DIARIO DE LA TREGUA. La Ecuación
Ya está dicho aquí otras veces que es un error esa estrategia de concederle certificados de éxito o fracaso a la tregua de ETA por cada acontecimiento que se produce. Como deshojando una margarita, hoy sí, hoy no. El equilibrio razonable es apoyar el llamado ‘proceso de paz’ en el que se han embarcado el PSOE y ETA –sí, con la misma estrategia que ya utilizó la banda terrorista con el PNV hace unos años, en Estella- con la certeza de que, en realidad, un diálogo así no puede llegar nunca a buen puerto. Por una sola razón, de la que se deducen las demás: el acuerdo con ETA para su desarme sólo será posible cuando la banda terrorista reconozca su derrota. Si no es así ETA siempre intentará negociar con el Estado de igual a igual, sentados en la mesa, esperando que el otro ponga sobre el tapete sus planteamientos para, al final, acordar un punto medio. “Ni tuya ni mía”. Y ese tipo de negociación, el punto medio, no es posible encontrarlo en asuntos como la anexión de Navarra, la integración del País Vasco francés, o la amnistía de los presos etarras.
En fin, como vemos que esa es la pared en la que se puede estrellar un acuerdo con ETA, por eso mantenemos el escepticismo. Pero, al mismo tiempo, no se le puede hurtar al presidente Zapatero, por cándido o peligroso que nos parezca, la posibilidad de negociar con ETA al igual que hicieron los anteriores. Hasta ahora, además, Zapatero siempre ha dicho que no va a negociar ni la autodeterminación ni la anexión de Navarra. Ya veremos. Y ya diremos. De momento, no debemos, pese a la desconfianza, desconfiar de su palabra. Retenegamos sus compromisos para exigirlos en el futuro. Esta labor será esencial porque lo que sí se atisba ya con claridad en el presidente del Gobierno es una desvergonzada despreocupación por la coherencia. Más bien al revés, el juego de zizagueo que se practica, resulta a veces abrumador.
Veamos la reveladora secuencia de los acontecimientos de los últimos siete días. Establezcamos el análisis como si fuera una sencilla ecuación, la suma de dos certezas nos da como resultado una decisión del Gobierno. Se suma lo que piensa ETA y lo que dice la Policía, el, con esos dos valores, el Gobierno toma una determinación. ¿De acuerdo? Pues sumemos.
Primer valor: Entrevista de ETA en Gara. Lunes, 15 de mayo de 2006. Dice así la banda terrorista:
"Si buscan situar otra vez la clave en convertir en irreversibles las decisiones de ETA sin desarrollar ningún proceso democrático, tenemos que decirles claramente que están totalmente equivocados. Euskal Herria no tiene futuro como pueblo bajo España y Francia. El conflicto no puede solucionarse bajo esa situación. Por tanto, es necesario el cambio político de los marcos impuestos. Desde hace tiempo venimos manifestando que quien realiza una lectura en clave de debilidad de iniciativas de ETA y de las propuestas impulsadas por la izquierda abertzale, en primer lugar se equivoca al realizar el diagnostico correcto de la situación y, lo que es peor, si se imponen cálculos políticos basados en esa reflexión al final se fracasará en la dirección que debe imprimirse al proceso. Si en lugar de procesos para superar el conflicto se diseñan estrategias para arrinconar a la izquierda abertzale en base a ese cálculo malicioso, la historia nos enseña que son estrategias condenadas al fracaso. Muchos realizaron idéntica lectura en el proceso del 98, muchos seudointelectuales, periodistas, políticos profesionales impulsaron esa tesis y todos conocemos las consecuencias resultantes de su imposición. Ha llegado ya el momento de materializar los compromisos en el proceso democrático”. En la entrevista, ETA añadía, además, que seguirá enviando cartas de extorsión a algunos empresarios para poder financiarse. Y lo explicaba: “ETA garantiza que ese dinero será utilizado a favor de la libertad y construcción de Euskal Herria”.
Segundo valor. Informes de la Policía. Viernes, 19 de Mayo de 2006. Declaraciones del ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba:
"Hace dos meses. ETA declaró un alto el fuego permanente; desde entonces el Gobierno ha ido comprobando la extensión y veracidad de dicho alto el fuego. Pensamos que el proceso tiene bases sólidas, de la misma forma que afirmamos que será duro, largo y difícil, y que tiene un punto de partida al que todavía no hemos llegado: alcanzar la convicción de que ETA quiere poner fin a la violencia".
Ahora es cuando viene la suma. ETA dice que se equivoca quien piense en “una situación de debilidad de ETA” y la Policía constata que, en efecto, aún no se puede expresar la certeza de que la banda terrorista “quiera poner fin a la violencia”. Si se suman esos dos factores, que coinciden además en una misma dirección, ¿cuál debería ser la reacción del Gobierno? La siguiente:
Domingo, 21 e Mayo de 2006. Mitin del presidente del Gobierno en Baracaldo. Dice así la crónica de prensa:
“El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, dio ayer por definitivamente verificado el alto el fuego de ETA al anunciar que el próximo mes de junio acudirá al Congreso para comunicar a las fuerzas políticas el inicio del proceso de diálogo con la organización terrorista (...) Así, dijo empeñar su palabra al asegurar que asumirá toda la responsabilidad, pero que también sabrá compartirla. Y se postuló como el presidente de la paz: dijo que apenas había entrado por la puerta de la Moncloa cuando decidió retirar las tropas españolas de Iraq, "por la paz y la dignidad de un pueblo", y que desde entonces trabaja por devolver también la paz y la dignidad a Euskadi (…) Añadió que “si aquellos que han apoyado la violencia dan un paso, la democracia sabrá dar sus pasos". El presidente manifestó que todas las ideas y todas las sensibilidades políticas tienen derecho a ser defendidas y expresadas. "En ese momento, todas las ideas estarán en igualdad de condiciones en Euskadi". Los tres principios "irrenunciables", dijo en su mensaje a la izquierda abertzale, son "la paz y el fin de la violencia, la legalidad y la convivencia, que será la garantía de futuro para que nunca más se tenga que soportar la violencia".
Podríamos preguntarnos qué ha podido variar para que, en dos días, el mismo gobierno pase de las declaraciones de Rubalcaba a las de Zapatero. Pero volvamos a la la ecuación: ETA se reafirma en sus principios, el ministro del Interior ratifica que no se puede decir que la violencia se ha acabado y, en consecuencia, el presidente del Gobierno anuncia el inicio del diálogo con la banda terrorista. Conclusión: Diga lo que diga ETA, opine lo que opine la Policía, el presidente Zapatero va a seguir adelante con la negociación con la banda terrorista.
1 Comments:
Conclusión: El problema no es ETA, el problema es Zapatero.
Publicar un comentario
<< Home