Lamiae
De Lamiae sólo conocimos la angustia que corroe a los miserables cuando se miran y se preguntan por qué no se murieron al nacer. Lamiae consiguió llegar a España desde Marruecos y pasar inadvertida hasta que, a los quince años, su nombre saltó a los periódicos por las dos palizas que le propinó su padre porque no quiso casarse con un marroquí que ya había adelantado el dinero de la dote, casi dos mil euros. En el hospital le apreciaron un traumatismo craneal y pérdida de conocimiento por los golpes. Intervinieron el juzgado y los servicios sociales. La internaron hasta que, meses después, su madre, que no estaba involucrada en los malos tratos, la rescató del centro de menores y pidió permiso para llevarla ‘de vacaciones’ a Marruecos.
Lamiae intentó por dos veces suicidarse en Marruecos, pero siempre fracasó. Ni morirse podía. De vuelta a España, otra vez el infierno de su casamiento y, otra vez, las palizas y los psicólogos del centro de menores. Una noche se escapó. Desde entonces, no ha vuelto a saberse de ella. ¿Cuántos años tendrá ya? ¿Veinte? ¿Se fugó para ser libre o porque se entregó a la dote, se rindió a ser la sierva para la que la habían educado? ¿Acabó en un prostíbulo o logró por fin suicidarse?
No se sabe, nunca se sabrá porque su vida, su tragedia, su miseria, es la misma ínfima historia de decenas de niñas que llegan a España y que nadie sabe a dónde van. Desde hace semanas, el Defensor del Pueblo andaluz, José Chamizo, aprovecha las tribunas oficiales a las que acude para llamar la atención de quienes nada escuchan sobre el aumento de niñas que llegan solas en las pateras.
El Defensor lo volvió a repetir ayer aprovechando que recibía una de esas insulsas visitas institucionales que proliferan en el magma autonómico. Lo dijo en Sevilla, como hace unos días en Córdoba o en Granada. ¿Por qué vienen cada vez más niñas solas en patera? Dicen en el Defensor del Pueblo que sólo sabemos de dónde vienen, del medio rural marroquí donde el 84 por ciento de las mujeres son analfabetas, porque a los cuatro o cinco años las niñas son «socializadas», eufemismo que no hace falta explicar. De ahí proceden, pero cuando llegan en la patera, cuando ingresan en un centro de menores y, a los pocos días, consiguen fugarse y se van, qué es de ellas.
El Defensor lo volvió a repetir ayer aprovechando que recibía una de esas insulsas visitas institucionales que proliferan en el magma autonómico. Lo dijo en Sevilla, como hace unos días en Córdoba o en Granada. ¿Por qué vienen cada vez más niñas solas en patera? Dicen en el Defensor del Pueblo que sólo sabemos de dónde vienen, del medio rural marroquí donde el 84 por ciento de las mujeres son analfabetas, porque a los cuatro o cinco años las niñas son «socializadas», eufemismo que no hace falta explicar. De ahí proceden, pero cuando llegan en la patera, cuando ingresan en un centro de menores y, a los pocos días, consiguen fugarse y se van, qué es de ellas.
Niñas solas en patera. Dicen que vienen para reunirse con su «familia extensa», que es la terminología que se utiliza para denominar a los abuelos, a los primos lejanos, incluso a los vecinos, y Chamizo, que sabe que no es así, le ha pedido a la Junta que tenga «mucho cuidado». A veces, ya ven, el lenguaje es tan cruel como la realidad porque se le supone una ‘familia extensa’ a quien nunca ha conocido ni el calor de quien la ha parido.
¿Dónde estarás, Lamiae? ¿Cuántas como tú habrá? Lamiae, Lamiae...
¿Dónde estarás, Lamiae? ¿Cuántas como tú habrá? Lamiae, Lamiae...
(Dedicado a la consejera de Igualdad, la socialista Micaela Navarro, por una frase suya: «Los menores inmigrantes vienen aquí como el que va de Erasmus». Ni Berlusconi es tan zafio cuando se sacude los problemas de la inmigración).
Etiquetas: Inmigración, Marruecos
2 Comments:
La Micaela, tenía que haber dimitido, en la última "legislatura de la autonomía/suyas.
Una politicucha, que sabe muy bién que Andalucía es la, "Guardería de Marruecos, de niños".
No crea, Sr. Caraballo, que por informarnos de la historia de esta niña/mujer, La Micaela se va a enterar, ni siquiera los andaluces/as/os, que ya es grave.
Solo hay que oír hablar a la consejera para ver el "nivelito"...
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