El Blog de Javier Caraballo

Javier Caraballo es periodista de EL MUNDO. Es redactor Jefe de Andalucía y autor, de lunes a viernes, de una columna de opinión, el Matacán, sobre la actualidad política y social. También participa en las tertulias nacionales de Onda Cero, "Herrera en la Onda" y "La Brújula".

08 diciembre 2006

Baker



No habremos de extrañarnos de que, a partir de ahora, James Baker encabece en Europa las listas de candidatos a la beatificación laica. Cuatro años después del inicio de la Guerra de Irak, Baker ha logrado lo que parecía imposible, le ha hecho ver a Bush que está equivocado y que tiene que cambiar el rumbo. Bush, que viene de perder unas elecciones, ha encajado el duro golpe del informe y tomará decisiones en cuestión “de semanas, no de meses”, ha dicho.

A partir de este desenlace inesperado, lo normal será que muchos ensalcen a Baker, pensando que su informe ratifica aquellas manifestaciones en las que Bush aparecía en las pancartas como un genocida más, como Bin Laden o de Sadam Hussein. Paradójicamente, el antiamericanismo ramplón, acostumbrado a tantos bucles en el vacío, entenderá ahora que el informe Baker refuerza sus posiciones.

Sin embargo, lo ocurrido en EEUU con el informe Baker debería hacernos reflexionar sobre cómo tiene que funcionar una democracia. Ante una grave crisis, el presidente del Gobierno encarga un informe y lo elaboran personalidades de enorme prestigio de los dos grandes partidos, el republicano James Baker y el demócrata Lee Hamilton. El informe se realiza sin ruido, sin demora, por consenso y con total independencia. Y el resultado ha sido aceptado de inmediato por Bush, le guste o no.

Intenten buscar un episodio similar en la política española o andaluza. Enseguida lo van a encontrar. Lo que ocurre aquí es todo lo contrario. Por esa razón, James Baker se fue desesperado hace dos años de Marruecos. Durante siete años, por mandato de la ONU, intentó buscar un plan de paz para esa antigua provincia española que es el Sahara. Tras mil intentos fracasados por las sucesivas trabas de Marruecos, Baker elaboró un último informe que aceptaba casi todos los requisitos marroquíes y pocos del Frente Polisario. Propuso convertir el Sáhara en una autonomía dependiente de Marruecos, con competencias en Educación, Cultura o Pesca, pero ninguna en Defensa, Asuntos Exteriores o Interior.

Para perplejidad de todos, el Polisario lo aceptó y Marruecos ni se dignó a contestar. Baker, harto y cansado, dimitió. “Marruecos es el causante del fracaso de todos los esfuerzos de solución pacífica del conflicto (…) Y no habrá desarrollo económico en el Magreb mientras el problema del Sahara Occidental no esté solucionado”, dijo.

La vergüenza de España en estos veinticinco años es que el Polisario sólo nos haya servido de fetiche en mítines y manifestaciones. En todo este tiempo, la gran frustración del Frente Polisario ha sido ver cómo el PSOE, al llegar al poder, no sólo se olvidó de sus compromisos, sino que se hizo amigo del rey de Marruecos. Ahí está Chaves como muestra. En sus once visitas a Marruecos, nunca ha dicho esta boca es mía para defender los derechos del pueblo saharaui. Mucho menos estos días, claro, que está inaugurando esa modalidad de ‘viaje oficial sin contenido político’.

3 Comments:

At 08 diciembre, 2006 18:28, Anonymous Anónimo said...

Perdón si salgo un poco por los cerros de Úbeda, pero a mí me parece que Chaves y la compaña a lo que de verdad van a Marruecos es a hacer apaños para los amigotes y la familia, que eso es lo que funciona en las satrapías corruptas como la de Marruecos, donde los negocios casi por definición tienden a ser turbios. Miren, miren, qué tal parado sale ese país en el último Barómetro Global de la Corrupción , que además está calentito y lo hacen aquí . Y vean, vean en qué puesto está el vecino alauí en el Indice de Libertad Económica de la Heritage. Pues claro. Donde no hay libertad económica, ni transparencia, ni separación de poderes, ni seguridad jurídica, ni libertades individuales, ni respeto a la propiedad ni nada, lo que reina es la arbitrariedad absoluta y la corrupción. Y eso es lo que les mola a éstos del régimen, igual que al señor X por la parte bananera. En el fondo, ése es su elemento. Ese es su modelo. Se les cayó el Muro, pero les quedan las cleptocracias, las autocracias con su vena mística, ya sea de la mano de Alá o de Fidel Castro, del cocalero a rayas o de Hugo Chávez. Cualquier cosa menos reconocer que sus ideas han fracasado. Que lo mismo el socialismo real (y la terminología es de ellos) que la cosa ésta keynesiana, planificatoria e intervencionista que ellos se gastan –por cierto, en lo sustancial, sin oposición política ninguna digna de tal nombre- sólo conduce al desastre, a la dependencia, a la inmadurez social, a la falta de dinamismo y a la parálisis económica.

Supongo que, en Marruecos, Chaves pensará: “hay que ver éstos qué bien se lo montan. Aquí se puede hacer lo mismo que en Andalucía pero a lo bestia, sin remilgos y sin tener que esconderte de los tres o cuatro periodistas independientes que van quedando. Y los súbditos, encima, cogen, van y te rezan”. No, si lo mismo Chaves y sus mariachis se nos acaban convirtiendo un día de éstos al Islam. Con lo del bodrio estatutario, lo van a tener a huevo.

¿Tú te crees que éstos van a estar pensando en los del Polisario, en informes independientes ni en nada decente? Estos a lo suyo, a sus trinques y sus liberticidios. A lo que es costumbre.

 
At 09 diciembre, 2006 09:30, Anonymous Anónimo said...

Sigo este blog con asiduidad y me gustaría felicitar a Monica por sus comentarios, enhorabuena por como te curras los comentarios.

 
At 10 diciembre, 2006 15:04, Anonymous Anónimo said...

No te creas, anónimo. Si es por los enlaces, una vez que te acostumbras a usarlos, los buscas enseguida, y además llega un momento en que los necesitas para explicarte. Creo que los periodistas tradicionales deberían irse acostumbrando a ese lenguaje de los hipertextos porque a mí me parece que el futuro va a ir por ahí.

En cuanto a lo demás, me sale solo. Y es un placer. No me paro demasiado a cuidar la forma (que a veces veo luego que es un desastre, pero en fin). Y supongo que aquí me oye más gente que cuando voy maldiciendo en el coche, metida en un atasco ... acordándome, entre otras cosas, de que un atasco es la muestra más evidente de que, pese a todas las trabas estatales, el capitalismo es capaz de fabricar coches a mucha mayor velocidad que el estado carreteras.

Pero, en fin, muchas gracias.

 

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