El Blog de Javier Caraballo

Javier Caraballo es periodista de EL MUNDO. Es redactor Jefe de Andalucía y autor, de lunes a viernes, de una columna de opinión, el Matacán, sobre la actualidad política y social. También participa en las tertulias nacionales de Onda Cero, "Herrera en la Onda" y "La Brújula".

15 diciembre 2005

Impolítica


La política autonómica en España ha degenerado a esta doble vertiente de perversión que se contempla ahora con nitidez, gracias al debate inane de los estatutos. En las comunidades en las que se impone el movimiento nacionalista, se gira peligrosamente hacia el absurdo, el sectarismo y la exclusión. En las comunidades en las que sólo gobierna el PP o el PSOE, toda la estrategia autonómica se supedita a la consecución de un fin mayor, el Gobierno de la nación. Siempre hay grados, claro, porque en algunas comunidades al menos se progresa. Que no es poco.
Pero, en términos políticos, de política autonómica, se trata de elegir entre la sumisión y la supeditación a la lucha por La Moncloa o «el exabrupto muy pobre, muy intolerante y muy intransigente» que promueven los nacionalistas en sus políticas. La expresión es del alcalde socialista de La Coruña, Francisco Vázquez, sobre el BNG, el socio de gobierno que le ha permitido a su partido desalojar a Fraga de la Xunta. Cosas.

En Andalucía, el cinismo ha llegado a la reunión de ayer en Madrid, en la que veinte próceres de ambos Gobiernos, apretaditos en una mesa para que cupieran todos, despachan en media hora el mecanismo para liquidar la ‘deuda histórica’. Lo más complejo, debió ser la redacción del acuerdo. Para cualquier mortal, abordar un asunto así le llevaría toda una jornada. Cifras, documentos, informes y textos legales. La ventaja de los prohombres es que son capaces de alcanzar un acuerdo histórico en un plis plas. Sin mirar ni un papel.

Cuando sobre la mesa planea «la sensibilidad de Zapatero con Andalucía», la fórmula mágica siempre surge. Y ayer, estos grandes nombres de la historia de la Andalucía, sencillamente, lo consiguieron. Este es el acuerdo: «La creación de un grupo de trabajo que establecerá la metodología definitiva para la valoración de las necesidades de financiación». Ojo, que un ejercicio así no está al alcance de todo el mundo. Pocos estadistas mundiales están capacitados para algo tan grande, tan glorioso. Tan cínico. O sea.

No hace ni dos años, en enero de 2004, cuando el entonces ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ofreció 2.500 millones de euros para saldar la deuda de financiación, Chaves lo aceptó pero, a continuación acusó al Gobierno de querer someter a Andalucía al «chantaje» y la «extorsión». Llegó a hablar incluso de «compra de votos, como en la época de Cánovas del Castillo».

En fin, lo dicho, que estamos entre lo malo y lo peor. Peleando en otras batallas, el ministro de Justicia se refirió ayer a la estrategia de oposición del PP como «impolítica». No recuerdo que nadie haya utilizado jamás este adjetivo, de hecho el diccionario de la Real Academia sólo lo incluye en su avance en internet de la vigésima tercera edición. «Falto de política o contrario a ella». Y yo añado: Dícese de la política autonómica en España.

7 Comments:

At 15 diciembre, 2005 20:38, Anonymous Anónimo said...

No está el ejercicio de la pólítica determinado por la ocupación de otro espacio de poder, tan sólo importa el poder mismo, de tal manera que mantenerse en él, o incrementarlo, se transforma en una meta personal que hace de los supuestos representantes públicos funcionarios de un régimen no democrático. El problema es mayor, los que hicieron la transición eran conscientes de su mermada, por no decir inexistnte, formación democrática de ahí que intentaran ser muy respetuosos con el concepto. Los políticos de hoy, evidentemente no todos, se creen poseidos por la democracia misma lo que genera un desprecio absoluto a su ejercicio. El drama es, por tanto, que en España (muy especialmente en Andalucía) no hay representantes democráticos pues ninguno acaba de comprender que la convicción fundamental de un demócrata es la de permitir a cualquier otro acceder al poder, y darle los medios para hacerlo, que sólo debe ser objeto de ocupación temporal y vicaria.

 
At 15 diciembre, 2005 21:46, Blogger Canal Rancio Blog's said...

Impolítica... ¡Qué palabra más fea! Me gusta más apolítico, que es como se definían los franquistas cuando llegó la democracia. Aunque las dos palabras sean metafísicamente imposibles. El hombre es un animal político. Donde se ponga Aristóteles que se quiten los asesores de la Junta... aunque estos últimos le ganen al aeropagita -no es un insulto sobre sus inclinaciones sexuales, no nosss confundamo- a la hora de comer gambas. Vamos, que se plantan en El banquete de Platón y acaban con el cuadro. ¿O no?

 
At 15 diciembre, 2005 21:55, Anonymous Anónimo said...

Yo quiero seguir creyendo que hay políticos íntegros, que el poder no corrompe, son las personas las que lo corrompen por eso quiero pensar que todavía existen personas íntegras que no se corrompen por el ¨TACO¨ ¿ Es que en la vida no hay otra cosa que el dinero ? Quizás sea una ilusa o la vida no me ha maltratado todavía lo suficiente porque yo sigo creyendo en las personas. De ilusión también se vive.

 
At 16 diciembre, 2005 10:46, Anonymous Anónimo said...

Que edad tiene la niña queriega la albahaca? Mira, niña, en la vida claro que no hay otra cosa mas importante que el dinero, ni mas influyente, ni con mas capacidad de corromper el animo y la decision de las personas. Eso es asi y la politica por desgracia es una demostracion. ¿Que ha pasado en Camas, con tdos los partidos politicos pringados en un soborno? De todas formas, niña, supongo que tu no lo preguntas por ingenuidad sino pr mantener unos ideales. Si es asi vale, de acuerdo. Saludos a todo el personal de este blog.

 
At 16 diciembre, 2005 12:58, Anonymous Anónimo said...

El tema que se plantea es complejo; no admite sólo una respuesta y no tiene una única solucion. La realidad es que la vida politica se esta degradando por dia, y su reflejo más brutal es en la vida municipal y en ese fenómeno que denominan "tránfugismo", o nomadismo para darle un tono de humor. Pero tambien es cierto que se esta degradando la vida social y la convivencia entre ciudadanos. Hoy dia se va "al taco" y existe una casi ausencia de respeto hacia el otro. Y creo que hay una relacion entre degradacion en politica y en la sociedad.
Pero lo más grave a mi juicio, es que mientras que en el siglo XVI y XVII, hubo personas capaces de novelar ese abismo entre palabras grandielocuentes: honor, dignidad, etc., el discurso del Poder en suma, y la realidad cotidiana,- me refiero logicamente a la novela picaresca -, hoy los creadores, no sólo no son capaces de plasmar la realidad socio politica, sino que invitan, por ejemplo a la ministra "pixit dixit" a dialogar en el cine con Maria Zambrano, y aun peor, nadie se atreve a mofarse de esa situacion. El taco (la subvencion) y los amiguetes.

 
At 16 diciembre, 2005 20:18, Anonymous Anónimo said...

Entre los políticos habrá de todo, como en todas partes. Lo que creo es que es una ingenuidad confiar en que van a ser buenos per se. Por eso, a los liberales nos gusta buscar fórmulas para sujetarlos por medios políticos. No por su gusto ni por su buena fé, sino por la fuerza de las cosas.

Todo lo que estamos viviendo, la clase de inútiles que hay hoy en el gobierno, lo que dicen ahora estos de la Junta con desvergüenza supina y, en general, esto de que los políticos se olviden de que su poder es transitorio, delegado y que, para ser legítimo, necesariamente ha de discurrir entre los límites materiales y procedimentales que le impone la soberanía nacional -osea, la nación, los ciudadanos, la gente-, lo que hace es poner de manifiesto la imperiosa necesidad que tenemos en España de reformar cuanto antes la Ley Electoral. Y a nivel autonómico, igual.

No me las voy a dar de experta en sistemas electorales pero, en mi opinión, lo que necesitamos se parece bastante al modelo británico, con circunscripciones más pequeñas, seguramente uninominales, en las que el candidato salga elegido de forma mayoritaria, y en listas abiertas. En cuanto a los ayuntamientos, entiendo que lo que se impone es la elección directa de alcaldes, que acabaría con el transfuguismo.

Los detalles se los dejo a los técnicos, pero la idea esencial es conseguir que el representante sienta en todo momento el aliento de los representados en el cogote. Que note que tiene mil ojos vigilándole, dispuestos a pedirle cuentas por su gestión, y a exigirle que su ejercicio del poder se atenga lo más fielmente posible al mandato que le han otorgado. Eso sería, creo yo, lo democrático, lo decente y, por supuesto, lo liberal, porque nada hay más liberal que demostrar que el poder puede y debe ser domado.

En ese sentido, creo recordar que algún paso pretendía dar Esperanza Aguirre en la Comunidad de Madrid. O, al menos, eso dijo en su discurso de investidura. Lo que pasa es que, según se han puesto las cosas hoy en España, con la grave crisis nacional que atravesamos, lo que siempre había sido necesario -y, desde luego, obligado para que nos creamos que lo de dar un giro verdaderamente liberal al PP va en serio-, pero podía hacerse con tiempo, ha pasado a convertirse por mor de las circunstancias en algo urgente y perentorio.

Como también es urgente acabar de una vez con la hiperrepresentación de las minorías nacionalistas, impidiendo la presencia en el Congreso de todo aquel partido que no llegue al 5%. Yo no puedo estar más en las antípodas de IU, pero me pregunto cómo es posible que con menos porcentaje de voto que ellos, ERC tenga más escaños. Tampoco entiendo qué pintan en el Congreso partidos nacionalistas que no se presentan a las elecciones con un programa para gobernar España y que, respecto a la nación, no son partidos sino lobbies. Hombre, todavía en el Senado tiene algún sentido que estén, pero ¿en el Congreso?.

Mónica

 
At 16 diciembre, 2005 21:22, Anonymous Anónimo said...

Vamos a ver, no soy una ingenua y sé que hay muchos políticos corruptos y en Andalucía son la mayoría pero por eso no voy a dejar de pensar que habrá también algunos con principios que no se dejan corromper porque no todos tenemos un precio, ni estamos en venta.Yo no quiero dejar de tener confianza en las personas, si todo estuviese podrido, entonces; ¡apaga y vamonos!

 

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