Cantata
Atentos todos. Los mecheros cargados, dispuestos los ponchos y las trencas, y en el móvil un politono de la Cantata de Santa María de Iquique. Atentos todos para que el ánimo esté predispuesto a un estado de indignación moral, trufado de gotas de rebeldía juvenil. Preparados todos que llega a Sevilla la Compañía de los Cómicos contra la Guerra y el Imperialismo. Apunten en el móvil el mensaje: "Mañana sábado, todos contra la OTAN. Manifiesto de intelectuales, poemas por la paz y canciones. Participan Pilar Bardem, Miguel Ríos, Almudena Grandes y Pedro Guerra. Pásalo".
Llegan mañana, sí, para celebrar una de las galas de 'Cultura por la Paz' aprovechando la cercanía de la reunión de ministros de Defensa de la OTAN que tendrá lugar en Sevilla el miércoles y el jueves de la semana que viene. La OTAN, esa “organización de la guerra”, han dicho. Que todo este personal, en fin, está tan visto, tan pesados son que ya comienza a ser contraproducente contemplarlos sin más.
Quiere decirse que todos ellos, artistas e intelectuales, podrían hacerle un gran favor a la izquierda y a la sociedad en la que viven con un compromiso real, alejado del fetiche. Que hay muchas formas de contribuir al desastre, a la radicalización, a la locura en la que vive instalada la clase política española. Que reducir la izquierda al carril bici, al movimiento okupa, y a llamar asesino a Bush es acabar de cargarse la ideología de izquierda. Más Popper y menos Michael Moore.
El problema es que los axiomas en quienes se autoproclaman como intelectuales de izquierda están adheridos al pensamiento como tatuajes imborrables. Son preceptos asentados, asumidos, que ni necesitan demostración ni, por supuesto, pueden ser cuestionados. Se trata de una contradicción en sí misma, porque si algo debe forzarse de forma permanente en el pensamiento de izquierda, abierto y tolerante, es la duda, la revisión de las ideas propias, la adecuación permanente a la realidad. Pero es mucho más cómodo lo otro, claro. Vivir del sistema y declararse antisistema.
Mañana llegan con sus indignaciones morales, indignaciones de quita y pon, como pegatinas del Ché. Y eso no va a ninguna parte. Tom Wolfe, que cometió la atrocidad de apoyar a Bush en la última campaña americana (“cuando lo decía en algunas reuniones, me miraban como si me hubiera confesado un violador de niños”, dijo) es uno de los que se ha enfrentado con más dureza a la impostura progre. “Aquí un intelectual tiene que indignarse sobre algo. Como dijo McLuhan, la indignación moral es la estrategia adecuada para revestir de dignidad al idiota. Y eso es lo que hace la mayoría de los que se dicen de izquierdas: en lugar de pensar, lo cual es duro, lleva tiempo, hay que leer, se indignan por algo, y eso les reviste de dignidad”.
Pues eso.
Llegan mañana, sí, para celebrar una de las galas de 'Cultura por la Paz' aprovechando la cercanía de la reunión de ministros de Defensa de la OTAN que tendrá lugar en Sevilla el miércoles y el jueves de la semana que viene. La OTAN, esa “organización de la guerra”, han dicho. Que todo este personal, en fin, está tan visto, tan pesados son que ya comienza a ser contraproducente contemplarlos sin más.
Quiere decirse que todos ellos, artistas e intelectuales, podrían hacerle un gran favor a la izquierda y a la sociedad en la que viven con un compromiso real, alejado del fetiche. Que hay muchas formas de contribuir al desastre, a la radicalización, a la locura en la que vive instalada la clase política española. Que reducir la izquierda al carril bici, al movimiento okupa, y a llamar asesino a Bush es acabar de cargarse la ideología de izquierda. Más Popper y menos Michael Moore.
El problema es que los axiomas en quienes se autoproclaman como intelectuales de izquierda están adheridos al pensamiento como tatuajes imborrables. Son preceptos asentados, asumidos, que ni necesitan demostración ni, por supuesto, pueden ser cuestionados. Se trata de una contradicción en sí misma, porque si algo debe forzarse de forma permanente en el pensamiento de izquierda, abierto y tolerante, es la duda, la revisión de las ideas propias, la adecuación permanente a la realidad. Pero es mucho más cómodo lo otro, claro. Vivir del sistema y declararse antisistema.
Mañana llegan con sus indignaciones morales, indignaciones de quita y pon, como pegatinas del Ché. Y eso no va a ninguna parte. Tom Wolfe, que cometió la atrocidad de apoyar a Bush en la última campaña americana (“cuando lo decía en algunas reuniones, me miraban como si me hubiera confesado un violador de niños”, dijo) es uno de los que se ha enfrentado con más dureza a la impostura progre. “Aquí un intelectual tiene que indignarse sobre algo. Como dijo McLuhan, la indignación moral es la estrategia adecuada para revestir de dignidad al idiota. Y eso es lo que hace la mayoría de los que se dicen de izquierdas: en lugar de pensar, lo cual es duro, lleva tiempo, hay que leer, se indignan por algo, y eso les reviste de dignidad”.
Pues eso.
6 Comments:
Por favor que alguien de la izquierda con algo de cabeza destierre de tan minimalista ideario el concepto que me encargo de acuñar: "la paz de los porros".
Muy elocuente la foto, sí señor. Y los gays de Irán esperando a que Zerolo interceda por ellos.
¿Porque Pilar Bardem, Miguel Rios y compañia no vienen a coger chapapote a Algeciras,?. Eso sí, por la noche para que podemos encender el mechero.
¿No van a venir voluntarios, de las empresas municipales sevillanas a quitar chapapote cuando fueron a Galicia que esta mas lejos ?.
¿ O es que se fueron alli a comer marisco pagado por el Ayuntamiento de Sevilla, o la propia Junta ?
Desde Leonard Bernstein, que invitaba a los Panteras Negras a su loft de Manhattan, hasta Michael Moore y su circo freak,la izquierda progre se ha materializado ante la causa con las mismas consignas casposas y añejas,descoloridas como una camiseta del Che Guevara.
En España, la miseria intelectual progre vive de la subvención que permite que engendros como los Santiago Segura,la Monster Family Bardem o el alcohólico Luppi,delimiten un "cordón sanitario" ante esa "derechona" que lo mismo se niega a rendirse ante el terrorismo etarra,que reclama democracia real al orangután Chavez en Venezuela.
A estos individuos,lo que de verdad les gustaría es poder hacer una "razzia" tipo Fago,con todo liberal impenitente que se cruce en su mesiánico camino.
Por favor Rocío, eso que dices es demagogia y de la barata. Sabes perfectamente que lo sucedido en Algeciras no tiene nada que ver con lo de Galicia. Otra cosa es que a ti, con tal de atacar a este gobierno (que yo no he votado, por cierto...) te habría encantado que un petrolero se rompiese en Algeciras, pero eso ya es un asunto psiquiatrico que deberás hacerte mira. Hay buenos profesionales... Pero no mientas. No hay comparación entre el desastre del Prestige y la pérdida de combustible de un barco encallado por el temporal
Mira Marta, las cosas son como son y yo no deseo chpapote en ninguna bahia, al contrario que tu. Tu me recuerdas a los totalitarios que mandaban a la gente a los manicomios.
Puedes seguir votando a ZP, si estas subvencionada es lo mejor que puedes hacer.
lo que pasa es que habras sido de las que fueron a Galicia a comer mariscos, y la verdad te molesta.
Pues ya sabes ajo y agua.
Y a ti unadecoladetoro, gracias.
Mira Rocio y el de los cuernos de toro... No he votado en mi vida a Zapatero porque me parece un moderado de mierda, así de simple. Porque no pienso votar a un partido que hace años que abandonó el socialismo para convertirse en la opción blanda, 'progre' y light de la misma política económica y social que la derecha.
Publicar un comentario
<< Home