lo que está pasando. Las revoluciones empiezan sin que nadie se de cuenta. Y se sabe cómo empiezan pero no cómo acaban. Una vez que entremos en la espiral, una vez que se encienda la mecha, ya las explosiones serán en cadena, y no habrá forma de pararlas.
Pero hoy todavía estamos a tiempo. Con esa esperanza escribo.
Espero no aburrirles con estas parrafadas.
Bueno ya que dices los de las parrafadas... Como dicen los politicos antes las preguntas gilipollas de los periodistas, "me alegro que me haga esa pregunta". Si, señora Monica, son parrafadas enormes. Cortate un poquito, anda.
Amigo anónimo, pues lo de aburrirse leyendo tiene buen arreglo. Te lo saltas y ya está. Si tampoco es tan difícil. En fin.
Mónica, estoy bastante de acuerdo contigo en la irracionalidad del modelo territorial español. Por dos cosas, porque la burocracia política crece y crece de forma exponencial, sin ahorrar nada(ayuntamientos, entes comarcales, mancomunidades, diputaciones, gobiernos autonómicos y gobierno de la nación, cada uno con sus respectivas delegaciones provinciales) y porque no tiene sentido seguir pidiendo que el stado Español se descentralice hacia dentro y hacia afuera. Y a la vez los dos procesos. No tiene sentido ninguno, claro. Sentado eso, no es comparto que, en la actualidad, existan en España diecisiete clases de ciudadanos. No creo que sea verdad. En fin, en adelante ya seguiremos hablando de todo esto.
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En este Blog he dejado abierta la posibilidad de que el personal pueda pronunciarse de forma anónima. Como sabréis, no siempre es así. Yo creo que lo mejor es que cada cual se sienta libre para expresar su opinión, pero acordemos entre todos que la libertad de cada uno acaba cuando sus opiniones se convierten en coces hacia los demás. Ocurre a menudo que en los Blogs se introducen indeseables con el único ánimo de reventar los debates. En el Blog de hoy se ha apuntado algún detalle insultón y no me gusta. Sólo pido respeto.
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