El Blog de Javier Caraballo

Javier Caraballo es periodista de EL MUNDO. Es redactor Jefe de Andalucía y autor, de lunes a viernes, de una columna de opinión, el Matacán, sobre la actualidad política y social. También participa en las tertulias nacionales de Onda Cero, "Herrera en la Onda" y "La Brújula".

08 noviembre 2011

Para recordar



¿Blanco? ¿Pepe Blanco? Bah, no es necesario seguir dándole muchas más vueltas a ese caso porque el ministro ya debe saber a estas alturas que su vida política se acaba aquí, justo aquí. Con muchísimo más poder interno en el PSOE y con bastantes menos evidencias de las que se conocen de Pepe Blanco, el propio Alfonso Guerra acabó dimitiendo en un mitin en Extremadura. Blanco hará lo propio, uno de estos días, porque quizá no pueda resistir ni siquiera las dos semanas que nos separan de las elecciones generales. ¿Blanco? ¿Pepe Blanco? Míralo, como ayer, cuando se vino de campaña a Andalucía, excusas y mutis. No, no hace falta darle más vueltas porque después de las grabaciones que se han conocido, ese lenguaje tan familiar de las corruptelas y los favores, la caída de Blanco, su dimisión, sólo es cuestión de tiempo, semanas quizá; en cuanto el Supremo, pasadas ya las elecciones, acuerde continuar la investigación que apoyan la jueza instructora y la fiscalía.

¿Blanco? ¿Pepe Blanco? Bah, políticamente parece caso cerrado y judicialmente ya se verá, porque, aunque un proceso da muchas vueltas, la legislación que se aprobó en España a raíz del estruendo de Juan Guerra es tan genérica que será difícil no poder encuadrar ahí este nuevo escándalo. El artículo 428 Código Penal de lo que habla es de la autoridad, o el funcionario, que se presta a hacer favores «para conseguir una resolución que le pueda generar directa o indirectamente un beneficio económico para sí o para un tercero». Eso es tráfico de influencias. Blanco ha podido no coger ni un céntimo de todos los favores que hacía, pero sin su gestión no parece que posible que algún tercero, directa o indirectamente, hubiera logrado un beneficio económico. Sólo hay que repasar la secuencia de las grabaciones, que es la secuencia de siempre: «¿Una licencia?» «¿El alcalde es de los nuestros?» «En quince días está resuelto.» «Acaban de darnos la licencia, muchas gracias por todo.» «Es bueno tener un amigo en el Gobierno»

¿Blanco? ¿Pepe Blanco? Bah, eso ya es pasado. Mejor será que reparemos en esta obviedad que se pasa por alto: El ‘caso campeón’ es una investigación realizada durante un Gobierno del PSOE a un miembro del Gobierno del PSOE, al que se le interceptan llamadas y mensajes durante varios meses. Y justo al principio de una campaña electoral, el sumario, que era secreto, se remite desde un juzgado al Tribunal Supremo y salen a la luz todas las grabaciones. ¿Dónde están ahora los del trazo grueso, el brochazo gordo, sobre la Justicia, los fiscales y la Policía, todos al servicio del Gobierno? ¿Cómo ha podido suceder si era Rubalcaba el titular del Ministerio del Interior cuando investigaban a Blanco? ¿No quedamos que toda la Fiscalía y toda la Policía están controladas por Interior? ¿Cómo se puede ser tan absurdo para afirmar, como ayer el PSOE, que se trata de «una campaña organizada»? En fin, volvamos a lo de siempre: desconfiemos de quienes sólo ofrecen la explicación rocosa, sin matices, el debate maniqueo del bueno y del malo, conmigo o contra mí, blanco o negro. La vida, por suerte, es mucho más compleja que ese discurso elemental al que nos tienen acostumbrados. Y la Justicia, por suerte, agobiada de problemas, como está, acosada por sectarismos e intereses partidarios, como sucede, es mucho más compleja también. Existe Estado de Derecho. ‘Caso campeón’, está bien para recordar.

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1 Comments:

At 10 noviembre, 2011 00:19, Blogger Panduro said...

¡Ja,ja! Lo has clavado: ¿Blanco? ¿Pepe Blanco? Bah.

¡Era eso: Bah!

 

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