Campañas
Ocurrió que el relativismo acabó transformándose en complicidad. Suele ocurrir. Las líneas que separan esos conceptos son lindes imperceptibles cuando se ha abandonado el campo de las ideas. Una vez que todo da igual, qué importancia tiene mirar luego para otro lado. Ayer, en Cataluña, todos encontraron explicaciones a la agresión de un grupo de salvajes a los candidatos del Partido Popular. Les tiraron huevos y escupitajos; les lanzaron monedas e insultos. Quemaron banderas y les taponaron las salidas del mitin. Maulets. Pero no pasa nada. También en eso tenemos una lógica heredada del franquismo, una justificación grabada en el subconsciente colectivo, «algo habrán hecho». Esa lógica fascista es la que sigue latente: «Como le ocurre al PP, algo habrán hecho».
Y en la búsqueda de ese algo fascista, en el detestable relativismo de la violencia, quien más lejos llegó fue el portavoz de Convergencia i Unió, Durán Lleida, cuando le preguntó Carlos Herrera en Onda Cero: «El PP también ha hecho cosas de aquellas de ‘quien siembra vientos recoge tempestades’, como por ejemplo las cuñas de radio contra el Estatut emitidas en Andalucía. De hecho, donde ha tenido más rechazo Rajoy es en ese mundo que tiene conexión con Andalucía».
No sé si será necesario explicar que «ese mundo que tiene conexión con Andalucía» son los emigrantes andaluces. Los llaman charnegos. Porque nunca serán iguales a los ojos de los nacionalistas catalanes. «Ese mundo». Dios. Cuánto se parece esto a la pureza de la raza.
En cualquier caso, tampoco nos engañemos. Veamos qué hay de verdad. ¿Por qué se dice que la campaña del PP fue muy agresiva? ¿Qué decía? Vean: «El pacto de Zapatero con el nacionalismo catalán perjudica a Andalucía, y Chaves no hace nada por remediarlo». ¿De verdad que eso nos parece un escándalo?
Pero es que, además del PP, también el PA puso en marcha una campaña para «denunciar la traición que quieren cometer contra Andalucía». Dice así: «No queremos ser menos que Cataluña». ¿Estará justificado que agredan también a los dirigentes del PA? ¿Y el PSOE, qué hizo? Dos campañas. La primera, con miles de cartas a sus militantes que les pedía «frenar a aquellos que quieren humillar a Andalucía, que buscan que Andalucía hinque la rodilla. Como hace un cuarto de siglo, nuestra respuesta, tu respuesta, es necesaria». ¿Qué lenguaje es más beligerante?
Insisto. No caigamos en esa burda trampa hecha de mentiras. Que por dura que hubiera sido la campaña del PP o del PA, por equivocada que nos parezcan unas u otras, la única barbaridad es deducir de nuestras diferencias la justificación de un acto salvaje. La democracia es, sobre todo, la defensa de la libertad del otro. Esa es la única garantía. Lo demás es una pendiente que va del relativismo a la complicidad, del nacionalismo al racismo.
3 Comments:
El relativismo trata de justificar desviaciones sobre los principios que todos compartimos: justicia, libertad, igualdad, dignidad, etc. Casi nunca se ejercita de forma altruista y casi siempre tendenciosamente. A algún bobo he oído llamar reaccionario a quien se resiste a modificar sus conceptos sobre estos principios.
Por lo que se ve el relativismo tiene inercia, y cuando se está constantemente relativizando, al final ya no se puede parar y, como bien dices, se acaba pasando a la complicidad. Complicidad con la violencia, con la corrupción, con la injusticia... Y quieren hacernos cómplices a todos... o culpables. Por eso es necesario que se denuncie desde todos los medios posibles.
¡Ánimo Javier!
¿Y esto de Carrillo, qué es? ¿relativismo o complicidad? Sea lo que sea, esto sí que es sembrar odio:
"El ex secretario general del PCE Santiago Carrillo ha dicho este miércoles que el PP se parece "como una gota de agua a la derecha clerical que teníamos en 1936", y ha opinado que "parece mentira que se dé tanta importancia" a las agresiones en los actos de campaña en Cataluña del PP. Asimismo, ha dicho que los populares acusan en las manifestaciones "al jefe de Gobierno de ser un asesino, un traidor, sugiriendo que tenga la suerte de su abuelo: que fue un militar fusilado por Franco por negarse a seguir la sublevación".
"Parece mentira que se dé tanta importancia a un incidente o a dos incidentes en Barcelona, y no a la agresividad que está introduciendo en la vida política del Estado el PP, que a mí me recuerda muchísimo a la que tenía en 1936 la derecha clerical española".
Ha añadido que, al igual que en aquella época, "están juntos algunos obispos 'trabucaires', algunas personas que han sido víctimas del terrorismo pero que obran más como gente de la extrema derecha que como víctimas, y un partido que coge todo lo que está al alcance de su mano para crear en el país una terrible tensión, dispuesto a llegar como sea a reconquistar el poder".
... Y eso lo dice el ángelito Gagá de Paracuellos. Esto es de locos. ¿donde quieren llevarnos?
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