Soledad Becerril. Reflexiones
PERFIL.
Suele ser corriente, cuando se camina con la senadora Soledad Becerril por Sevilla, que algún ciudadano se le acerque con ojos de reconocimiento y admiración. La circunstancia, de la que podría decirse que es común y corriente en la clase política, es reseñable en este caso porque esta mujer, a diferencia de tantos otros dirigentes políticos o alcaldes, no ha buscado jamás esa popularidad de besos y abrazos por la calle. Ni cuando fue ministra ni cuando era alcaldesa de Sevilla. Y junto a esa forma de ser política de Soledad Becerril, podría decirse que los que se le acercan tienen más sinceridad que efusividad hueca en la mirada. En fin, que Soledad Becerril, primera ministra de la democracia española, primera mujer en alcanzar la Alcaldía de Sevilla, ha vuelto estos días a la actualidad pública y privada por dos acontecimientos que la hacen entrar en un tiempo de madurez que la invitan a reflexiones más profundas que las habituales en el traqueteo diario. Ha sido abuela y ha recibido la medalla de Andalucía.
SOBRE EL PARTIDO POPULAR
"Algunas veces parece que tiene dudas sobre su proyecto de centro, pero afortunadamente siempre surge alguien que recuerda que el PP tiene que mantenerse en una posición moderada, sensata. En algunos momentos, sí que hay tentaciones de abandonar el centro y alguna que otra vez se cae en esa tentación. Es verdad. Pero ya le digo que por fortuna siempre parece quien devuelve el discurso de que el PP tiene que alejarse de los extremismos, de la radicalidad, que tiene que buscar el centro. Por ejemplo, el último debate del Congreso sobre si la vicepresidenta se viste de una manera o de otra. Eso es una tontería por parte del Partido Popular. El PP no debe entrar nunca en esos debates… Bueno, no lo debe hacer nadie que esté en la vida pública. A mujer no hay que valorarla porque sea alta o baja, guapa o fea, se vista bien o se vista mal. Entrar en otros asuntos, hablar de disfraces, es equivocarse en lo elemental. Porque todo esto forma parte del abecedario. En fin, son detalles. En otros temas, yo creo que insistimos demasiado. En todo lo relacionado con el proceso judicial de los atentados del 11 de marzo, yo creo que el PP no puede estar centrado en eso, que tiene que seguir su camino de reformas y propuestas políticas. No podemos estar volviendo permanentemente sobre aquellos hechos tan desgraciadísimos. Ya se han dado las explicaciones convenientes, ya ha pasado incluso una comisión de investigación en el parlamento, y nosotros no podemos volver ya la vista atrás más que para asistir a las víctimas… ¿Más asuntos en los que se cae en la tentación de abandonar el centro? Por ejemplo en materia de costumbres. Me parece bien que el PP manifieste su opinión, que fije su posición, pero tampoco podemos vivir de eso hasta el punto de que la gente pueda interpretar que estamos en contra de los homosexuales. Por favor, estamos en contra de que se utilice la palabra matrimonio, pero nada más. Déjelo usted ya, oiga, que lo que no se puede hacer es convertir eso en la parte central de nuestro discurso".
SOBRE LOS BOTELLONES
"Este fenómeno comenzó hace quince o dieciséis años y lo correcto políticamente ha sido siempre decir que la gente joven tenía que divertirse y que la administración lo que debía hacer es buscar y ofrecer alternativas al consumo de alcohol en grandes dosis… Ese ha sido el discurso y lo que ha ocurrido este fin de semana, sencillamente, se veía venir. El fenómeno llega a la dimensión que se ha visto este fin de semana porque nadie ha querido tomar nunca ninguna medida para no parecer impopular. Sí, porque decirle a la gente joven algo incómodo o desagradable se interpreta como un gesto impopular y retrógrado. Muy facha. Ultraconservador. Pero ya le digo que el problema está en que se carece de una legislación apropiada para hacerle frente a estas concentraciones. Se trata de algo tan sencillo como que se recoja en una ley que está prohibido el consumo de alcohol en concentraciones con las características de estos botellones. Los botellones no tienen más que una salida: La prohibición. Ya está.
(…) En España las cosas ha cambiado muchísimo en los últimos años. Mi generación tenía muy pocas cosas. Muy pocas. Terminábamos las clases todos los días a las siete de la tarde, menos los sábados, que salíamos a las cinco. Y aquella educación transmitía una serie de valores, la disciplina, la autoridad o el esfuerzo, que ya casi no existen. Ahora, una gran parte de la juventud se educa y se acostumbra en un sistema de vida en el que lo que tienen que hacer es vivir bien, pasarlo bien y tener casi de todo".
SOBRE LA CLASE POLITICA
"Lo que veo en el Congreso y en el Senado, con respecto a entonces, es que las discusiones de entonces eran más ricas, más interesantes. Ahora se ha burocratizado todo mucho más, los diputados hablan muy mediatizados por la propia disciplina de los partidos. Y quizá, también, el nivel de formación intelectual sea un poquito más bajo. Lo mismo podríamos decir del Parlamento andaluz, aunque lo más destacable en este caso es que tiene una actividad muy escasa. Pero en esto, tenemos que echarnos la culpa a nosotros mismos, que tenemos la responsabilidad de plantear debates interesantes. Con las competencias y la capacidad política que tiene la autonomía andaluza, el debate diario tendría que estar centrado aquí, pero no es así. La tensión en los debates siempre se ha dado, y el PSOE cuando ha estado en la oposición ha mantenido debates y acusaciones durísimas, crueles. Estaba recordando, por ejemplo, la oposición a la que sometió a Adolfo Suárez. Lo que pasa es que en aquella etapa la dureza de los debates pasaba a un segundo plano por la existencia de grandes acuerdos. Esto último es lo que no ocurre ahora, por eso sólo vemos la crispación. Cuando se acusa al PP de crispar la vida política, sencillamente, no se tiene razón. Ni memoria".
SOBRE ESPAÑA
"El debate sobre el Estatuto catalán es un completo disparate, un dislate. Si la incomodidad de las comunidades autónomas era tan enorme, lo suyo era haber ido a una reforma constitucional. No digo que yo sea partidaria, lo que digo que eso es lo correcto, el camino adecuado para afrontar esto que se pretende hacer a través de reformas de estatutos. De esta forma, ni se sabe cuánto van a durar estas reformas ni en qué van a acabar, porque los nacionalismos son insaciables. Yo creo, por tanto, que el PP hace bien así. Si España se rompe, no se va a ver ahora, no se puede mostrar, como si fuera un huevo cascado sobre las manos. No, no, no es eso, hablamos de un proceso, un camino que se empieza a recorrer y que conducen a una nueva realidad que se impone por la vía de los hechos. Hay una desmembración, una segregación paulatina, y ese proceso dura años. No se puede decir ahora, “lo ven, ya se ha roto España”. Y en Cataluña y en el País Vasco, el Gobierno, ni éste ni el que venga, va a tener nada que decir, ni nada que proponer, ni que nada que hacer".
SOBRE ANDALUCIA
"Políticamente, el problema que yo veo no es tanto de sectarismo como en la ocupación del poder. Eso es lo que me da miedo de la política andaluza, tanto poder de la Junta de Andalucía ocupando tantas instituciones, tantas asociaciones, tantas empresas, tantos colectivos… Eso nos deja una sociedad civil muy débil, muy pobrecita. Eso me disgusta, me fastidia, y me gustaría cambiarlo porque es contraproducente. Crea una sociedad dependiente y acomodaticia".
… Y SEVILLA
"Yo veo que Sevilla está abandonada, y no especialmente por los efectos de la movida, en cuanto a pintadas o suciedad. No, no, Sevilla está abandonada de forma general. Y cuando digo esto me refiero a los pequeños detalles, que son los que conforman el aspecto general de una ciudad. Las pequeñas cosas son las que producen, al final, la imagen de una ciudad. Esa es mi teoría, al menos, que la imagen de una ciudad es el resultado de cientos de pequeñas cosas que pasan o que no pasan. Existen aparcamientos y están ordenados; existe un servicio de autobuses que es puntual y con paradas decentes; existen jardines y están bien podados; existen accesos y están cuidados; existen bancos y papeleras y están en su sitio y en perfecto estado… La suma de todas esas nimiedades es dificilísima y la alcanzan muy pocas ciudades. Una ciudad no es un campeonato mundial de fútbol o un gran torneo de tenis…. No, eso son extras. La vida de la ciudad es que salgas de casa y no te caigas en un agujero; que vayas a trabajar y el autobús llegue a tiempo; que salgas a cenar y no te peguen un navajazo por la calle".
3 Comments:
Cómo no se estarán pasando los Acebes, Zaplana y demás nucleo duro de la derecha española que hasta a Soledad Becerril le parece que se pasan de carcas en lo de los matrimonios homosexuales, el machismo rancio de meterse con la forma de vestir de la vicepresidenta De la Vega o la misma obsesión con hacernos ver que en el el atentado del 11-M no ocurrió lo que ocurrió sino lo que Aznar quería que ocurriera. De todas formas, no puedo por mas que alegrarme de que en la derecha haya gente razonable como Soledad Becerril. A ver si cunde el ejemplo en la derecha andaluza, en la que seguro que Soledad Becerril no se encuentra demasiado cómoda. Qué pena, señor Caraballo, que no le haya preguntado usted por el PP andaluz.....
Atentamente,
Honorato.
Estimado Honorato:
Una vez más estoy de acuerdo con tu comentario.
Solo añadir que si el columnista no le ha preguntado a Becerril por el PP andaluz será porque temía la contestación sincera de la entrevistada, que seguro que es como todos sabemos que el PP no es una oposición sólida en Andalucía, ya que se omite lo que interesa y se publica también lo que interesa. Sólo hay que leer la sección de Andalucía del periódico para el que trabaja el columnista y el segundo titular de la entrevista de Becerril. Pero es igual de reprochable que a otros periodistas que hacen lo mismo para otros medios.
De todas formas, la entrevista sincera. Vamos que me ha gustado.
Honorato; se te echaba de menos en el blog estos últimos días.
Saludos.
coño Caraballo cuantas cosas dices y cuantas verdad son,
las que callas por que no han salido aún y las que vendrán porque el terreno por dónde puedan evadirse es el mismo que el de los huesos del mortal primate.sigue así.
Publicar un comentario
<< Home