Sonrisas
Es su mirada. Y la sonrisa. El instante en el que ayer, antes de entrar en el furgón policial, se paró a mirar a los fotógrafos y esbozó una sonrisa. Esposado, entre dos agentes del Cuerpo Nacional de Policía. Chaqueta azul, camisa blanca sin corbata y pantalón beige. Parece que quiere hablar, pero sólo esboza una sonrisa.
Desafiante, quizá. Pero no es una sonrisa de despecho sino de pillo, de quien guarda secretos con la certeza de que, algún día, determinarán el final. Y él seguirá sonriendo entonces. Como en la peli aquella de Bogart, que no me acuerdo. «– ¿Te ha picado alguna vez una abeja muerta? –¿Una abeja muerta? Eso es imposible. –Claro que es posible. Hay que tener mucho cuidado con las abejas muertas cuando uno las pisa con los pies descalzos. Si las pisas pueden picar tan fuerte como cuando están vivas, sobre todo si estaban enfadadas cuando las mataron».
Roca iba a entrar en el furgón, esposado, no se le había visto desde que fue detenido, hace ya casi dos meses. No se le veía desde que el juez le citó en el auto de prisión incondicional como «el jefe de una organización» delictiva que se dedicaba a blanquear los ingresos del saqueo de Marbella. Desde entonces, sólo se le había visto enlatado en las fotos de la policía, embalsamado como sus osos y sus tigres del salón. Ayer salió de la trena para dejarnos una sonrisa. «¿Cuánto vale el silencio de Roca en este momento?», susurran al otro lado del teléfono y, yo, embobado con la foto, doy un respingo, como si me hubieran pellizcado.
«El silencio de Roca es el temor de decenas de personas; el pavor de empresarios, de políticos, de artistas... Esa es la psicosis de Marbella ahora. Que nadie sabe qué puede saltar. Ni cuándo. Ni a quién le puede afectar... ¿Sigues ahí?», pregunta, desconcertado por mi silencio, el tipo del teléfono, que acaba de llegar de los alrededores del juzgado de Marbella y le han contado algunas intrigas de agendas y planes, balas de recámara, sorpresas por estallar.
Acaso sonríe Roca porque él sí sabe cuánto valen sus notas de agenda. Debe ser, además, que en estos casos, el valor silencio se traduce pronto en beneficios. Es eso, sí. Yo miro esa sonrisa, pero también la habrán mirado otros. ¿A quién irá dirigida esa sonrisa de Roca? «El silencio de Roca tiene mucho valor, claro. Por eso, desde fuera, siempre queda alguien que sabe interpretarlo. Y, además, sabe gestionarlo», dice el hombre del teléfono antes de colgar.
Vuelve el silencio al auricular y devuelve la autenticidad a la foto de Roca saliendo del juzgado, con su pantalón beige y su chaqueta azul. Y la sonrisa, sí. Aunque en la foto sale con los labios encogidos, como si fuese a silbar. Como en aquella peli de Bogart de la que no me acordaba. Con Lauren Bacall. «No tienes que fingir conmigo, Harry. No tienes que decir nada y no tienes que hacer nada. Nada de nada. Tal vez sólo silbar. ¿Sabes silbar verdad? Juntas los labios... y soplas». ‘Tener y no tener’. Así se llamaba la película.
4 Comments:
Me equivoqué y puse el comentario que sigue en el "post" anterior. Pido perdón por mi torpeza a todos los lectores de este "blog".
Aprovecho para felicitar a Javier Caraballo porque hoy o mañana llegará a las 10000 visitas.
¿Es que no hay "otros ricos" en España?, Sólo aparecen en los bancos, los ladrillos y las sociedades piramidales. ¿no hay nadie que crea en las nuevas tecnologías, en la industria química, en la farmaceútica, en la agroalimentaria, etc?. Da la impresión que todo gira alrededor de la "subvención estatal" y que los innovadores son gente que vive del Presupeusto del Estado. ¿Que objetivos tienen hoy los jóvenes, ser funcionarios o ser emprendedores?. ¿Cuales son los ejemplos a los que miran y admiran?
Hola Lopera, (y hola Caraballo!)
Te recomiendo una entrada del blog de Punset, en relación al espíritu emprendedor de la juventud española:
http://www.smartplanet.es/punsetblog/?p=23
Y lo del ladrillo sí, mucho, demasiado ladrillo, por lo menos por latitudes costasoleñas.
Gracias "calle fresca" por la referencia del blog de E. Punset, ya la conocía, y es recomendable. A mi personalmente me gusta más las aportacioens que se encuentran sobre este tema en el blog de J. Freire:
http://nomada.blogs.com/jfreire/emprendedores/
index.html.
Tiene el problema, que en la blogosfera es virtud, de que al querer sacar una cereza, se enganchan muchas. Pero si se dispone de tiempo, se descubre que hay gente por ahí que se preocupa de estos temas con rigor y seriedad.
Ah, sí, lo conozco, el blog de Freire. Interesantísimo. (Gracias ;-))
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