El Blog de Javier Caraballo

Javier Caraballo es periodista de EL MUNDO. Es redactor Jefe de Andalucía y autor, de lunes a viernes, de una columna de opinión, el Matacán, sobre la actualidad política y social. También participa en las tertulias nacionales de Onda Cero, "Herrera en la Onda" y "La Brújula".

25 noviembre 2010

Imagina




Imagina que un dolor te sobresalta cada quince segundos. Imagina que transcurren quince segundos y, en esa fracción de tiempo, te sacude una punzada. Quince segundos y una angustia repentina hace nido en tu garganta. Una herida en la cara, un brazo amoratado, unos labios rotos. Como si las agujas del reloj sólo saltaran de quince segundos en quince segundos, y ya no existen horas ni minutos, ni noche ni día, sólo ese tic tac caprichoso, constante, abrumador. Cada quince segundos una aflicción. Imagina que la vida transcurre cada quince segundos porque, cuando llega ese momento, se troncha una flor, se tropieza un anciano, se ahoga un pájaro, se asfixia un amor. Imagina que cada quince segundos tu estómago se subleva con un clamor de úlcera, que la boca se vuelve áspera con la acidez de los vómitos, que la cabeza se desespera y explota en la sien encharcada en pena.

Imagina que cada quince segundos te asalta una duda. Cada quince segundos ya nada te parece cierto. Pasan quince segundos y todas las respuestas se vienen abajo porque, otra vez, se impone una conducta irracional, inexplicable, imprevisible. Cada quince segundos se rehacen las estadísticas, se van llenando los gráficos con un goteo continuo. Cada quince segundos todo vuelven a ser preguntas, ya no existen explicaciones. Ni convenciones morales ni discursos políticos porque, cada quince segundos, todo se oscurece. Una reacción visceral, un cariño mal entendido, un perdón equivocado y caen hechas pedazos las instituciones y las parafernalias, las retahílas y las consignas. Cada quince segundos la mente se queda en blanco y hay que volver a repensarlo todo porque nada tiene porqué.

Quince segundos. ¿Lo imaginas? No, claro, nadie puede imaginar una tortura así porque nadie lo resistiría. Imaginar que un dolor nos sobrecoge cada quince segundos conlleva la renuncia de cualquier felicidad, de cualquier suspiro siquiera, porque el lapso de tiempo es tan corto que sólo podemos instalarnos en la terrible espera del siguiente sobresalto. Sin embargo, esa secuencia es real; esa es la secuencia de los malos tratos en el mundo: Cada quince segundos una mujer, en algún rincón del mundo, es víctima de la violencia de su pareja. Mucho antes de que se globalizaran los mercados y las finanzas, ya se había globalizado el dolor de una mujer maltratada. Este de la violencia del hombre sobre la mujer, este infierno de celos y frustraciones, esta pena de contemplar cómo una pasión se transforma en una pesadilla, debe ser el primer dolor global que ha existido en el mundo. Y seguimos sin respuestas. Sólo aguardamos, desesperados, la punzada siguiente.

Hoy se conmemora el Día Internacional contra la Violencia de Género. He escrito este artículo y luego, al releerlo, he renunciado a calcular, como hacen en los spots publicitarios, cuántas mujeres habrán muerto en el mundo mientras yo trazaba estas líneas imaginando su dolor.

Etiquetas: , ,