Engaños
El presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, ha vuelto a confundir la calor con la nevada. Otra vez piensa que la polverada levantada por sus vaivenes en la declaración de bienes suponen una intromisión en su vida personal. Esto, si lo vemos con cierta perspectiva, es uno de los rasgos del carácter de Chaves; entiende bien que las críticas les afecten a otros, a los que tiene por debajo, pero se irrita cuando le afecta a él personalmente. Como aquella vez que se cuestionó si era necesario que el presidente de la Junta dispusiera de vivienda oficial. Se trataba sólo de abrir el debate, de cuestionarnos libremente si una de las regiones más pobres de Europa debía destinar dinero público a ese menester o si, por el contrario, era mejor dedicarlo a otras cosas. El debate comenzaba por la casa del presidente y podía alcanzar luego a toda la parafernalia autonómica prescindible. Pero Chaves se tomó la polémica como un insulto, como si se decidiera sobre el color de las cortinas de su casa, y se plantó en jarras. Se va a construir una casa en San Telmo y, además, no la va a ocupar porque no le da la gana. Que se note quien manda aquí.
Lo que le está pasando con su declaración de bienes recuerda aquella otra polémica. Cuando el Parlamento decidió que todos los diputados andaluces tenían la obligación de hacer públicos sus bienes, Chaves no se conformó con ser uno más. No, se puso como el más pobre del Gobierno. Y claro, nadie se lo podía creer. ¿Cómo va a ser posible que un tipo que lleva veinte años con sueldo de ministro y vida de ministro no haya conseguido ahorrar más que tres mil euros? Pero él, orgulloso y retador, dijo: «Este es mi patrimonio y el de toda mi familia».
Cuando, muchos meses después, ha vuelto a renacer la polémica, Chaves ya ha cambiado su primera versión. En el programa de televisión, ya matizó que, en realidad, sólo es el patrimonio de él y de su señora, porque son sus dos hijos los que se han llevado todas las ganancias de todos estos años, con los estudios y la emancipación. Y volvió a proclamar, retador: «Nunca he tenido herencias. Este es todo mi patrimonio, y si alguien demuestra lo contrario, dimito»
No ha hecho falta que nadie lo demuestre, porque él sólo, otra vez, ha acabado rectificándose al verse en un callejón sin salida. Cuando acudió al programa de televisión, cuando dijo lo que dijo, hacía meses que había heredado trece mil euros y, en el calcetín, tendría guardados otros seis mil euros.
Verá, presidente, no se lo tome a mal, pero si alguna vez observa que media Andalucía le hace la ola cuando habla de su patrimonio, no piense que no respetan su intimidad. No es eso. Personalmente, además, nunca he entendido que se imponga esa obligación de hacer público el patrimonio (por varios motivos, entre otros que no garantiza que se impida la corrupción, no tiene nada que ver con la transparencia exigible a la administración pública y supone una intromisión intolerable). No, no, la cuestión es otra. A Manuel Chaves le deseo salud, dinero y amor, como en la copla de sus años mozos. Al presidente de la Junta, le exigimos que deje de engañarnos con los bienes.
Etiquetas: Andalucía, Junta de Andalucía, PSOE
3 Comments:
Ya solo queda que los acusados del juicio Chaves vs. El Mundo, lleven oro, incienso y mirra al nunca bien amado Presidente Chaves
Lo que más me sorprende en el caso del patrimonio de Chaves es no haber escuchado ninguna voz pública, ni mediática ni política, que haya hecho ciertas pregunas que considoro fundamentales en este asunto. Sea verdad o sea mentira el "rey-presidente" de nuestra sufrida comunidad autónoma ha confesado que el desfase entre su patrimonio y el nivel de sus ingresos se debe a las donaciones efectuadas a sus hijos (casa, coche, etc). Me pregunto ¿sabe alguien cuándo, cómo y por qué importe ha satisfecho el correspondiente el Impuesto de Sucesiones y Donaciones que la propia Junta gestiona como tributo cedido? Por otra parte si los políticos reconocen que su patrimonio lo reparten entre parientes y afectos ¿a qué viene la pantomima de las declaraciones en internet? ¿Qué fiabilidad tienen entonces en orden a comprobar enriquecimientos sospechosos? ¿O es que ya nadie se acuerda del suegro de Rafael Vera? Para eso que quiten semejante fantochada de aparente transparencia o que incluyan en la declaración a toda la familia (que en el caso de la socialista ya sabemos que suele ser extensa).
¿Por qué calla la oposición?. La verdad es que el PSOE lo tiene fácil, porque menudo plantel tiene la oposición. Y es que en el fondo yo creo que no tienen ningún interés en ganar las elecciones, están muy cómodos de parlamentarios sin responsabilidades (si no no se explica)
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