El Blog de Javier Caraballo

Javier Caraballo es periodista de EL MUNDO. Es redactor Jefe de Andalucía y autor, de lunes a viernes, de una columna de opinión, el Matacán, sobre la actualidad política y social. También participa en las tertulias nacionales de Onda Cero, "Herrera en la Onda" y "La Brújula".

14 diciembre 2005

Socorro



La angustia surge en la primera línea de la carta, en la primera frase que el ordenador ha tecleado a borbotones, como una herida nueva. «Esta carta es fruto de la desesperación». Me he detenido ahí. En un movimiento reflejo, antes de seguir leyendo, la vista se ha ido al final, a la firma. «Que alguien nos oiga. Socorro. Firmado A. García». ¿Un secuestro? ¿Una extorsión? No. Nada de eso. «Quisiera contarle esta desesperación que me inunda y me ahoga: Soy un profesor andaluz de Secundaria».
A menudo, los profesores (tanto de los primeros ciclos educativos como de la propia universidad) se dirigen a los periódicos con la protesta ya conocida sobre la progresiva crisis de la Educación en España, la menguante preparación de los alumnos y la creciente falta de autoridad del profesorado. No es, por tanto, la primera carta. Pero quizá el problema radique justo ahí, en que esa reiteración en la protesta nos haga ver como algo normal que un profesor de secundaria se exprese en estos términos. «Desesperación, angustia, ahogo... » No, no puede ser. Qué va a ser normal, hombre.

Ocurre, además, que son precisamente estas voces las que nunca se oyen en el debate político sobre la Educación, las de los trabajadores de la Enseñanza, las de los maestros que llegan los lunes angustiados a la clase y salen los viernes desesperados. Como este profesor anónimo, que no será casualidad que la carta la haya escrito un viernes por la tarde. «Hay alumnos que en noviembre o en febrero ya saben que no van a aprobar tu materia. Si les bajas los niveles a ellos, los demás también quieren una vida relajada. Pero si no lo haces y saben que van a suspender, amargan la vida del profesor (si es profesora, a veces, se ensañan más), y de sus compañeros durante lo que resta de curso. ¿Quién tiene la respuesta del millón?». Nadie, claro.

Nadie tiene respuesta a las evidencias, sí, pero ¿cuántos profesores de enseñanza media se encuentran a diario ante el mismo dilema? «Si osamos suspender a algún alumno, la Administración Educativa nos acosa exigiendo papeles diversos, preparación de trabajos individualizados e informes varios. Conclusión: los aprobamos y ya se los encontrarán otros en cursos superiores. Aquí también funciona el ‘Pásalo’. Así es como se reduce el fracaso escolar».
Pocas veces antes había encontrado un símil mejor del autoengaño de este sistema educativo que ese cruel ‘pásalo’. Ni se ha ofrecido un ejemplo más gráfico de los centenares de alumnos a los que se les conduce directamente a estrellarse con el muro de su propia vida. Pásalo.
La carta concluye con un pronóstico inquietante. «Qué porvenir le espera a un país que en materia educativa pide todo el esfuerzo a los profesores (ingenieros, arquitectos, médicos y licenciados diversos) y un esfuerzo mínimo a los alumnos de los que dependerá el futuro de la nación. El trabajo del entrenador no es correr, ésa es la ocupación del atleta. Que alguien nos oiga. Socorro».

2 Comments:

At 14 diciembre, 2005 23:19, Anonymous Anónimo said...

Hubo un tiempo en que la superioridad y autoridad del maestro no precisaba tarimas. Maestro y discípulo se escuchaban con atención. No es la relación entre quien sabe y quien ignora sino entre quien tiene un fino discernimiento y quien apenas distingue los grandes rasgos; entre quien conoce el terreno y el recién llegado. El maestro afina los sentidos del alumno, lo enriquece con nuevas percepciones, le guía por el pequeño cosmos del ser humanó y le muestra qué resortes se deben pulsar para restablecer la armonía...

 
At 14 diciembre, 2005 23:32, Anonymous Anónimo said...

Curioso. El sector de la enseñanza, sobre todo primaria y secundaria, que ha sido un colectivo de profesionales que con más ahinco ha apoyado al PSOE, pidiendo ahora auxilio........
Esto se parece cada vez más a cierta novela policiaca, "Diez negritos", y sólo cabe preguntarse ¿cual será el próximo grupo profesional a machacar ?.

 

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