El Blog de Javier Caraballo

Javier Caraballo es periodista de EL MUNDO. Es redactor Jefe de Andalucía y autor, de lunes a viernes, de una columna de opinión, el Matacán, sobre la actualidad política y social. También participa en las tertulias nacionales de Onda Cero, "Herrera en la Onda" y "La Brújula".

19 noviembre 2008

Aniversario


Por las expectativas frustradas, por las esperanzas traicionadas, por la razón conculcada, por la justicia violentada, por las tensiones generadas, por la amargura resucitada, por el ansia desatada. Por la soberbia demostrada. Por la pérdida de tiempo. Por que un país no se merece el abuso de sus hombres más ilustres; por el todo y por la nada, el Consejo General del Poder Judicial tendría que abrir un expediente al juez Garzón. Que en la independencia y en la autonomía judicial no pueden caber peripecias como la descrita por este juez con la Memoria Histórica.

Es necesario este pronunciamiento superior sobre todo ahora que la espantada final de Garzón ha multiplicado el problema por los juzgados provinciales y, como ya se está viendo en Córdoba, el esperpento en adelante será comprobar cómo lo que se archiva en Salamanca se inicia en Granada o se recurre en Huelva. Por eso, hace falta un pronunciamiento superior que marque las pautas y reconduzca a la senda de racionalidad, a la lógica del Derecho, el embrollo en el que nos ha metido el ‘juez estrella’. Y reconducir la Memoria Histórica, necesariamente, debe pasar por el archivo de todas las causas contra delitos prescritos, primero, y asumidos, después, por un país que se dotó de una ley de Amnistía para enterrar su pasado y, sin deudas pendientes, construir entonces el mayor periodo de estabilidad democrática que ha vivido España en toda su historia.

Y si todo acaba en el Tribunal de Estrasburgo, sólo habrá que esperar que desde fuera este absurdo se vea con la claridad que aquí, por momentos, se hace bruma. Que no tiene sentido denunciar ahora, como si acabase de ocurrir, como si nos hubiésemos enterado al excavar los cimientos de una urbanización, la desaparición de 140.000 personas y abrir un proceso penal por ello. Y que proliferen asociaciones como la ‘Plataforma de Víctimas de Desapariciones Forzadas por el Franquismo’, que ya con el nombre lo dice todo; ‘desapariciones forzadas’, dicen, como si alguna vez hubieran sido voluntarias; que son tan infames los terroríficos eufemismos de la dictadura («dar el paseo» a alguien suponía su fusilamiento) como estas cursiladas de ahora. La memoria histórica no es un proceso penal a un muerto o a una calavera. La memoria histórica, que está en la ley, es facilitar a las familias que lo deseen la localización de sus familiares fallecidos y un entierro digno.

Memoria histórica es la enseñanza en las escuelas de lo que ocurrió para que nunca más suceda. La Memoria Histórica es, una vez más, el último discurso de Azaña escrito para quien, decenios o siglos después, ya no le pudiera oír, dirigido a quien ya no recordara lo que pasó: «A otras generaciones, que se acuerden, si alguna vez les hierve la sangre iracunda y otra vez el genio español vuelve a enfurecerse con la intolerancia, con el odio y con el apetito de destrucción, que piensen en los muertos y escuchen su lección: Paz, Piedad y Perdón».
Memoria histórica es recordar hoy a Azaña, sus palabras, y olvidar al dictador en el aniversario de su muerte.

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4 Comments:

At 20 noviembre, 2008 12:44, Blogger Capitan Ahab said...

El nombre es ya de por sí es revelador: Memoria Histórica. Se puede tener memoria de algo que no sea historia? Que otro tipo de memoria existe? Este nombre solo puede responder a dos causas: necedad o precipitación. Quizás unos necios pensaron que con esto contentarían a otros necios, que lo verían como una patada en los huevos a una gente que hace ya muchos años que ven crecer la hierba desde abajo, y por tanto les trae al fresco si les patean o no los huevos. O quizás una gente que vendió un cambio tan radical en el país que nadie lo iba a reconocer, se dieron cuenta que no podían hacer tal cambio y pensaron que esto tendría distraída a la gente un tiempo, hasta que se dieran cuenta que no es más que humo esto de la memoria histórica. Y, naturalmente, pues estos precipitados, a fuerza de defender por justo lo que sólo es humo, pues acabaron pareciendo unos necios. Y reconociéronlos los primeros necios, y alabaron sus proezas y entonces los precipitados pensaron que era la leche lo que habían hecho, y así se convirtieron en necios ellos también, porque olvidaron que no era más que humo.

Si de verdad hubieran querido hacer algo útil o justo, el nombre hubiera sido algo así como Ley de la Restitución Histórica, Ley de la Preservación de la Memoria o Ley de la Divulgación de la Memoria.

Señores, sean más listos, hagan memoria. Donde hubiera llegado Sara Montiel llamándose Antonia?

Con ese nombre no se va a ninguna parte.

 
At 20 noviembre, 2008 23:11, Blogger Nos vemos en Stockton said...

Es necesario acordarse del mendrugo ilustrado?. Un abrazo Javier.

 
At 21 noviembre, 2008 21:40, Blogger Lopera in the nest said...

De verdad que acabo de leer esto!:

El Gobierno de España, "con José Luis Rodríguez Zapatero a la cabeza, ha liderado una auténtica ofensiva coordinada para impulsar la reactivación económica mundial".

(El Mundo 21 de Noviembre de 2008)

Quédense con esta fecha, hemos conseguido que un español sea lider en el mumdo!.

 
At 22 noviembre, 2008 22:03, Blogger Lopera in the nest said...

Javier gracias a gente como tú seguiré comprando El Mundo, porque lo de Lucía Méndez de hoy es para avergonzarse!.

 

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