Milongas
Andaba convencido de que nada tenía de conspiración la última oleada de corruptelas que han incendiado la hacienda pepera, que por momentos parece el mapa de Bonanza, hasta que al portavoz socialista en el Congreso, José Antonio Alonso, le dio por negar las acusaciones: «Los socialistas no hacemos esas cosas». Jo, fue decirlo y cambiar radicalmente de opinión. Ahora sí que estaba claro. Como si las mesas de los restaurantes no se llenaran cada día de políticos intoxicando a periodistas; como si los gobiernos no hubieran enviado jamás un dossier a un periódico; como si Alonso, en fin, se hubiera caído ayer mismo del guindo de la inocencia.
– ¿El gobierno filtrando una noticia a un periódico de su cuerda? Pero qué me está usted contando, los socialistas no hacemos esas cosas.
Lo que no se entiende es cómo no le hicieron la ola en la rueda de prensa. «No hacemos esas cosas», sí. Por eso, el fin de semana pasado el ministro de Justicia, Fernández Bermejo, se fue a pegar tiros a la sierra de Jaén con el juez Garzón. ¿Alguien tiene dudas de que de lo único que no hablaron Bermejo y Garzón fue de la trama de corrupción del PP? Por supuesto, seguro que sólo hablaron de los linces, que están de moda, o sea, después de que se haya demostrado que en cautividad desarrollan una capacidad sexual extraordinaria, hasta ochenta cópulas en dos días. Por cierto, que lo que no se entiende es que, con tanto fornicio, estén en extinción. Pero bueno.
A lo que iba, que sí, que lo normal es que el ministro de Justicia y un juez de la Audiencia Nacional se vayan a cazar juntos y que hablen del de la vida sexual del lince porque, como dice Alonso, el PSOE no hace esas cosas. Con este personal, blanco y en botella, nunca es un litro de leche. Y, por descontado, que el juez no ha forzado el delito de asociación de malhechores para asumir en la Audiencia Nacional las competencias de unos delitos que tendrían que ventilarse en los juzgados provinciales. Trama de corrupción fue Filesa, pero no el ‘caso Juan Guerra’, por ejemplo. Como tampoco el ‘caso Malaya’ se instruye en la Audiencia Nacional o las corrupciones de Estepona, a pesar de que hubiera indicios de financiación ilegal de partidos.
Garzón empura al PP en la Audiencia nacional; un sumario secreto se filtra en plena campaña electoral y el fin de semana se va de caza con el ministro de Justicia. Y como dice Alonso, que nadie piense mal que «no hacemos esas cosas». Como si el personal acabara de desvirgarse hace dos noches, al dejar la redacción, cuando las calles están vacías y los bares languidecen. «El periodismo mantiene a los ciudadanos avisados, a las putas advertidas y al Gobierno inquieto». Lo decía Umbral hace años. Con los trienios de mala hostia que se acumulan ya, mira que venir el mozo del Congreso con esas milongas...
Etiquetas: Corrupción, Justicia
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