El Blog de Javier Caraballo

Javier Caraballo es periodista de EL MUNDO. Es redactor Jefe de Andalucía y autor, de lunes a viernes, de una columna de opinión, el Matacán, sobre la actualidad política y social. También participa en las tertulias nacionales de Onda Cero, "Herrera en la Onda" y "La Brújula".

04 junio 2007

La Casta


«Lavorare per mantenere dei parassiti». Dos periodistas italianos del Corriere de la Sera acaban de publicar un libro rompedor para explicar algunas de las causas evidentes del deterioro de la clase política italiana, considerada como una de las más caras, más ineptas y más propensas a la corrupción. La Casta se llama el ejemplar y, sólo con el subtítulo, ya puede imaginarse uno cual es la conclusión de este trabajo: «Así se han convertido en intocables los políticos italianos».

En la comparación, parece evidente que los políticos españoles están bastante peor pagados que los italianos, y es probable incluso que estén por debajo en las cifras que se ofrecen sobre la impresionante burocracia política italiana. Cifras esclarecedoras como que en Italia funcionan 150.000 coches oficiales cada día para atender las necesidades de 180.000 cargos electos o que la Presidencia del Gobierno disponga de una flota de trece aviones oficiales. No llegamos a eso, es verdad, pero también sería muy revelador conocer con exactitud cuántos coches oficiales funcionan cada día en España, sumados los de ayuntamientos, diputaciones, gobiernos autonómicos, gobierno de la nación, con toda la red de empresas públicas, fundaciones e institutos varios que se desprende de cada uno de ellos.

Pensemos en esa imagen, en los miles de coches oficiales que cada día recogen al alto cargo en la puerta de su casa para llevarlo a su despacho. La soledad del político derrotado no es, como se suele repetir, que el teléfono deje de sonar al día siguiente, sino que no venga a recogerlo el coche oficial, delante de los vecinos, de la parentela. El coche oficial y el chofer es el mejor símbolo del poder porque todo coche oficial es una puerta abierta, una invitación cotidiana al abuso y a la desmesura. Coche y chofer, que no debe existir una imagen más rancia del poder, del dinero, del mando.

Que sí, que en España la clase política no está tan bien pagada como en Europa, pero la endogamia de los discursos, la burocracia política en permanente expansión y el despilfarro de recursos en el que ha degenerado el sistema autonómico, debería provocar una reflexión seria antes de que, como ocurre en Italia, el sistema político se coloque al borde del colapso.


Una muestra pequeña de esta degeneración. Hace poco, una de las consejeras del Consejo Audiovisual andaluz, uno de los engendros más recientes de la autonomía andaluza, dejó perplejos a todos en una reunión cuando se dirigió al funcionario que se encarga de la coordinación de los coches oficiales para pedirle que, en adelante, el chofer se bajara a abrirle la puerta del coche oficial. Esta señora sí que lo tiene claro. "Lavorare per mantenere dei parassiti". Trabajar para mantener a los parásitos. Pues eso. La Casta.

Etiquetas: ,