Gálvez
Veinte de junio. Diez de la mañana. La mezquindad y el absurdo se han citado ese día, a esa hora, en un juzgado de Málaga para procesar por un delito de atentado contra la autoridad a la abogada y ex diputada Inmaculada Gálvez. Hay que conocer lo ocurrido para abochornarse con el panorama denigrante de ese juicio, el increíble espectáculo de ver cómo algunos procesados por el ‘caso Malaya’ tienen más crédito ante la Justicia que quienes, en los tiempos duros del gilismo, se atrevían a denunciar públicamente lo que muchos callaban, lo que tantos ocultaban, lo que algunos permitían. Y ahora, cuando la única certeza que se comparte es que el Ayuntamiento de Marbella ha sido saqueado, cuando todos se cuelgan las medallas de lo que nunca hicieron, a quienes sí fueron capaces de arriesgarse se les concede el viejo reconocimiento español de putas y apaleadas.
Fue tras las elecciones municipales de 1999. A los pocos días de la nueva victoria de Jesús Gil por mayoría absoluta, una mujer, que había sido candidata de Los Verdes, recibe una llamada del Ayuntamiento para comunicarle que le iban a revocar la licencia de su cafetería, el único sustento de su familia. «Se resuelve la licencia por hablar mal del alcalde», le dijeron. El juez Santiago Torres vio aquello y no tardó en anular la resolución municipal por la evidente arbitrariedad. Lo que siempre supieron los Gil, sin embargo, fue manejarse en los circuitos judiciales y el recurso contra la decisión del juez Santiago Torres acabó frustrándose, como el propio juez. Otras instancias judiciales le dieron la razón a Gil. La cafetería se cerraba.
Fue entonces cuando un grupo de amigos, entre ellos Gálvez, decidió encerrarse en la cafetería en señal de protesta. Los policías locales, con medios antidisturbios, llegan al local y, entre cuatro o cinco, la agarran de pies y manos y la sacan del local. La foto de la diputada en volandas abrió al día siguiente varios periódicos. El desalojo lo dirigía el jefe de la policía, Rafael del Pozo, ahora imputado en la ‘operación Malaya’.
Fue entonces cuando un grupo de amigos, entre ellos Gálvez, decidió encerrarse en la cafetería en señal de protesta. Los policías locales, con medios antidisturbios, llegan al local y, entre cuatro o cinco, la agarran de pies y manos y la sacan del local. La foto de la diputada en volandas abrió al día siguiente varios periódicos. El desalojo lo dirigía el jefe de la policía, Rafael del Pozo, ahora imputado en la ‘operación Malaya’.
Todos los desalojados ponen denuncias al instante por los métodos utilizados, pero no prospera ninguna. Tres días después del desalojo (¡tres días!), también el jefe de la Policía pone una denuncia contra Inmaculada Gálvez. Y prospera. Curioso. La acusa de agresión y atentado contra la autoridad. Dice, sin presentar parte médico, que la diputada le propinó una patada que le provocó la baja inmediata.
Por increíble que parezca, a pesar incluso de que el TSJA archivó inicialmente la denuncia, el ex jefe de la Policía de Gil ha conseguido que su denuncia prospere en el Tribunal Supremo. Sin prueba alguna de la agresión, se le concede más crédito a su palabra que a la de la ex diputada. Esperpento sonrojante. Uno de los procesados por el caso Malaya y hasta un fiscal desnortado piden pena de cárcel para Inmaculada Gálvez.
Veinte de junio. Diez de la mañana. En un juzgado de Málaga se dan cita la mezquindad y el absurdo. Pero también la solidaridad y el apoyo de quienes tengan cordura democrática y sientan verguenza ajena.
11 Comments:
Muchas gracias, Javier.
Estos días estoy tan sensible que incluso se me han saltado las lagrimas. Se acerca el día y me imagino sentada en el banquillo acusándome Rafael del Pozo bajo la dirección letrada de José María del Nido, junto a ellos un Ministerio Fiscal que nos archivó innumerables denuncias.
La semana pasada se publicaron algunas noticias relacionadas con la justicia que hemos de tomar como un ataque a la Constitución. ¿La han derogado ya?.
El Fiscal jefe de Málaga, que creo es un buen cazador -y, no de delincuentes sino de animales-, advirtió que se formulaban muchas denuncias ante la Fiscalia pero que no prosperaban pues no eran consideradas delito. En primer lugar, hemos de saber que el único poder que puede calificar si un hecho es delito o no es un juez. La Fiscalia debería incoar, en su caso, diligencias informativas y, de su resultado, dar traslado a los Juzgados. Muchas de las denuncias de asuntos de Marbella fueron archivados mediante Decreto del Fiscal Jefe por no considerarse delito. Menos mal que el Tribunal de Cuentas y Operación Malaya, entro otros, le ha enseñado que la ingenuidad e, incluso, el desconocimiento o, como en mi caso, la desconfianza a mi persona, se le vuelven en contra.
De muy grave calificaría las declaraciones del Presidente del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, a quien se le ha ocurrido la brillante idea que proponer una reforma legislativa para limitar el acceso a los recursos de los ciudadanos y, con ello terminar con el colapso de los Juzgados y Salas de lo Contencioso administrativo.
Este señor en su comparecencia parlamentaria debería haber criticado el anormal funcionamiento de la Administración autonómica y, las partidas presupuestarios que se destinan a mejorar este servicio. El limitar los derechos de los ciudadanos es hacerle un favor al ANDALUZ IMPARABLE que es de quien depende los Servicios Jurídicios de la Junta de Andalucía sacrificando incluso normas constitucionales con esta propuesta.
En fin, que con estos Fiscales y estos magistrados que ostentan el poder político de los jueces, que a su vez son victimas igualmente de estos pronunciamientos pues lo que hace falta son más medios, no tendremos oportunidad de ver ni la primera modernización en los Juzgados y tribunales.
Haciendo uso de un adjetivo, made to Savater, esto como tantas otras cosas es "zapatético". Me refiereo al anormal funcionamiento de este poder judicial.
Gracias Javier, no te defraudaré y la única tranquilidad que tengo es que me defiende Pedro Apalategui, además de creer aún en la Justicia con mayúscula.
Ni siquiera el Decano del Colegio de abogados de Málaga que es "imparable" en su carnet se ha solidarizado pese a la obligación que tiene de asistirme. Si fuera un registro por blanqueo de capitales, tendría a toda la Junta de Gobierno del Colegio apoyándome y redactando comunicados.
Por otra parte, para Maria del Mar Moreno, aunque excusándola pues se ha tomado el XXV aniversario del Parlamento como si fuera su boda -¡Menudo derroche a costa del contribuyente!-, al que me apunto, por supuesto, se le ha olvidado que en su día remitió al Tribunal Superior de Justicia toda la documentación solicitando amparo por la agresión a una diputada andaluza.
Fue cuando esto ocurrió cuando el Policia Local -imputado en Operación Malaya- puso la denuncia, en clara estrategia por lo que se le podía venir encima, enviando un fax Jesus Gil y Gil personalmente a Javier Torres Vela en el que insinuaba que era "lesbiana" pues decía que profesaba un gran amor por la concesionaria del bar-cafeteria y que haciamos tortilla juntas. Hasta ahí llegaba la categoria de ese personaje que nadie quiso pararle los pies entre las rejas.
Pero a mi no me importa que quien hace política remunerada se haya olvidado de mi, os tengo a vosotros, mis amigos.
Por Felix afrontaré esto con la mayor dignidad posible y mientras esté sentada en el banquillo oiré su risa.
Gracias.
ANIMO, INMACULADA GALVEZ, ESTAMOS CONTIGO. TIENES EL PREMIO DE LA CONSIDERACION DE MUCHAS PERSONAS QUE NO TENEMOS EL PLACER DE CONOCERTE PERO QUE HEMOS SEGUIDO DE CERCA TU VALENTIA DEMOSTRADA.
ANIMO Y SUERTE ANTE ESA CALAÑA!!!!
Inmaculada Gálvez, por tí y por Félix, también sonreiré. Pero cansa mucho, demasiado este infatigable descenso a la "imparable" sociedad del que acusa también a Javier Caraballo y a Francisco Rosell. Ambos, los que acusan, van a conseguir que los equipare, que los ponga en el mismo nivel. No quería pero cada día los veo más juntos.
Visto lo visto, desde mi desconocimiento del tema y con el comentario de Javier como único referente, saltándome una de mis normas no escritas, quiero expresar mi perplejidad y disgusto en relación con este caso. Espero que todo se resuelva favoráblemente y la justicia impere por encima de intereses extrajudiciales.
Saludos.
(Aparte). Javier, espero que, algún dia no muy lejano, se digne usted en "perder" algo de su valioso tiempo, en darse un garbeo por mi Blog. Aprovecho para extender mi invitacion a todos los que habitualmente opinan en este Blog. Saludos y Gracias
Me parece demencial que estas cosas sigan ocurriendo en nuestro país de charanga y pandereta. La corrupción al poder y viva la Pepa. Toda mi solidaridad con Inmaculada, y todo mi asco y desprecio para aquéllos responsables de esta situación tan delirantemente surrealista. Qué pena de España, qué pena. Ya avisó el hermano de Juan Guerra de que no te iba a conocer ni la madre que te parió.
Muchas gracias a todos.
Creo que tenemos que destapar la mano que mece la cuna y, es hora de contar que cuando ocurrieron los hechos se me acercó Gaspar Zarrias y me dijo que iba a intentar arreglar este asunto. Le pedí que no hiciera nada y que se abstuviera de interferir en asuntos judiciales.
En junio de 2003 no asistí al Pleno extraordinario sobre el debate del estado de la autonomía porque remití unas propuestas de resolución sobre control urbanístico y la programación de Canal Sur. ¿Os acordaís?.
Y, que casualidad, posteriormente se acordó revocar el archivo y continuar con las diligencias penales.
La venganza a quien discrepa es una nota característica del aparato socialista.
Ya me advirtieron que todo era un escarmiento porque era una "chula" y "enterá".
Diccionario de la Academía socialista de la lengua de Andalucía. Chula y enterá: aquella persona que no vive del presupuesto ni está subvencionada. Persona que no se calla ni guarda silencio por un escaño.
Y, encima tengo que aguantar que me digan traidora, que si lo hubiera hecho bien podría haber llegado lejos, incluso a consejera, que no he sido agradecida.
Como le dije a Gaspar en una ocasión, y perdonad la expresión reconociendo que me puse a la altura del personaje: "yo tan solo la mamo por amor".
Mi solidaridad para Inmaculada Galvez y una pregunta que me intriga: ¿Cual fue la pregunta o la peticion de Gaspar Zarrías para que la respuesta de INmaculada Galvez fuera "yo tan sólo la mamo por amor"? Vaya el nivel de las conversaciones de los políticos y de quienes nos gobiernan en Andalucía....
Hola Inmaculada ..que malo
las cosas que pasan con tu trabajo..
No es normal !!!!
Tambien em Hollando pasan cosas malas con la policia y gente con demasiado poder
un saludo desde Amsterdam
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