El Blog de Javier Caraballo

Javier Caraballo es periodista de EL MUNDO. Es redactor Jefe de Andalucía y autor, de lunes a viernes, de una columna de opinión, el Matacán, sobre la actualidad política y social. También participa en las tertulias nacionales de Onda Cero, "Herrera en la Onda" y "La Brújula".

29 octubre 2007

Opositor



Que yo cogí el periódico de ayer y, al llegar a la página 26, me quedé perplejo. Un juez escribía un artículo contra la última ocurrencia del ministro de Justicia, el muy osado Mariano Fernández Bermejo. Como lo oyen, un magistrado de la Audiencia de Sevilla, a pecho descubierto, dice lo que piensa… Sin duda alguna, esto merece ser reseñado. Por eso aquí va el nombre del juez, con un guiño amable de consideración y respeto: Francisco Gutiérrez.

Los jueces presumen siempre de su independencia, pero muy pocos son capaces de demostrarlo cuando se quitan la toga y abandonan el juzgado. No se trata de que entren en política, que no es eso, ni de que le hagan el caldo gordo a este partido político o al de más allá. Que no se trata de eso, que la cuestión es que si los jueces y los fiscales no son los primeros en defender la independencia del poder judicial, la independencia con mayúsculas de tercer poder de un Estado de Derecho, todo lo demás se va pudriendo. ¿De qué le sirve a un Estado de Derecho que un juez se sienta independiente en su juzgado de instrucción, o en el tribunal de una Audiencia provincial, si el Tribunal Constitucional, por ejemplo, se convierte en un reparto de cuotas de partido? ¿Jueces independientes de un sistema judicial maniatado? No puede ser.

Lo llamativo es que nadie, dentro de ese edificio que hace aguas por el tejado, parece escandalizarse ya de la invasión permanente del poder judicial. Y una cosa es que los distintos gobiernos hayan querido enterrar a Montesquieu y otra muy distinta es que, encima, los jueces se aficionen a llevarle flores a la tumba. Que parece que cada cual se contenta con su corralito de independencia judicial, acaso porque se piensa que lo único importante es que nadie viole la independencia personal, la de cada quisqui, y que los dirigentes políticos, mientras tanto, se disputen la representación y gobierno de la independencia colectiva.

Ahora que el ministro de Justicia anuncia que quiere cambiar el sistema de selección de jueces y fiscales para convertir el acceso a la Carrera Judicial en un proceso más arbitrario, menos riguroso, más dependiente, el silencio mayoritario de los afectados ha sido revelador de ese ensimismamiento. De las asociaciones de jueces y fiscales, alguna de ellas ha dicho algo, es verdad, pero ma non troppo. Otras han guardado silencio. Por eso es tan meritorio lo de este juez que habla de la importancia de la formación, de la necesidad de elegir a los mejores, de la igualdad de oportunidades; habla del mérito y del conocimiento. Descubre las premisas falsas con las que el ministro amasa su propuesta y se rebela contra los intentos de ridiculizar a jueces y fiscales.

En Sevilla hay un juez que ha levantado el dedo: “Señor ministro, téngame, sobre esta propuesta, como su seguro opositor”, dice en su artículo de ayer. A lo que habrá que añadir: Señor magistrado, téngame, sobre esta posición suya, como un seguro seguidor.

Etiquetas: , ,

1 Comments:

At 30 octubre, 2007 21:10, Anonymous Anónimo said...

XXXXX

 

Publicar un comentario

<< Home