El Blog de Javier Caraballo

Javier Caraballo es periodista de EL MUNDO. Es redactor Jefe de Andalucía y autor, de lunes a viernes, de una columna de opinión, el Matacán, sobre la actualidad política y social. También participa en las tertulias nacionales de Onda Cero, "Herrera en la Onda" y "La Brújula".

22 diciembre 2005

Normalidad


La detención de un grupo de islamistas radicales en Málaga y Sevilla ha retumbado en la calle con el eco de ocasiones anteriores. “Estamos muy sorprendidos, eran gente normal y corriente”, dicen los vecinos. Imaginamos que los terroristas van por la vida con una mirada asesina, mal afeitados y el cañón de una metralleta asomando por debajo de la gabardina. Y no es así, claro. Ocurre, sin embargo, que no anda descaminado el personal cuando se alarma por esta normalidad: ése es precisamente el escalofrío que ha recorrido Europa tras los últimos atentados del terrorismo fundamentalista islámico; que gente corriente, teóricamente integrada en la sociedad, acaba convirtiéndose en terroristas suicidas. ¿Cómo es posible?

Aunque las lecciones de esta naturaleza tardan demasiado tiempo en asumirse, el caso es que, por lo que llevamos visto, ya deberíamos tener claro que la tolerancia de las sociedades desarrolladas, su régimen de derechos y libertades, la tendencia a verlo todo con normalidad democrática, son armas eficaces en manos de estas organizaciones terroristas. Como el anuncio aquel que apareció hace unos meses en un diario árabe que se publica en Londres, en la sección de anuncios por palabras: “Se buscan partidarios de la red terrorista Al Qaeda. Plazas vacantes en la preproducción de los comunicados y los montajes de video destinados a la red de redes". Así, con normalidad.

No es ninguna coña, el diario en cuestión es el “Al Sarq al Awsat,” financiado con capital saudí, y se difunde como uno más en la capital británica. Vamos, es que uno de los directivos de ese diario incluso salió en defensa de derecho de los anunciantes a publicar aquella ‘oferta de trabajo’ al entender que “todo musulmán debe saber que su vida dejó de ser suya el mismo día que su nación islámica fue invadida y violada. Nada debe hace olvidar eso”.

Curiosamente, en ese mismo diario británico se encuentran artículos dedicados a la pérdida de Al Andalus, el paraíso eterno, el reino soñado, y en alguno de ellos hasta se concluye que el triunfo de los Reyes Católicos se debió a que se habían apartado del camino de la perfección islámica para entregarse a los placeres mundanos. “Al Andalus fue derrotada porque los andalusíes se dedicaron a las cosas poco espirituales como el arte, la música y la poesía”. Lo mismo hizo Osama bin Laden, que comparó la tragedia de Al Andalus con la de Palestina en uno de sus primeros comunicados de internet tras el atentado de las Torres Gemelas.

A partir de estas evidencias fundamentalistas, ¿tenemos que alarmarnos ante el hecho de que Andalucía se haya convertido en cita habitual de las redadas policiales contra las redes del terrorismo islámico? Ni alarmas ni cegueras, ni espanto ni falsa confianza. Las cosas por su nombre y la certeza clara del peligro. Vigilantes y celosos. Que la falsa ensoñación multicultural de Al Andalus no nos engañe con el disfraz de la normalidad.

9 Comments:

At 22 diciembre, 2005 14:22, Anonymous Anónimo said...

Yo no sé hasta cuando vamos a tener que seguir pidiendo perdón por recuperar nuestra Tierra. Se nos bombardea por todos lados con la idea de que echamos a los moros de aquí a la fuerza con malas formas. Pues va a ser que no porque primero, nosostros siempre hemos estado aquí, ellos invadieron la Península y no creo que viniesen regalando dátiles. Pero no sé porque me tengo que sentir descendiente de ellos y no descendiente de los romanos que por lo menos eran critianos y de ellos sí me siento más cercana. Como está ahora el patio no me extrañaría que se fuesen todos para Granada formaran un partido y pidieran la autodeterminación amparándose en las raíces históricas y ZP les permitiera un Estatuto que les considerara nación y más tarde la secesión. Por que ponen bombas.

 
At 22 diciembre, 2005 15:37, Anonymous Anónimo said...

¿Multiculturalismo disfrazado, dice usted? Aquí lo que hay es mucho racista disfrazado.

 
At 22 diciembre, 2005 19:54, Anonymous Anónimo said...

No, amigo anónimo. No es racismo. Aquí lo que hay es gente que empieza a no tragarse los cuentos del ciegopacifismo, el multiculturalismo, la Alianza de Civilizaciones y demás mamarrachadas progres. Y que entiende que con los terroristas y con los totalitarios en general el apaciguamiento no funciona. Al revés: si no se les planta cara se crecen.

Aquí el que venga tiene que tener muy claro que los españoles tenemos unas leyes, unas costumbres y un Estado de Derecho que, por ejemplo, dice que las mujeres somos iguales que los hombres. El que se quiera adaptar a eso, ya sea chino, negro, anglicano, musulmán o budista, bienvenido sea. Ahora, el que venga a querer exportarnos por la fuerza su totalitarismo teocrático, tiene que saber que no estamos dispuestos y que vamos a defendernos.

Por cierto, Al-Andalus no es sólo Andalucía. Es toda la España que estuvo ocupada en su día por los musulmanes. Las webs islamistas radicales la reivindican todos los días.

El lugarteniente de Bin Laden dijo: los medios de comunicación del enemigo son nuestras divisiones -y vaya si lo han sido, por lo menos en Europa-. También suelen afirmar que los vientres de sus mujeres serán las armas que les conduzcan a la victoria.

Pronto en Irak, el tesón de los norteamericanos y la voluntad de ser libres de los irakíes los habrán derrotado. La democracia irakí, contra la que tanto han luchado los progres del mundo, será una realidad y un ejemplo para otros países islámicos de la zona.

¿Vamos nosotros a ponernos por fin del lado de la libertad o seguiremos siendo los tontos útiles y los cómplices del totalitarismo?

 
At 22 diciembre, 2005 21:12, Anonymous Anónimo said...

Qué fácil y socorrido es acusar a alguien de racista cuando no piensa como tú. Si lo dices por mí te puedo decir que no lo soy.Pero seguro que no acusarías de racista a un islamista que llama a sus fieles a luchar contra los infieles que no sólo somos los cristianos sino que son todos los que no piensen como ellos. Tampoco dirías nada del trato vejatorio que tiene la mujer en esa sociedad, porque seguro que habría otro que te diría que eres racista porque no respetas sus costumbres. A las cosas hay que llamarlas por su nombre. LLevamos muchos años luchando por la democracia y los derechos de todos y no podemos ni debemos consentir perder todo eso por respetar costumbres que son un atropello a los derechos humanos.Soy mujer y estoy muy orgullosa de vivir en esta sociedad ¨imperialista¨que me da la oportunidad de expresarme como ser humano y la voy a defender siempre si eso es ser racista pues retiro lo del principio , soy racista.

 
At 23 diciembre, 2005 09:42, Anonymous Anónimo said...

¿ racismo difrazado ?. Eso era con el fascismo. Ahora ya no hay racismo en Andalucia, y si lo hay será un fracaso del gobierno andaluz de no haber eliminado esa lacra.

 
At 23 diciembre, 2005 10:08, Anonymous Anónimo said...

Reitero lo dicho ayer, hay mucho racismo disfrazado. Y no porque se manifieste directamente, sino por las consecuencias que produce esa generalizacion que hacéis. No os dais cuenta de que cuando se habla de esa forma, cuando se le dice a la gente que los moros lo que quieren es conquistar otra vez Al Andalus, se provoca que los veamos a todos los inmigrantes con enorme desconfianza. Maticen señores, maticen, que todos los inmigrahntes no son terroristas ni vienen a quitarnos nada. Exigid derechos y libertades, pero hablad con respeto y consideracion. La guerra de civilizaciones es la mejor excusa de Ben Laden, pàrece inventada por él. El odio con el que habla esa Oriana Falacci es la gasolina incendiaria que utiliza el terrorismo. Querais o no la alinza de civilizaciones es la salida a este gran problema que, por cierto, no ha ocasionado Zapatero. ¿O también le vais a echar la culpa?

 
At 23 diciembre, 2005 12:31, Anonymous Anónimo said...

Aquí todo el mundo ¨callaíto¨, si no te gusta algo, ¨callaíto¨, si piensas de otra forma, ¨callaíto¨, si quieres dar una opinión distinta a lo políticamente correcto, ¨callaíto¨. Porque si hablas,eres un racista, un fascista,imperialista,capitalista, intolerante,desestabilizas, provocas...Si en Irán dice que van a exterminar a Israel, pues ¨callaito¨ para no desestabilizar, si Bin Laden dice que se debe recuperar Al- Andalus, ¨callaíto¨ para no provocar,que hay inmigrantes que ponen bombas, ¨callaíto¨, que se asusta la gente.
El alcohólico no se recupera hasta que no reconoce su problema y el drogadicto igual. A las cosas hay que llamarlas por su nombre y reconocerlas para poner solución. Con esto tendríamos para largo y no me quiero extender. El que se cree en posesión de la verdad absoluta está equivocado.

 
At 23 diciembre, 2005 13:10, Anonymous Anónimo said...

Amigo anónimo, yo no estoy generalizando. Acabo de defender a los ciudadanos de la naciente democracia irakí, en su mayoría de religión musulmana. Mira, yo creo que cualquier persona, siempre que la dejen elegir, siempre va a optar por la libertad. Y me niego a creer que los musulmanes vayan a ser una excepción.

Entre los musulmanes que vienen a España hay muchos que vienen buscando un futuro mejor y que quieren integrarse entre nosotros. Conozco a niñas musulmanas que las ves con su barriguita al aire, como cualquier adolescente de aquí, y que quieren estudiar, ser independientes y ser ciudadanas de pleno derecho en España. Ya he dicho que a esos, recen al dios que recen, bienvenidos sean.

Pero los islamistas radicales son otra cosa. Lo suyo es una ideología totalitaria y expansionista que sencillamente no tolera la existencia del otro, del infiel, y quieren destruirlo a toda costa. Esos son los que reivindican Al-Andalus. Y con esa gente te repito que no cabe apaciguamiento –tampoco cabía con Hitler aunque Chamberlain y Daladier lo descubrieran un poco tarde- porque ellos carecen por completo de cualquier voluntad de otra cosa que no sea borrarnos del mapa.

Mira, para vencer a los totalitarios lo primero que hay que hacer es un esfuerzo por entender su mentalidad. Los totalitarios no necesitan ninguna gasolina. Su ideología es ya lo suficientemente incendiaria. Ellos saben que su principal baza es encontrar la forma de vencer nuestras resistencias emocionales, explotando el miedo de la gente. Por eso, lo primero que buscan es siempre culpabilizar a la víctima. Es como en el País Vasco. Hacen creer a la gente que el que se queja del nacionalismo obligatorio y totalitario es el culpable, el que crispa. Que es él –el que denuncia, la víctima- el que crea el odio. Y que si se contemporiza y se cede ante los terroristas éstos van a convertirse de pronto en hermanitas de la caridad. Pero eso no es verdad.
Pues aquí es igual. Quieren hacernos creer que los occidentales somos los culpables de que nos ataquen y que, por eso, lo mejor es plegarse a ellos. Pero con esta gente, que sólo busca el exterminio de nuestra civilización, cada paso atrás que demos es un reconocimiento de nuestra debilidad y, por tanto, una forma de alentarlos a que sigan golpeándonos.
Además, no cabe ninguna alianza de civilizaciones con esta gente porque lo suyo no es la civilización sino la barbarie. Nosotros en occidente hemos recibido una herencia de respeto a la persona, al individuo, que en nuestras democracias liberales se erige en sujeto de derechos que ningún poder puede conculcar, sencillamente, porque son anteriores al poder y proceden de la propia dignidad humana. Bueno, pues, le guste o no a la izquierda progre del pensamiento débil, todo eso es una herencia de la tradición cristiana. Se puede ser ateo y entender perfectamente que nuestra civilización, la de los derechos individuales, procede del cristianismo. Y además no hay que tener ningún complejo a la hora de ver que lo nuestro es mejor, es la civilización.
En su absoluta desorientación tras la caída del muro, los progres han hecho del relativismo moral una de sus banderas. Pretenden hacernos creer que todo es igual. Que el esfuerzo es igual que la vagancia, que la paz de los cementerios es paz, que un régimen que gaseó a 500.000 kurdos es igual que una democracia liberal y que gente que defiende e impone por la fuerza la ablación del clítoris y demás aberraciones contra el ser humano contenidas en la sharia (la ley islámica) es igual que un régimen de libertades occidental.
Es ese no saber o no querer saber quiénes somos, cuál es nuestra identidad como civilización occidental lo que empuja a estos majaderos nihilistas hacia el abismo de la claudicación ante el terror totalitario que es, en definitiva, el suicidio de nuestra civilización.

Por otra parte, creo que muchos de los que criticáis a Oriana no la habéis leído. Lo suyo no es odio: es realismo, valentía y lucidez. Nos está alertando acerca de un peligro real y su gesto es tanto más valioso en la medida en que sabe que se está oponiendo frontalmente a toda la mentalidad estultiprogre dominante y que en su vida personal ser coherente con sus ideas no va a traerle más que problemas. Los que no quieren ver le han hecho la vida imposible hasta el punto que no puede casi pisar su Italia natal. Pero ella es una luchadora. A los catorce años ya estaba viendo como su padre se enfrentaba a al totalitarismo fascista de Mussolini y ahora, en sus últimos años, no está dispuesta a rendirse ni intelectual ni moralmente ante el totalitarismo de nuestros días –uno de ellos, aunque suelen aliarse- sino a luchar contra él con todas sus fuerzas mientras le quede un hálito de vida.

 
At 03 abril, 2020 18:39, Blogger yanmaneee said...

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