Olvidos
El presidente Chaves tiene un problema con sus declaraciones en el Parlamento de Andalucía. Tiene el problema de que, por hache o por be, al final resulta que no son nada creíbles sus confesiones. Con la declaración del patrimonio, aquella de los tres mil euros de ahorro después de una vida de sueldos millonarios, coches oficiales, viviendas públicas y gastos a cargo del presupuesto, le pasó que un ciudadano se puso en pie en un plató de televisión y le espetó lo que todo el mundo pensaba, que aquello no se lo creía nadie. Unas semanas más tarde, Chaves rectificó su declaración, le introdujo unos cuantos miles de euros más, y la colocó por encima de los 24.000 euros. Elasticidad financiera, que tendría que llamarse y estudiarlo en Harvard.
Ahora ha vuelto a ocurrirle lo mismo con su declaración sobre la edad. Resulta que el presidente ha declarado en el Parlamento una edad distinta a la que figura en su biografía del Gobierno andaluz. En el Parlamento, se ha quitado años. Cosas. Que no es que tenga importancia, pero cuando alguien ofrece dudas en las declaraciones sobre su hacienda y sobre su edad, se tiene la inclinación inconsciente de querer tocarlo cuando se cruza con él; abrazarlo con incredulidad, como a un aparecido, para palpar algo cierto e indubitable como la carne.
Dicen las malas lenguas del Parlamento que lo de quitarse años lo hace el presidente para no tener que aparecer en la Mesa de Edad, ya que sólo el alcalde de Huelva, Pedro Rodríguez, es unos meses más viejo que él. Por eso, a quien no le pasó por alto el detalle de las edades de Chaves fue al propio Pedro Rodríguez, que no ha tenido problemas para asumir su condición de vejestorio prematuro de la Cámara andaluza. En la sesión constitutiva, Rodríguez recordó los tiempos en los que él y Chaves jugaban de chavales al baloncesto. Pedro Rodríguez lo recordaba y pensaba que el más viejo no era él, sino el presidente. Y ahora, con esas declaraciones elásticas sobre la edad... En fin, que ahí quedo la anécdota.
Por cierto, que es bastante probable que ésta de la sesión inaugural sea la única intervención de Pedro Rodríguez en el Parlamento de Andalucía en los próximos cuatro años. Ese alcalde, digamos, forma parte del grupo más numeroso de la Cámara, el de los diputados culiparlantes. Ahora que se va a cumplir el segundo centenario de las Cortes de Cádiz, habría que hacerle un homenaje al término, porque se acuñó allí para denominar a aquellos diputados que sólo levantan el culo del escaño para votar. Y eso que, a diferencia de entonces, las votaciones en el Parlamento ya no son a mano alzada, de modo que los culiparlantes no tienen que despegar el culo ni para votar.
Y es una pena porque el alcalde de Huelva, en sus quince minutos de gloria de ayer como presidente de la mesa de edad, estuvo bien. Hasta se permitió la utopía de pensar que en el futuro “los ciudadanos no tengan la sensación de que el parlamento esta al servicio del gobierno, sino que sea un órgano de control del gobierno”. Por lo visto ayer, con la primera intervención de Fuensanta Coves como presidenta del Parlamento, no será fácil diferenciar Gobierno y Parlamento. Sencillamente, no dijo nada fuera del guión. Lo más osado fue que pidió que los diputados se pongan siempre en lugar del oponente cuando estén en un debate. “Buenas tardes y buen ambiente”, concluyó con un guiño zapaterista. Ya ven, Murrow falsificado y hasta en la sopa. Que la frase "buenas noches y buena suerte" en labios del poder no tiene sentido, porque simboliza lo contrario, la libertad de expresión frente a los abusos del poder.
Ahora ha vuelto a ocurrirle lo mismo con su declaración sobre la edad. Resulta que el presidente ha declarado en el Parlamento una edad distinta a la que figura en su biografía del Gobierno andaluz. En el Parlamento, se ha quitado años. Cosas. Que no es que tenga importancia, pero cuando alguien ofrece dudas en las declaraciones sobre su hacienda y sobre su edad, se tiene la inclinación inconsciente de querer tocarlo cuando se cruza con él; abrazarlo con incredulidad, como a un aparecido, para palpar algo cierto e indubitable como la carne.
Dicen las malas lenguas del Parlamento que lo de quitarse años lo hace el presidente para no tener que aparecer en la Mesa de Edad, ya que sólo el alcalde de Huelva, Pedro Rodríguez, es unos meses más viejo que él. Por eso, a quien no le pasó por alto el detalle de las edades de Chaves fue al propio Pedro Rodríguez, que no ha tenido problemas para asumir su condición de vejestorio prematuro de la Cámara andaluza. En la sesión constitutiva, Rodríguez recordó los tiempos en los que él y Chaves jugaban de chavales al baloncesto. Pedro Rodríguez lo recordaba y pensaba que el más viejo no era él, sino el presidente. Y ahora, con esas declaraciones elásticas sobre la edad... En fin, que ahí quedo la anécdota.
Por cierto, que es bastante probable que ésta de la sesión inaugural sea la única intervención de Pedro Rodríguez en el Parlamento de Andalucía en los próximos cuatro años. Ese alcalde, digamos, forma parte del grupo más numeroso de la Cámara, el de los diputados culiparlantes. Ahora que se va a cumplir el segundo centenario de las Cortes de Cádiz, habría que hacerle un homenaje al término, porque se acuñó allí para denominar a aquellos diputados que sólo levantan el culo del escaño para votar. Y eso que, a diferencia de entonces, las votaciones en el Parlamento ya no son a mano alzada, de modo que los culiparlantes no tienen que despegar el culo ni para votar.
Y es una pena porque el alcalde de Huelva, en sus quince minutos de gloria de ayer como presidente de la mesa de edad, estuvo bien. Hasta se permitió la utopía de pensar que en el futuro “los ciudadanos no tengan la sensación de que el parlamento esta al servicio del gobierno, sino que sea un órgano de control del gobierno”. Por lo visto ayer, con la primera intervención de Fuensanta Coves como presidenta del Parlamento, no será fácil diferenciar Gobierno y Parlamento. Sencillamente, no dijo nada fuera del guión. Lo más osado fue que pidió que los diputados se pongan siempre en lugar del oponente cuando estén en un debate. “Buenas tardes y buen ambiente”, concluyó con un guiño zapaterista. Ya ven, Murrow falsificado y hasta en la sopa. Que la frase "buenas noches y buena suerte" en labios del poder no tiene sentido, porque simboliza lo contrario, la libertad de expresión frente a los abusos del poder.
Como era de esperar, la nota pintoresca del pleno la puso el patetismo de algunos diputados de Izquierda Unida convertidos, como esos hombres/anuncio, en fetiches de sí mismos. Hay que habituarse a que en Izquierda Unida convivan gente seria y rigurosa, con estos remedos de Hugo Chavez que, cuando salen mejor retratados es con las orejas de Mickey Mouse detrás. Uno se conformaría con que, esta vez, no se olviden de que no se pueden cobrar dos sueldos. Que para olvidos, con Chaves ya es suficiente.
Etiquetas: Junta de Andalucía, Política
3 Comments:
Manuel Chaves,Javier Caraballo,suplico a toda persona de bien ayude a mi familia inocente a salir de esta pesadilla donde todos los andaluces, todos yacemos pisoteados. No permita a esa bota terrible hundir su Marca de muerte en nuestra casa. No deje que trafiquen, ellos que están a todos los pesebres (a sueldo de traficantes y asesinos), no deje sus crímenes al margen de la ley, de quienes le votan, del pueblo andaluz, de quienes no podemos pagar los abogados que usted sabe que comen con según qué jueces y políticos. No nos abandonen en esta tierra de nadie donde Moeckel, Burgos y niños Cottas hacen circo y sangre. No tenga miedo de que tengamos horror y miedo, presidente, no se le caiga el alma a los pies ni la cara de vergüenza. No tenga miedo de que tengamos que comprender "la guasa de los cofrades,los dioses, patrias y reyes, la púrpura ante la que se arrodillan los eusebios Pérez de todos los cabos de las calle, las alcantarillas, trapicheos, publicidades, alacenas.
Somos inocentes,Manuel Chaves. He recorrido todas las instancias de registros y papeles que duermen el sueño de los justos. "No vayas más por el Ayuntamiento, donde los compañeros de la Consejera Coves, y hasta ayer "amigos", se ríen de toda la familia. Como hace el "maestro" -Sr. Grosso- con tu hermano". Abrumados, consternados, te despiden con una palmada en la espalda y sonrisa de evapórate de mi despacho. Aire.
Hagan algo , yo haré todo lo que tenga que hacer. Proteja a mi familia, de este clan babel sin límites donde se confunden Cottas, abellanes e ícaros moyanos on sus machetes a la sombre de tanta impunidad. ¿dónde está presidente?¿tiene miedo de mi miedo?¿LE da vergüenza tanta violencia inútil??¿Recuerda a su padres cuándo lee las amenazas de Cotta? ¿quiere esta Andalucía de talón de hierro para sus nietos?? .¿Dónde está señor Chaves?.Haré lo que usted me diga. Salve a los míos de esta pira y los chinarros que le escupen a la cara mientras comen de su mano y de su mano webs y de la diputación subvenciones.¿Dónde está presidente? No me diga que preparando un "tengo una pregunta para usted" en TVE!!!
lola blanco
Gracias Javier.
Ante la indignación generada por los "políticos profesionales", que nos recomiendan "comer" y nos culpan a la gente corriente de la inflación galopante que nos vacían los bolsillos. Tendríamos que rebelarnos con la clase política que está alineada y alejada de la realidad. Realidades diferentes e irreconcialibles porque habitamos en mundos demasiados distintos: el mundo costoso y difícil de la gente corriente, cuya calidad de vida desciende, de la inseguridad y de otros factores negativos. El del político: cada día más elitista, que se ha hecho en España ignorante, arrogante y millonario. Es una separación dramática, es la demostración de la dificultad de los poderosos en España para entender y solucionar nuestros problemas. No pueden gobernar con eficacia, porque han perdido la capacidad de comprender y entender a la gente corriente. No pueden, porque sus sueldos millonarios les hacen inmunes a la pobreza; no pueden comprender el drama de la inseguridad porque viven en residencias, con escolta pagados por el Estado; no pueden solucionar los problemas del tráfico rodado, cada día más denso, insufrible y peligroso, porque al viajar con chófer, escolta y en coches blindados, desconocen el drama. La mayoría de los españoles consideramos a los partidos políticos y a las autonomías/suyas como una de las instituciones más corruptas y rechazadas, junto con la policía. Así es imposible que en España exista democracia, un sistema que se basa en la confianza de los administrados en administradores y de la gente corriente en la justicia y equidad del sistema.
El Parlamento no tiene hoy día ninguna credibilidad basicamente porque ese mismo numeroso grupo, ha sido el encargado de dejar patente en toda Andalucía que "si buscas un buen destinillo habla con Periquillo".
Sí, ya sé que no era así el refrán, pero tampoco es el Parlamento lo que debiera ser.
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