El Blog de Javier Caraballo

Javier Caraballo es periodista de EL MUNDO. Es redactor Jefe de Andalucía y autor, de lunes a viernes, de una columna de opinión, el Matacán, sobre la actualidad política y social. También participa en las tertulias nacionales de Onda Cero, "Herrera en la Onda" y "La Brújula".

05 diciembre 2005

Seguridad


En algunos de los textos doctrinales sobre el Derecho, se señala la seguridad jurídica, junto a la libertad, como uno de los pilares básicos de un Estado democrático. El ciudadano de un país democrático duerme cada noche con la tranquilidad de que si alguna vez lo desvela el ruido de un motor en marcha junto a su ventana, será uno de esos ‘coches discoteca’, pero no más. (Churchill, ya saben, hablaba del lechero, pero se corre el peligro de que nadie entienda la ironía en estos tiempos que corren). El valor esencial de la seguridad jurídica es tan claro que, de hecho, se incluyó en la Constitución española (artículo 9.3) y está considerado en el reino de la judicatura como “una exigencia social irrenunciable” (García de Enterría).

Quizá el presidente Chaves había pensado que, siendo Marbella un patético ayuntamiento de tránsfugas de todos lados, hasta de sí mismos, y de ediles empapelados por algún proceso judicial; que siendo la Costa del Sol un refugio de especuladores y pelotazos inmobiliarios; que siendo aquel un ayuntamiento gobernado por dos mujeres que carecen del respaldo de cualquier partido político; podía tomar la decisión que quisiera que nadie lo iba a criticar. Y es verdad. Cuando se anuncian medidas contra Marbella, ¿quién en su sano juicio se va a poner de parte de la alcaldesa, que es el Gil redivivo? ¿Y de ese tipo oscuro, Roca, que se mueve en la sombra?

Ocurre, sin embargo, que caer en esa trampa para elefantes sólo le podía ocurrir a los partidos de la oposición andaluza, pendientes también ellos de sus intereses electorales. Todos han aplaudido a Chaves, o lo han criticado exigiéndole medidas más severas, sin reparar que se puede estar cometiendo un sonoro atropello. ¿Qué es eso de anunciar la retirada de las competencias urbanísticas de un ayuntamiento en un acto político del PSOE en Marbella? ¿A qué altura se deja el Consejo de Gobierno? ¿Y qué es eso de comunicar una sanción casi tres semanas antes de que pueda aprobarse? ¿A qué altura ha dejado al Consejo Consultivo andaluz, que tendrá que pronunciarse al respecto? ¿Dónde está el rigor y la seriedad? ¿Y cómo entender que se le retiren al Ayuntamiento las competencias de planeamiento cuando lo que se le reprocha es que conceda licencias ilegales y cuando es sabido que, desde hace dos años, el planeamiento de Marbella está en manos de la Junta y de uno de sus ‘arquitectos estrella’, González Fustegueras? No, no. Aquí hay gato encerrado.

Ninguno de los ediles que gobiernan Marbella merece, desde hace años, ninguna confianza política. Pero cuando se produce un atropello político, la barbaridad mayor es pensar en la calaña del afectado. Y mirar para otro lado. Porque resulta que mañana te puede tocar a ti. Porque la Ley no se puede aplicar en función del interés político. Ese es el valor de la seguridad jurídica. Por eso lo debemos seguir considerando una exigencia social irrenunciable. Incluso en Marbella.

7 Comments:

At 05 diciembre, 2005 12:32, Anonymous Anónimo said...

Art.124 de la Constitución española:1.¨El Ministerio fiscal, sin perjuicio de las funciones encomendadas a otros órganos, tiene por misión promover la acción de la justicia en defensa de la legalidad, de los derechos de los ciudadanos y del interés público tutelado por la ley, de oficio o a petición de los interesados, así como velar por la independencia de los Tribunales y procurar ante éstos la satisfacción del interés social.
4. El fiscal General del Estado será nombrado por el Rey, a propuesta del Gobierno...
¿ el fiscal va a perseguir las ilegalidades que cometa el Gobierno? ¡ Ja !

 
At 05 diciembre, 2005 16:39, Anonymous Anónimo said...

Es curiosa la coincidencia entre ustedes. El domingo, en Málaga lei los artículos de Francisco Rosell y de Rafael Porras sobre el asunto de Marbella y se abonaban a la misma tesis que usted. No sé si es una estrategia editorial o se trata de la sintonía profesional de trabajar en el mismo diario. De todas formas, es una gustazo leerles a ustedes.Por cierto, ¿porqué no es posible leer a su comapañero Porras en la edición andaluza? sólo lo puedo hacer cuando estoy en Málaga

 
At 05 diciembre, 2005 17:31, Blogger Canal Rancio Blog's said...

Suscribo la propuesta de Silenes. Porras en Andalucía, ya. Los sevillanos echamos en falta sus artículos dominicales cuando estaba por aquí.

 
At 05 diciembre, 2005 17:42, Blogger Javier Caraballo said...

PARA SILENES:

No se trata de ninguna estrategia editorial, se lo puedo asegurar. Mera coincidencia entre otras cosas porque, ciertamente, la medida de Chaves tiene un trazo grueso de interés político que se ve a leguas. Por lo demás, los tengo a ambos por buenos amigos. Sobre Porras, no sé si sabe que es el delegado de la edición malagueña de EL MUNDO y por eso se vuelca con sus artículos allí.

 
At 05 diciembre, 2005 17:47, Blogger Javier Caraballo said...

PARA LA NIÑA:

Tengo pendiente desde hace días darte las gracias por tus comentarios de cuando se estrenó este blog. Este asunto de Marbella no es de Fiscalía, el abuso del que se trata es gubernativo. A no ser que te refieras a otra cosa... Pero, en fin, es verdad que las fiscalías suelen tener una dependencia
política en la cúpula que es muy evidente. Conozco a muchos fiscales imparciales que me merecen todo el respeto, pero siempre les criticaré que no sean ellos los primeros que se manifiesten contra el dirigismo político, que se da con todos los partidos. Por cierto, tu nombre de usuario es muy original. Flipante, que dicen ahora. La caña, o sea.

 
At 05 diciembre, 2005 21:27, Anonymous Anónimo said...

Cuando algún Ayto. construye en zona verde según el código penal incurre en un delito de ordenación del territorio ( art. 3-19 ),en un delito contra el medio ambiente ( art. 3-20 )y en un delito de prevaricación( art.404 Al ser delitos penales, no simples faltas administrativas, el fiscal debe actuar de oficio, porque lo haría con un ciudadano cualquiera. Me refería a eso. Gracias por tus comentarios que me han hecho mucha ilusión.

 
At 05 diciembre, 2005 22:07, Blogger Canal Rancio Blog's said...

La niña que riega la albahaca... ¿Será alguien en quien estoy pensando ahora? ¿Habrá que felicitarla dentro de poco...?
Su conocimiento asombra. Y da unas pistas muy, pero que muy curiosas aunque luego ella -si es ella en realidad y no otra- se encargue de despistarnos gracias al pacto que hizo en su día con el diablo: no confundir con ningún político cuadrúpedo...

 

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